A cinco semanas del 20D, Felipe VI recibe este lunes la segunda lista de líderes políticos de manos de Patxi López. Será el tercer viaje del presidente del Congreso a La Zarzuela en apenas diez días: así de complejo se está volviendo el mayor reto en la vida política del joven rey, que cumple 48 años este sábado 30 enredado en una endiablaba formación de Gobierno.
Para evitar verse salpicado por la política, su entorno le ha construido un escudo legal formado por estas palabras: "procedimiento, orden, Constitución y calendario". Todo menos caer en las redes de un país polarizado que lo etiquete como de izquierdas o de derechas.
Pero las leyes de Zarzuela son mayoritariamente no escritas. La hoja de ruta del artículo 99 de la Constitución no establece límites: ni de tiempo, ni de número de consultas, ni siquiera de candidatos, que podrían ser hasta perfectos desconocidos (sólo son imperativas la nacionalidad española y la mayoría de edad).
Tras la sorpresa de Mariano Rajoy, esas reglas conducen por orden natural a la nominación de Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno. Ni siquiera Albert Rivera descarta ya estar en la carrera de las sucesivas investiduras, aunque este fin de semana su número dos, José Manuel Villegas, ha dicho que esto no sería “normal”.
Poco hay en estos momentos normal en la política española. Según fuentes parlamentarias, Felipe VI no tiene más remedio que mostrar un “escrupuloso respeto a las reglas de la democracia” dado el “inédito panorama” en el que se encuentra España: “El Rey tiene que esforzarse en ser impecable y en no pringarse lo más mínimo”.
Un comité federal crucial
Lo único que rompería esta lógica institucional de “procedimiento y orden”, según fuentes del PSOE y del PP, es que Rajoy intervenga de nuevo durante la audiencia de esta semana para comunicar al Rey que el milagro ha ocurrido -tiene apoyos suficientes- o que ha decidido dar un paso atrás para que sea otro líder del PP el que intente formar Gobierno.
Sin esta excepción, la segunda nominación, la de Sánchez, podría tener lugar este mismo viernes, el día antes de ese comité federal en el que el PSOE será “muy duro” con el secretario general acerca de una posible negociación con Podemos, según fuentes socialistas. El pasado viernes, en la presentación de su gobierno en la sombra, Pablo Iglesias le perdonó la vida a Sánchez de tal manera que muchos en el PSOE están convencidos de que lo único que pretendió el líder de Podemos fue "patear el tablero” para provocar unas elecciones anticipadas.
Felipe VI no tiene más remedio que mostrar un “escrupuloso respeto a las reglas de la democracia”
Esta segunda ronda de consultas puede ser más ágil -tres días en vez de cinco- porque, según algunos de los interlocutores que ya han pasado en primera instancia ante el rey, “las posiciones ya son conocidas: sólo hay que repetirlas”. Menos hablar de reforma constitucional e idea de España y más directos al grano de la investidura. La Casa del Rey insiste: el calendario es una prerrogativa del rey, y éste no se dará a conocer hasta que no se conozca la lista de este lunes, que presumiblemente estaría compuesta de nuevo por 14 nombres (todos menos ERC y Bildu).
“Un gran patriota”
“El papel del monarca le permite estimular el consenso pero no hacer el consenso. Puede alentar a los líderes que negocien pero no puede sustituir la negociación política”, ha señalado este domingo Yolanda Gómez, catedrática de la Uned, a RNE. Por poner el caso, Mariano Rajoy podría declinar la oferta real una y otra vez hasta que se produjera ese milagro que busca para hacerse con esa segunda legislatura “que tiene merecida”, según fuentes del PP.
“Rajoy es buena persona y un gran patriota”, señalan en el PP. “Llegado el caso no me cabe duda de que haría un sacrificio, pero aún cree que tiene que seguir intentándolo”.
La España post 20D ha dado al traste con la máxima del joven rey desde que llegó al poder, hace año y medio: no news, good news. Evitar a toda costa cometer errores. Camina de la mano de Jaime Alfonsín, el primer jefe de la Casa que no es ni militar ni diplomático sino abogado del Estado. Pero dada la situación, algunos empiezan ya a pensar en esos famoso 541 días que Alberto II, el rey de los belgas, tuvo que lidiar con los políticos de su país entre 2010 y 2011.
Cualquier decisión que tome Felipe VI será escudriñada y analizada, y su reinado será juzgado por primera vez en términos objetivos y no simplemente por la ejemplaridad que ha devuelto a la Corona tras la abdicación de Juan Carlos I.
PP y PSOE se están equivocando, están utilizando para sus intereses un proceso serio e institucional
A Rajoy se le ha echado en cara este fin de semana haber aumentado las “dificultades” de Felipe VI al declinar su primera oferta para ganar tiempo. Sánchez ha dicho a través de un comunicado que aceptará si el rey se lo propone pero que sólo entonces comenzará a negociar en serio porque sigue insistiendo es que es Rajoy el que debe acudir primero a la investidura. Una actitud sin precedentes en la política española.
“PP y PSOE se están equivocando, están utilizando para sus intereses un proceso serio e institucional. La decisión de quién debe ser candidato la debe tomar el rey. Se hace un flaco favor al proceso legal y a la monarquía cuando los dos candidatos entran en la polémica de quién debe ser el candidato”, ha dicho el número dos de Ciudadanos José Manuel Villegas, informa Efe. “Ni PP ni PSOE han estado a la altura de las circunstancias y han usado un proceso muy serio en el que está involucrada la Casa Real de forma partidista y para defender sus intereses”.
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