En la noche del jueves Rajoy disipaba todas las dudas: "Sí, presentaré mi candidatura al Rey". En un acto en el Museo del Prado, el presidente del Gobierno en funciones se adelantaba y aseguraba que presentaría su investidura. Un día antes de que se cerraran las rondas de consultas de Felipe VI, a la que acudirían Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, el líder del PP parecía tener claro su decisión. "Tengo todas las fuerzas y no estoy agotado. Todo lo que tenga que decir se lo diré al rey".
En la mañana del viernes, Pablo Iglesias era el primero en sorprender. Tras su reunión con el Jefe del Estado, anunciaba que había presentado a Felipe VI una solución para formar "un Gobierno del cambio", con el PSOE e IU, que contaría con Pedro Sánchez como presidente y con Iglesias de vicepresidente.
Las reacciones no se hicieron esperar. De un lado, los responsables de Podemos ensalzaban la decisión de Pablo Iglesias, resaltando la "valentía" de Iglesias y la necesidad de hacer efectivo un cambio político.
Del otro lado, PP y Ciudadanos criticaban la sed de poder del líder de Podemos, al que acusaban de querer asegurarse un cargo antes de sentarse a hablar de política.
En medio de la vorágine, PSOE e IU daban a entender estar abiertos a negociaciones.
Del lado de los socialistas, Alfredo Rubalcaba criticaba la actitud de Podemos, al considerar que se trataba de una falta de respeto al PSOE. "Es la primera vez que oigo en mi vida ofrecer un acuerdo de gobierno insultando gravemente al partido con el que quieres acordar. Para llegar a un acuerdo con un partido lo primero que hay que hacer es respetar a sus dirigentes, a sus militantes y, por supuesto a sus votantes", se podía leer en su página de Facebook. Eduardo Madina hablaba de humillación.
Al final de la noche, la historia daba un giro de 180 grados y Rajoy, en un golpe inesperado, daba marcha atrás en su decisión y renunciaba a presentar su candidatura a la investidura, al considerar que no contaba todavía con los apoyos suficientes para formar Gobierno. Sin embargo, mantenía su candidatura a la Presidencia del Gobierno.
Sus compañeros de partido se apresuraron a demostrar su apoyo a la decisión de Mariano Rajoy.
Por parte de las demás formaciones políticas, se iban sumando críticas a la decisión de Mariano Rajoy y las preguntas al PSOE. Podemos consideraba una victoria haber hecho recular al líder del PP e instaba al PSOE a tomar una posición.
Toda la red se hizo eco de la decisión. Memes, vídeos y tiradas ingeniosas, con las que los usuarios de Twitter han ilustrado las 24 horas más frenéticas de la política nacional en los últimos días.