La Junta Directiva del PP de la provincia de Valencia ha acordado nombrar secretario general provincial a Vicente Ferrer, exdiputado popular en el Congreso, que asume un cargo que llevaba vacante seis meses y que ahora ocupa "la persona más adecuada por experiencia y conocimiento del partido".
Así lo ha dado a conocer el presidente provincial del PP, Vicente Betoret, que ha explicado que en el cónclave se ha hablado "de lo que ha sucedido esta semana" en el marco de la Operación Taula contra la corrupción y se ha acordado "una reestructuración del grupo de la Diputación, porque es donde empezó la semana".
En esta línea, Bonet ha afirmado que el PP "tiene la mejor gente y las siglas son un valor importante ahora, a pesar de las circunstancias", sino que el objetivo es "reinventarnos con lo mejor que tenemos: la gente de base".
Vicente Ferrer fue condenado en 2013 por el Tribunal Supremo al pago de una multa de 720 euros y a la privación del derecho a conducir durante 8 meses por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Fue Ferrer quien reconoció que condujo bajo los efectos del alcohol por una avenida de Valencia haciendo maniobras en zigzag y cambiándose de carril sin ningún tipo de señalización. La Policía Local le sometió a una prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0,82 y 0,84 miligramos de alcohol por litro espirado de aire.
El alto tribunal condenó a Ferrer después de que fuera juzgado por los mismos hechos en un juzgado de Valencia porque ocultó su condición de aforado, lo que permitió que fuera encausado por un juzgado de instrucción valenciano, en vez del Supremo, órgano competente para enjuiciar a aforados. La condena hace dos años supone que Ferrer cuenta con antecedentes penales.
"Fue un lamentable error"
El ahora secretario general de los populares valencianos reconoció que fue un "lamentable error" y asumió la pena impuesta. Según ha explicado Ferrer, la noche en la que conducía ebrio salía de una fiesta de cumpleaños que se prolongó "más de lo previsto" ya que empezaron a la una y terminaron a las ocho, y reconoció que había "bebido de más".
"Asumo mi responsabilidad y la pena que se me ha impuesto", dijo, quien incidió en que en ningún momento hizo "alarde" de su condición de diputado.