Faltaban siete minutos para las ocho de la tarde cuando los representantes de Podemos, Barcelona en Comú y las Mareas han presentado en el registro del Congreso de los Diputados su propuesta de grupo parlamentario. Tras arduas conversaciones tanto entre sus aliados como con otros partidos, el partido de Pablo Iglesias ha renunciado a su idea primigenia de apostar por la creación de cuatro grupos parlamentarios diferentes.
Finalmente habrá un “grupo confederal” llamado Podemos-En Comú Podem-En Marea cuyo presidente será Pablo Iglesias y cuyo portavoz será Íñigo Errejón. Dicho grupo tendrá 65 diputados porque cuatro de los representantes de Compromís han roto la unidad de los socios y han decidido presentar una propuesta de grupo propio. Solo cuando la Mesa del Congreso tumbe la propuesta del partido de Mònica Oltra, estos cuatro parlamentarios podrían sumarse de nuevo a Podemos, aunque es una opción que parece improbable.
¿Triunfo o fracaso?
La dificultad de estas alianzas electorales entre Podemos y sus socios autonómicos es de tal magnitud que hasta se hace complicado discernir si lo sucedido este martes en el Parlamento es realmente un triunfo o una derrota para los intereses de Iglesias. Por un lado, la promesa que hizo a En Comú, las Mareas y Compromís se ha revelado imposible, amén de la rebelión del partido valenciano. Por otro lado, con esta solución se ha impuesto la idea del propio Iglesias de tener a la mayoría de los diputados bajo el paraguas de Podemos. En todo caso, lo evidente es que la estrategia planteada para tener cuatro grupos ha naufragado y ha generado rencillas entre los hasta ahora aliados.
En los pasillos del Congreso de los Diputados se ha vivido una tarde de infarto, en la que la tensión y las dudas han ido creciendo conforme pasaba al tiempo. Primero se filtraba que habría un “grupo plurinacional” formado por Podemos y sus tres socios en las elecciones del 20 de diciembre -es decir, parecía que se imponía la propuesta que hizo Iglesias a tenor de que otras formaciones impedirían la creación de cuatro-. Después parecía que algunos de esos socios iban a desmarcarse de esta propuesta porque no renunciaban a tener voz propia en el Parlamento. Incluso, Compromís publicaba en Twitter que registraría su grupo propio con los nueve diputados de la candidatura Compromís-Podem-Es el moment que concurrió a los comicios. Finalmente ha trascendido que cuatro de los nueve diputados de esa lista habían decidido buscar su propio espacio por su cuenta y riesgo, tal y como había advertido Joan Baldoví en los días previos.
El día en que se constituyó la Mesa del Congreso muchos titulares hablaron de circo en el Parlamento. Y la verdad es que en estos primeros días de legislatura se están viviendo situaciones inéditas. Los informadores veteranos presentes en el Congreso no daban crédito este martes a lo que estaba pasando cuando las manecillas del reloj avanzaban hacia las ocho de la tarde, límite legal para llevar al registro las propuestas para formar grupo parlamentario, y se sucedían las filtraciones contrapuestas y las carreras detrás los diputados. Se repetían los rumores y no estaba claro cómo se iba a resolver este complejo rompecabezas de Podemos y sus aliados. Un puzle que ha provocado hondas divisiones entre los aliados en los días previos. Hoy dichas divisiones han cristalizado en esta suerte de rebelión de Compromís cuyas consecuencias aún son una incógnita.
Valoraciones
Una vez que se ha conocido el desenlace de esta suerte de culebrón político, los representantes del "grupo plurinacional" han ofrecido sus valoraciones sobre lo sucedido. Y todos han coincidido en culpar al PSOE y a otros partidos. Así, Íñigo Errejón ha afirmado que "hoy presentamos un acuerdo que hace posible en nuestro grupo parlamentario lo que algunos han querido cerrar en la Mesa y en este Congreso".
En un discurso plagado de ataques al partido encabezado por Pedro Sánchez, el número dos de Podemos ha reconocido que “no nos imaginamos que iban a cerrar la puerta al reconocimiento de la diversidad territorial”.
Además, ha explicado que “hemos dado un mensaje de responsabilidad mayor que el que han dado los que se han repartido los sillones de la mesa”, en referencia a PSOE, PP y Ciudadanos. Y ha detallado que este grupo tendrá “una agrupación parlamentaria valenciana, otra gallega y otra catalana” que tendrán “manejo propio de recursos y agenda propia”.
Con portavoces adjuntos
Errejón ha desvelado que Iglesias será el presidente del grupo, él mismo será el portavoz y habrá otros cuatro portavoces adjuntos: Xavi Domènech (En Comú Podem), Alexandra Fernández (En Marea), Irene Montero (Podemos) y Angela Ballester (Podemos). En todo caso, no ha quedado claro cómo se resolverán el reparto de tiempos y de protagonismo de cada uno de los que forman este novedoso grupo parlamentario. Y, por ello, en el seno de este grupo continúa un galimatías político difícil de resolver.
Alexandra Fernández, de En Marea, ha asegurado que “nuestra candidatura cumple con los requisitos para tener grupo propio”, pero “la alianza del régimen” está “bloqueando” que candidaturas tengan representación parlamentaria. “Los partidos del búnker siguen encerrados en sí mismos y no quieren entender este escenario de pluralidad”. Para Fernández, ha habido que tener “creatividad y generosidad” para tejer esta alianza presentada este martes. Y, para terminar, ha querido remarcar que En Marea van a mantener su “autonomía política”.
El diputado de En Comú Podem por Barcelona Xavi Domènech, que encabezó la lista en las generales, ha dicho que “los partidos del bipartidismo aún no saben qué pasó el 20 de diciembre”, “Aún piensan que todo puede seguir como antes”. Este historiador cercano a Ada Colau ha destacado que “en Comú Podem ganó las elecciones en Cataluña, pero han querido que esa representación de los catalanes no tenga voz propia”, ha destacado que “cumplíamos todos los requisitos legales” para formar grupo propio y ha señalado que “desde la Mesa han planteado un cierre político para que no tuviéramos voz”. Y, por último, ha dicho que “siempre la gente ha estado por delante de la casta y hoy lo volvemos a demostrar”.
Compromís, al ataque
También en Compromís han valorado lo sucedido. Y lo han hecho atacando a sus socios (al menos hasta ahora). Su portavoz, Joan Baldoví, ha insistido en que “todas las opciones siguen abiertas” y, por ello, no ha descartado reintegrarse en Podemos cuando presumiblemente la Mesa del Congreso tumbe su iniciativa de grupo propio. Pero, eso sí, la opción más probable ahora mismo es que estos cuatro diputados acaben en el Grupo Mixto. En el partido valenciano están dolidos con Iglesias porque Podemos vetó la posibilidad de que ellos formasen un grupo junto a IU.
El diputado ha querido remarcar que la obligación del partido de Pablo Iglesias era haber apostado por poner en marcha cuatro grupos parlamentarios, tal y como estipulan sus acuerdos electorales. “Podemos firmó un protocolo con nosotros y cuando alguien firma algo, tiene que ser consecuente con lo que firma”, ha dicho Baldoví, quien ha insistido en la "coherencia" para explicar su decisión. En suma, la pelea entre Podemos y Compromís es evidente y lleva camino de perpetuarse.
La pasada semana Pablo Iglesias solo pudo enmudecer cuando le preguntaron en tres ocasiones consecutivas por cuántos diputados tendría Podemos en el Congreso. Finalmente, tendrá 65, al menos de momento.