"El runrún que hay entre los agentes es que sienten vergüenza de ir a poner una denuncia a un usuario cuando el coche de ellos está peor". Juan Fernández, guardia civil destinado en Tráfico, lamenta el estado en el que se encuentra la flota de vehículos del Cuerpo. Automóviles de servicio que, apunta, son "tartanas" que "no tienen las medidas de seguridad". Una situación que denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) para "poner en conocimiento de la sociedad el lamentable estado de los vehículos oficiales con los que deben patrullar los agentes".
"Estamos hablando de deficiencias en los vehículos como holguras en las direcciones, ruidos en los motores, frenos de mano que no están bien, ruedas lisas…", explica Juan Fernández, que también actúa como portavoz de la organización. "Estamos en una alerta 4 sobre 5 de terrorismo -advierte el agente-. Ante un inminente riesgo de atentado nos encontramos trabajando dentro de unos vehículos que no cumplen las medidas de seguridad".
Desde la asociación se ha dispuesto un formulario en el que cualquier miembro del Cuerpo, de forma anónima, puede enviar las fotos de los coches que, a su juicio, incumplan las medidas de seguridad. La campaña, bautizada con el nombre de Revisa tu coche, carga contra el "mal reparto" de los vehículos que se realiza dentro del Cuerpo: "Tenemos que utilizar vehículos oficiales en un estado lamentable y con miles de kilómetros", apunta la organización a través de su página web.
Según Juan Fernández, hay coches con más de diez años de antigüedad que, en muchos casos, acumulan cientos de miles de kilómetros en su historial: "Y no es sólo eso, también el tiempo que tiene que estar el motor arrancado -detalla-. Por ejemplo, si en el vehículo se dispone de un etilómetro, el motor debe estar arrancado para que éste funcione".
Una flota "mal distribuida"
A criterio del agente de la Benemérita, el problema radica en la distribución de los coches dentro del Cuerpo: "Los coches más nuevos se los adjudican de forma unipersonal los jefes -cuenta-. Llega el capitán y se coge un coche, llega el teniente y se coge un coche… Al final, lo que pasa, es que los coches que llegan para patrullar son los más viejos, los que más kilómetros tienen y los que peor están".
Entre los casos destacados que denuncia la organización figura el de un coche antiguo que, a pesar de haber pasado todas sus revisiones correspondientes, perdió una rueda en el mismo momento en el que el agente estaba aparcándolo en el garaje. "Se te cae el alma a los pies. Es una desmotivación total. Inicias el servicio y te das cuenta de que son unos medios muy rudimentarios", valora el agente Fernández.
El modelo idóneo a seguir, sostiene el portavoz de la AUGC, es el de la Policía Nacional, donde se sigue un modelo de renting: "No como en la Guardia Civil, que se compran los coches y se intenta estirarlos lo máximo posible". El agente apunta que, cuando un vehículo sufre una avería irreparable, se localiza otro dentro del Cuerpo que reúna condiciones similares y se intercambien las piezas: "Al final lo que están es llenos de parches, de remiendos, y no son operativos".
Esta campaña, argumenta Fernández, ayuda a los miembros del Cuerpo a denunciar una situación "que no es fácil de denunciar": "Poco a poco van perdiendo el miedo", asegura. "Cuando empiezas a hablar de condiciones laborales, te dicen: 'Ya sabías dónde venías' -relata-. Es el mantra que se repite aquí dentro. Yo no sabía dónde venía, me lo encontré cuando entré".