El sindicato de funcionarios Manos Limpias, que dirige Miguel Bernard, ha presentado esta mañana en la Fiscalía General una denuncia contra el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, por un supuesto delito de prevaricación al haber omitido prometer fidelidad a la Constitución y al Rey en la toma de posesión del cargo el pasado día 12.
El escrito de Manos Limpias también se dirige contra Carmen Forcadell, a la que atribuye una cooperación necesaria en la supuesta prevaricación. Fue la presidenta del Parlamento catalán la que preguntó a Puigdemont si «promete cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat con fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament». Puigdemont respondió «sí, prometo».
Según el sindicato, que ejerce la acusación popular en el proceso que se sigue contra el ex presidente catalán Artur Más por desobediencia al Tribunal Constitucional, Puigdemont "elude conscientemente acatar la Constitución, puesto que su propósito y decisión es continuar con una hoja de ruta independentista".
"No ha habido error [en la fórmula utilizada para la toma de posesión] sino intención dolosa de no acatar la Constitución, con objeto de no cometer perjurio", opina Manos Limpias.
"No tratamos de judicializar o criminalizar la acción política, pero cuando ésta se ampara en sus privilegios y principio de autoridad con presunción de legalidad para cometer hechos punibles, éstos no pueden quedar impunes", señala el escrito, que sostiene que el president y Forcadell "consensuaron la fórmula a adoptar con el elemento doloso de no acatar la Constitución y fidelidad al Rey".
El escrito no reseña ningún precepto legal que regule la fórmula de toma de posesión del presidente de la Generalitat y que hubiera sido incumplido por Puigdemont. Esa regulación, con la previsión específica de acatamiento a la Constitución, sí existe para otros cargos públicos como los alcaldes o los jueces.