“En ningún caso se debe poder tildar a Ciudadanos como marca blanca del PP (en Valencia)”. El ruego lo hacía esta pasada semana Carolina Punset, la portavoz del partido de Albert Rivera en las Cortes Valencianas el día que anunció que lo dejaba para irse al Parlamento Europeo.

Era algo así como un último deseo para mantener su legado, pero la petición fue entendida por muchos en clave interna. Es decir, de guerra interna entre las facciones que se han instalado en la formación naranja en Valencia: una conservadora encabezada por expopulares y otra, más progresista, que lideraba Punset. Albert Rivera ha frenado de momento las divisiones con un reparto de poder de C’s en la Comunidad Valenciana. Así, los conservadores se hacen con el control orgánico del partido, mientras que los afines a Punset mantendrán el liderazgo en el parlamento regional.

La marcha de Punset a Europa para ocupar su puesto de eurodiputada vacante tras la elección de Juan Carlos Girauta para el Congreso era algo previsible pero no por eso no deja de ser una muestra de la caída del liderazgo de esta abogada, hija del divulgador científico Eduard Punset, que había devenido en un 'verso suelto' del partido.

La ya exportavoz en las Cortes Valencianas -dejó oficialmente el puesto el pasado viernes- entró en Ciudadanos de la mano de su fundador. Estaba en el Ayuntamiento de Altea (Alicante), donde era concejala de un partido independiente, cuando Rivera la llamó directamente y le habló de formar parte de lo que luego fue Movimiento Ciudadano, el germen del partido. Punset fue una de las caras que participaron en la presentación de esta plataforma en octubre de 2013 en el Teatro Goya de Madrid. Poco después fue elegida en primarias para acudir en el tercer puesto en las europeas de 2014 y fue la única candidata que obtuvo los avales necesarios para luchar por la presidencia de la Generalitat por C’s en los comicios autonómicos de 2015. La abogada, nacida en Washington en 1971, era una apuesta personal de Albert Rivera, que la incluyó además en el organigrama nacional.

C’s obtuvo 306.396 votos y trece diputados en las autonómicas y ejerce de oposición después de que el socialista Ximo Puig formara gobierno tras un pacto con Compromís y Podemos. Punset le había ofrecido su apoyo a Puig para investirle presidente pero esto pasaba por un descartado apoyo del PP y por que el PSPV no consiguiera el acuerdo con los de Mónica Oltra y Antonio Montiel.

DESUNIÓN EN EL GRUPO

En este escenario, el papel de Punset como líder de la oposición en el Parlamento valenciano (prácticamente todas las intervenciones del PP son contrarrestadas con acusaciones por los casos de corrupción) ha generado desunión entre los suyos. La abogada, con inquietudes ecologistas, se ha mostrado cercana a los socialistas e incluso a Podemos. Recientemente presentó junto al líder del partido de Pablo Iglesias en Valencia, Antonio Montiel, un acuerdo para llevar a las Cortes una proposición no de ley para un nuevo modelo urbanístico.

Estos acercamientos con los partidos que sustentan el gobierno valenciano no los ha compartido con Compromís, a quienes achaca actitudes nacionalistas y critica su labor por la inmersión lingüística en la educación. Un asunto, este último, que le costó grandes críticas en su primera intervención parlamentaria al afirmar: “El valenciano es entrañable pero no sirve para encontrar empleo (…) Allá donde triunfa la inmersión lingüística estamos volviendo a la aldea”.

Esta labor política la ha venido ejecutando junto a quien ha sido su mano derecha en las Cortes, Alexis Marí, proveniente de UPyD, y ha derivado en el surgimiento de voces discordantes con su gestión y que se identifican con diputados procedentes de las filas del PP como Emilio Argüeso y Emigdio Tormo. La marcha de Punset a Europa ha sido una dura decisión personal que, según ella misma dijo, tomó con total libertad. Sin embargo, hacía tiempo que el camino en el partido se le había torcido. El punto de inflexión fue octubre del pasado año, cuando Rivera prefirió colocar al portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, como portavoz del partido en la Comunidad Valenciana en detrimento de Punset.

La opción del líder nacional de C’s por el hombre que pidió la cabeza de Rita Barberá a cambio de un pacto con los socialistas para evitar que Joan Ribó (Compromís) fuera alcalde dejó en una mala posición de liderazgo a Punset, cuya portavocía quedó así limitada al ámbito del Parlamento valenciano y veía coartadas sus ambiciones en la Comunidad Valenciana.

El día que comunicó su decisión de irse a Bruselas pidió que el partido no acabase siendo una marca blanca del PP. Un mensaje para impulsar la elección de Marí como sustituto en contra de quienes representan el bando más conservador del grupo parlamentario.

Emigdio Tormo (2d) junto a Carolina Punset (centro). Efe

DIVISIÓN DE PODERES

La decisión de quién iba a ser el sucesor de Punset duró unos días. Hasta que el pasado viernes visitó Valencia el secretario de Organizaición, Fran Hervías, y comunicó que sería Alexis Marí el nuevo portavoz en las Cortes. Su poder, como en el caso de Punset, quedará limitado a este escenario, porque Rivera mantiene a Giner como portavoz autonómico y como delegado territorial a Emilio Argüeso. La labor del sucesor de Punset estará además flanqueada por Juan Córdoba, un hombre de confianza de Giner, como coordinador del grupo parlamentario. “La doble portavocía no es la única en España, es  normal y habitual”, dijo Hervías al ser preguntado sobre el motivo por el que se dividía el liderazgo del partido en la Comunidad Valenciana con un  portavoz autonómico distinto al portavoz parlamentario. El protagonismo de Marí queda además minimizado al no ser incluido en el Comité Territorial.

El reparto de poderes deja al ‘bando conservador’ con las riendas del partido mientras que los más progresistas se quedan con la labor parlamentaria.

PROTAGONISMO DE CANTÓ EN MADRID

Alexis Marí proviene de las filas de UPyD, de donde fue coordinador territorial tras unas primarias en 2014 en las que se enfrentó y venció a Toni Cantó. Paradójicamente, el actor es otra de las personas de la total confianza de Rivera. Una apuesta personal que permitió a Cantó presentarse a las primarias para la lista al Congreso pese a no cumplir con el requisito de la afiliación previa. La ‘bula’ causó malestar entre la militancia, pero Cantó obtuvo los votos necesarios para ser el número dos de la candidatura.

El apoyo de Rivera al ex de UPyD se hizo patente en gestos como que fuera éste y no el número uno, Vicente Ten, quien estuviera a su lado en todo momento en el acto principal de campaña electoral en Valencia. La marcha de Punset al Parlamento Europeo y su consiguiente caída como cara visible de Ciudadanos en el panorama político nacional realza indirectamente la figura de Cantó, aunque su protagonismo se enmarca más en el Congreso y no en la política valenciana.

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