Albert Rivera baraja sus cartas y se dispone a vender sus 40 diputados como llave para desbloquear la investidura del próximo presidente del Gobierno. El lider de Ciudadanos ha comunicado este jueves al Rey que su partido está listo para "desencallar" la actual situación de "guerra fría" entre el PP y el PSOE.
Tras una reunión de más de una hora y media con el monarca, la más larga de las audiencias con los representantes del nuevo parlamento, Rivera ha defendido en el Congreso su disposición para que la legislatura eche a andar y sea posible encontrar inquilino a La Moncloa.
En una rueda de prensa, Rivera ha vuelto a dejar bien claras las líneas rojas para C's: cualquier acuerdo debe respetar en todo caso los "pilares" de la democracia española y que son irrenunciables para su partido.
Para el líder de la formación naranja, los principios irrenunciables son la vigencia de la Constitución desde el primer artículo hasta el último, la igualdad de los españoles, la economía de mercado y la pertenencia a la UE.
El líder de Ciudadanos también ha tratado con Felipe VI su disposición para reformar la Constitución pero dejando claro que no se puede abrir un debate "sin rumbo" sobre esa revisión.
Rivera ha aprovechado para recalcar ante los periodistas que no respaldará que se constituya una ponencia "sin rumbo ni proyecto" y sin saber "para qué", ni con qué mayorías se cuenta, dado que para cambiar la Constitución se requiere una "mayoría cualificada", lo que implica que el PP tiene que "mover ficha".
Por eso, ha vuelto a plantear que el Congreso cree una comisión en la que participen los partidos y expertos constitucionalistas para analizar la posible reforma tomando como base el informe del Consejo de Estado que encargó el gobierno de Zapatero.