El expresidente de la Comunidad de Madrid pasa el menor tiempo posible en Génova. Este viernes, Esperanza Aguirre presidía el Comité Ejecutivo del PP regional que contaba con un invitado especial, el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maíllo. Sin embargo, en el puesto que debía ocupar el secretario general del partido, cargo que sigue ostentando Ignacio González, estaba sentada Cristina Cifuentes, su sucesora en la Real Casa de Correos que -todavía- no tiene representación en el partido. Su ausencia se ha justificado con un simple “está de viaje”.
La última vez que González acudió a una reunión de partido fue en octubre, cuando se celebró el Comité de Dirección donde se debatió la estrategia de defensa en la comisión de investigación puesta en marcha en el Parlamento regional para determinar su responsabilidad política en casos como Gürtel y Púnica. El expresidente de la región afeó a la cúpula regional no tener una estrategia clara y pidió información sobre la comisión para preparar su defensa.
Desde que Mariano Rajoy apeó a González de la carrera por la presidencia de la Comunidad de Madrid, el sucesor de Esperanza Aguirre optó por apartarse de todos los círculos políticos. De hecho, quiso renunciar a su puesto como secretario general del partido en Madrid, pero no le dejaron. Días después de que Manuela Carmena fuera investida alcaldesa de Madrid, Esperanza Aguirre pidió acelerar el congreso para elegir una nueva cúpula que dirija el partido. Una petición que fue desautorizada desde el aparato nacional, que ha dado orden de que no se releve a nadie en las autonomías hasta que no se celebre el congreso nacional, que lleva más de un año de retraso.
Mientras el panorama político a nivel nacional se esclarece, Ignacio González ha optado por buscarse la vida fuera de la política y ya está poniendo en marcha su propio bufete de abogados para dedicarse a sus negocios. Desde que dejó la Comunidad de Madrid en junio se refugió en el Consejo Consultivo de Madrid, donde por ley tenía puesto vitalicio. Sin embargo, un acuerdo entre Cifuentes y Ciudadanos acabó también con este paraíso laboral: coche oficial, secretaria y 8.500 euros mensuales por una reunión semanal.
Los nuevos dirigentes de la Comunidad de Madrid eliminaron el Consejo Consultivo en diciembre, por lo que este mes de enero es el primero que González no cobrará del erario público. González tenía la opción de acogerse al nuevo estatuto que recoge que durante dos años los exdirigentes regionales podrían tener un sueldo del 80% de sus retribuciones durante el mandato siempre y cuando no tengan otras actividades.
Las intenciones de González, sin embargo, pasan por volver a la vida privada. El 9 de octubre se dio de alta como ejerciente en el Colegio de Abogados de Madrid y durante este tiempo ha valorado “alguna oferta de trabajo” que le ha salido y que no ha aceptado, hasta el momento. La idea que el expresidente de la Comunidad de Madrid tiene en la cabeza es abrir su propio despacho de abogados. El paseo de la Castellana, el corazón financiero de Madrid, es el lugar donde podría afincar su nuevo puesto de trabajo el todavía secretario general del PP.