El líder de Podemos no quiere perder más el tiempo y ha pedido a Pedro Sánchez, en la primera reunión que han mantenido para intentar formar un gobierno “de progreso”, que rompa las negociaciones que el PSOE va a iniciar esta misma tarde con Ciudadanos para poder pactar con Podemos. El socialista se ha negado en rotundo. “La propuesta de Iglesias en exclusiva y excluyente”, ha criticado. La reunión, de hora y media de duración, ha sido “cordial”, a juicio del líder de la marea morada, pero no dan tregua. El PSOE deberá elegir entre ellos o Ciudadanos para continuar la negociación de su investidura y Sánchez afea a Pablo Iglesias que “querer es poder. La puerta va a seguir abierta. A Pablo y a los demás”.
Para Iglesias, “un acuerdo con Ciudadanos sería un gobierno con el PP en diferido. Nuestra oferta es que nos pongamos a trabajar ya en un gobierno de coalición donde estuviéramos nosotros, las confluencias, Izquierda Unida y el PSOE. Si quiere trabajar en esa dirección, estamos dispuestos a trabajar desde ya”. Más contundente que nunca aunque con un tono de voz menos altivo que la primera vez que lanzó su oferta a Sánchez, Iglesias se resiste a no ser él el vicepresidente de Pedro Sánchez. “Un gobierno de coalición no implica condiciones, pero sí consecuencias. La consecuencia es que el presidente es de la fuerza más votada y el vicepresidente de la segunda fuerza. Y los equipos de gobierno se organizan en función de los apoyos de cada formación política”.
En un tono mucho más dialogante, Pedro Sánchez deja la mano tendida a Podemos y pide a su líder que reflexione. “Tenemos que ser generosos, emprender entre todos un camino de humildad y de responsabilidad, de generosidad y un camino cargado de principios y convicciones”. El olfato de Iglesias le hace entrever que Pedro Sánchez quiere ser el presidente de “un gobierno de progreso” y han quedado en “hablar con frecuencia”, en tres o cuatro días. “Que vernos no se convierta en una noticia ni en trending topic”. El equipo negociador de Podemos, que todavía no se ha anunciado, “estará en el momento en que PSOE quiera negociar con nosotros. Mañana mismo”. Sin embargo, Sánchez critica que “algunas formaciones que se tildan de nuevas no han entendido ese nuevo tiempo político”.
El líder de Podemos se resiste a anunciar a qué está dispuesto a renunciar a cambio de formar parte de un gobierno presidido por Pedro Sánchez y sigue poniendo el referéndum en Cataluña como una línea roja inquebrantable para su formación. Sánchez e Iglesias han hablado también del ministerio de plurinacionalidad que el de Podemos se sacó de la manga en su primera oferta de gobierno. “Le he explicado que yo entiendo que las soluciones democráticas tienen que sustituir políticas inmovilistas y el esquema del choque de trenes. Aunque no estemos de acuerdo, es bueno que dialoguemos”.
Como el Partido Popular, Podemos también quiere que la sesión de investidura sea lo más pronto posible, aunque Iglesias se desmarca de esa pinza que le une al partido conservador. “Nosotros con el PP no vamos a ir ni a la vuelta de la esquina, pero aquí hace falta que haya un gobierno pronto. Se ha perdido demasiado tiempo. Ojala esta conversación se hubiera producido cuatro días después del 20D y hoy tuviéramos ya un gobierno de progreso. Las posiciones están muy claras. Creo que no tiene mucho sentido dilatar demasiado las cosas y que los españoles tengan que seguir soportando a Rajoy como presidente interino”.
Pedro Sánchez reconoció que quiere formar gobierno “lo más pronto posible”, pero critica que el PP haya inscrito en el registro del Congreso una petición para que la investidura sea el 22 de febrero: “Que aquellos que han permitido esta situación de bloqueo nos ponga fecha a quien queremos desbloquearla no tiene sentido”. Antes de terminar, lanzó un mensaje a Rajoy: “Vísteme despacio que tengo prisa”.