Pedro Sánchez optó por un look más informal para su primera reunión con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que acudió a la cita con un jersey gris a juego con la chaqueta del líder del PSOE. Parecían ya un equipo consolidado y no el primer intento del líder de la marea morada de hacerse con la Vicepresidencia de un Gobierno presidido por el socialista.
La reunión, que se prolongó durante más de una hora, fue cordial, a juicio de la opinión de Iglesias, aunque puso a Sánchez contra las cuerdas: o Ciudadanos o ellos. El socialista, por su parte, insiste en que hay que mirar a izquierda y derecha, "todos de reojo", y su equipo negociador se sienta durante la tarde de este viernes con los de Ciudadanos para empezar a trabajar en ese gobierno que saque a Mariano Rajoy de la Moncloa.
Con un tono de voz más prudente que tras su comparecencia al verse con el Rey, Pablo Iglesias ha insistido varias veces en que, "de corazón", cree que Pedro Sánchez les elegirá a ellos para ese gobierno. Si no es así, que nadie cuente con Podemos para cuadrar ningún otro gobierno donde él no sea vicepresidente. Son las líneas rojas que, de momento, Podemos no está dispuesto a borrar para facilitar la investidura del socialista.
Tantas son las ganas que Pablo Iglesias tiene de alcanzar el poder, que se ha ofrecido como negociador entre Pedro Sánchez y los grupos independentistas para facilitar el gobierno de cambio que tanto ansía. El mensaje es rotundo: donde cabe Podemos no puede estar Ciudadanos, "Un acuerdo con Ciudadanos sería un acuerdo con el PP en diferido".