"Yo voy en serio". Pedro Sánchez quiere ser presidente del Gobierno y asumió el encargo del rey con una gran carga de solemnidad ante la prensa este martes en el Congreso de los Diputados.
Según el candidato a la investidura, el plazo que prevé necesario para cerrar un pacto con el que acudir a la Cámara baja es de "un mes". Tendrá ante sí innumerables retos:
1. Diseñar e iniciar las negociaciones
Sánchez ha anunciado que hablará "con todos", pero que no negociará con los partidos independentistas y que el apoyo o la abstención del PP no entra en sus planes para llegar a la Moncloa. Por lo tanto, el candidato a la investidura buscará apoyo principalmente en Podemos y en Ciudadanos, como ha sugerido él mismo y han pedido muchos dirigentes del PSOE.
En su comparecencia, Sánchez anunció una ronda de contactos con todos los grupos políticos. "Aunque sea para decirles que no estoy de acuerdo, me sentaré con esos partidos independentistas", dijo también, en referencia a ERC y Democràcia i Llibertat. Sánchez no ha aclarado el orden ni si mantendrá reuniones conjuntas para comenzar a dialogar.
Ciudadanos ha dicho tajantemente que el acuerdo con el PSOE no puede prosperar si Podemos es parte de la fórmula y viceversa. Por ese motivo, el propio diseño de las negociaciones puede ser un verdadero quebradero de cabeza.
Este martes, el portavoz de Ciudadanos en la cámara baja aseguró su formación no se negará a negociar con el PSOE aunque éste negocie con Podemos. "Ni muchísimo menos, faltaría más", dijo Juan Carlos Girauta. La formación de Albert Rivera busca aún una fórmula que incluya al PP y descarte a Iglesias, por lo que está dispuesto a que las conversaciones sean a varias bandas y en paralelo.
Está por ver si Podemos está por la labor de negociar con Sánchez sabiendo su esquema de conversaciones y si acudirá con ánimo de llegar a un acuerdo.
2. Conseguir flexibilizar las posturas
Estas semanas han sido un rosario de líneas rojas: a partidos y a propuestas. El candidato socialista tiene primero que conseguir que se relajen las posturas y se acaben "los frentes", como él mismo los ha definido. Estas son algunas de las líneas rojas:
-De Ciudadanos a Podemos.
-De Podemos a Ciudadanos.
-De los partidos independentistas catalanes a los que no reconozcan el derecho a la autodeterminación.
-Las confluencias de Podemos, con el apoyo de Iglesias, reclaman un reconocimiento del "derecho a decidir" y la consideración de España como un Estado plurinacional.
-El PNV quiere una relación bilateral con el Estado y nuevas transferencias.
3. Los asuntos políticos
Sánchez sólo podrá ser elegido si consigue una amplia mayoría en torno a asuntos que él mismo ha esbozado: un nuevo estatuto de los trabajadores, la mejora de la sanidad y la educación, la garantía de las pensiones, una reforma de la Constitución que satisfaga a Cataluña, un proyecto europeísta, la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción...
Podemos y Ciudadanos tienen programas antagónicos en muchos de estos puntos. Y ambos están unidos en la crítica a los partidos tradicionales y su laxitud frente a la corrupción, por lo que el reto de pactar medidas que encuentren un amplio consenso será una tarea ardua.
Por otra parte, el capítulo territorial podría hacer que le salten las costuras a todo pacto en torno a otros asuntos. Un tercio de los parlamentarios de Podemos provienen de confluencias en Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana, mientras que Ciudadanos tiene un discurso sobre la unidad de España muy firme y a priori poco flexible.
4. La fórmula de Gobierno y los "sillones"
Sánchez prioriza el "para qué" al "con quién" y este martes no ha aclarado si prefiere gobernar en coalición o en solitario. Ha sugerido que dependerá del transcurso de las negociaciones.
Iglesias ha hecho de su vicepresidencia una condición muy tajante y ese será un asunto espinoso. ¿Entrará finalmente Podemos en el Gobierno? ¿Lo hará Ciudadanos? ¿Ambos? ¿Habrá ministros del PNV u otras fuerzas?
5. La consulta a la militancia y su partido
Sánchez ha prometido someter a los más de 190.000 militantes del PSOE el acuerdo. Preguntado por EL ESPAÑOL, el líder socialista ha anunciado que consultará al resto de dirigentes socialistas, muchos de ellos opuestos a un Gobierno con Podemos y radicalmente en contra de cualquier abstención independentista
Tras la consulta a la militancia, se celebrará un Comité Federal, que es quien tiene la última palabra.
6. Superar la votación
Dentro de un mes, según los cálculos de Sánchez, Patxi López convocará como presidente del Congreso el primer pleno de investidura. En la primera votación, el candidato necesita la mayoría absoluta de la cámara: 176 diputados. En segunda votación, que se convoca automáticamente 48 horas después, sólo necesita la mayoría simple.
Si no lo consigue, se abre un período de dos meses para que él u otro candidato lo intente. En su comparecencia, Sánchez aseguró no ser Rajoy y se ha comprometido a someterse su programa a la confianza de la cámara, independientemente de que tenga o no los apoyos.