El caso Nóos llega a juicio con un escenario complicado para el cuñado del rey Felipe VI y para su socio Diego Torres. El primer acusado en declarar, José Luis Ballester, se sentó delante del tribunal “a pecho descubierto” dispuesto a señalar directamente al ex presidente del Gobierno balear Jaume Matas por dar millones de euros al yerno de Juan Carlos I sólo por ser quien era. Durante su interrogatorio fue muy claro. “Todos sabían perfectamente cuáles eran los pasos y los objetivos a cumplir. El objetivo era contratar a Urdangarín. No me queda ninguna duda que era directriz de Matas contratarle”, afirmó a preguntas del fiscal.
Durante más de cuatro horas, el ex director general de Deportes del Gobierno balear, José Luis 'Pepote' Ballester, fue constante en sus acusaciones. El patrocinio al equipo ciclista, con su oficina de seguimiento, y los convenios de colaboración para realizar dos Illes Balears Forum "se concedieron a Don Iñaki por orden de Matas". El papeleo y los mecanismos para pagarle fueron únicamente una manera de “vestir el santo”.
La estrategia dirigida por Matas era trocear los convenios y distribuir los pagos a través de las consejerías de Deportes y Turismo así como a través de la Fundación Illesport, de la que él era presidente. Las actas de reuniones de la Fundación en las que se aprobó el pago de estos convenios no fueron reales. “Nunca nos reunimos”, aseguró Ballester.
Matas, boli en mano
José Luis Ballester confesó en la sala de vistas justo con Matas sentado detrás de él, a menos de un metro. El ex presidente balear y ex ministro de Aznar no paraba de tomar apuntes en un cuaderno de todo lo que iba diciendo.
Ballester no decidió colaborar con la Justicia, según él, para conseguir una rebaja de la pena sino para asumir su responsabilidad y acabar con las mentiras que se estaban diciendo. Aún así, el ex director general de Deportes ha conseguido que la Fiscalía solicite para él únicamente dos años de prisión.
Él es uno de los cinco acusados que han acordado con el fiscal Pedro Horrach confesar los hechos y de esta manera conseguir una atenuante en su pena. El representante del Ministerio Público pretende que Matas reconozca los hechos y señale directamente a Urdangarín y Torres. De esta manera, el ex dirigente 'popular' obtendría una disminución de su condena, una vez que ha aportado su palacete, valorado en 1,3 millones de euros.
Matas es el quinto acusado que declarará en el juicio y previsiblemente lo hará antes de que acabe esta semana. Sin embargo, en las próximas horas debe decidir si acepta el pacto con la Fiscalía y confiesa que ordenó amañar varios contratos para favorecer al marido de la infanta Cristina de Borbón.
La declaración de Ballester ya le ha dejado 'tocado', pero el testimonio de otros tres altos cargos públicos del Gobierno balear en el mismo sentido pueden dejar su defensa muy dañada. El primer arrepentido aseguró que todo se hizo bajo las órdenes de Matas:
- Fiscal: ¿Quiere decir que había una orden del señor Matas y ustedes lo cumplieron?
- Ballester: Por supuesto. En ese momento me parecía lo más normal. Es después cuando interiorizo que eso no está bien hecho. Por eso decido colaborar con la Justicia. Aquí nadie sabe nada. Si te dicen contrata y éste es el precio, se hace. No hay ninguna duda.
Reunión en Marivent
La relación de Ballester y Matas con Urdangarín era buena. Habían estado en su boda con la infanta Cristina de Borbón, habían coincidido en numerosos actos e incluso habían jugado al pádel en el Palacio Marivent, utilizado por la Familia Real durante los veranos en Palma de Mallorca. Fue precisamente después de un partido entre los tres y una cuarta persona cuando se decidió aceptar el primer proyecto presentado por el yerno de Juan Carlos I.
Echando la mirada atrás, 'Pepote' cree que Urdangarín le “utilizó” para acercarse a Matas y conseguir sus objetivos. Toda esta lista de agravios y acusaciones los ha escuchado en la misma sala en la que que se encontraban el propio Urdangarín y su mujer, acusada como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales de su marido.
La hermana del Rey estuvo algo menos tensa que el primer día de la vista, cuando se plantearon las cuestiones previas con las que pretendía salir del proceso y que finalmente fueron rechazadas por la Audiencia Provincial de Palma que juzga el caso. Cristina de Borbón, la última de los acusados en declarar, tendrá que estar sentada en el banquillo hasta el día 26, cuando previsiblemente acaben los interrogatorios de todos los que ocupan el banquillo. El tribunal ha autorizado a ausentarse a todos los acusados que lo deseen dada la duración de la vista, que se prolongará varios meses.
La infanta entraba poco antes de las 9 de la mañana al edificio donde se celebra el juicio junto a su marido, el principal imputado junto a su socio Diego Torres. A diferencia del primer día, este martes se pudo ver a Cristina de Borbón con un aspecto menos recto y con menos tensión. Incluso en algún momento habló con el acusado que se sienta justo al lado de ella, el abogado Salvador Trinxet.
Cifras redondas
En aquellos años bajo la batuta de Matas, a Ballester todo le parecía normal. Fue a raíz de su detención en febrero de 2009 cuando se dio cuenta de que lo que había hecho estaba mal. Habló mucho con su padre, un médico, funcionario público jubilado. Después de conocer que su progenitor padecía una enfermedad Ballester dio el paso definitivo para contar lo que realmente había ocurrido. Hasta ese momento, no le extrañó que los convenios firmados por el Instituto Nóos se hicieran sin el expediente administrativo oportuno ni que las cifras de los presupuestos fueran números redondos.
Fiscal: ¿No se movía un duro sin la orden del presidente?
Ballester: En esa cantidades y en esos términos no.
F: ¿Era necesario abrir un expediente?
B: Ése es el motivo por el que estamos aquí, entre otros.
F: ¿No le extrañó que todas las cantidades fueran redondas?
B: Nadie comprobó si se iban a gastar lo que ponía en el presupuesto. No hubo una comparativa, no hubo otro presupuesto. Si me pregunta si se decidió firmar con ese importe, sí. ¿Y sólo con ese importe? Sí.
Fue en 2007 cuando tuvo el primer encontronazo con Nóos. Para esas fechas Urdangarín ya le había comentado que dejaba el Instituto. De la instrucción del caso se desprende que fue la Casa Real la que instó al marido de la infanta a dejar esa fundación, a través de la cual contrataba y manejaba dinero público, y a sacar de la junta directiva tanto a la infanta como al secretario de ésta, Carlos García Revenga.
Iñaki, fuera de Nóos pero cobrando
Sin embargo, el fiscal sostiene que realmente Urdangarín siguió en Nóos a la sombra y continuó recibiendo el 50% de los beneficios obtenidos a través de contratos públicos irregulares, dinero que movían a través de sociedades pantalla entre él y su socio, Diego Torres.
Prueba de ello es la explicación ofrecida por Ballester. Relató al tribunal que después de firmar el segundo convenio de colaboración para el Illes Balear Forum, por el que el Gobierno balear pagó a Nóos 1,1 millón de euros, el director general de Deportes no dio la orden de pago a la fundación hasta que no entregara los trabajos requeridos. Según su versión, habían entregado una hoja para justificar el proyecto y eso no valía. Torres le llamó en varias ocasiones para cobrar pero Ballester le dijo que primero debían hacer el trabajo exigido.
En enero de 2007, fue el propio Urdangarín quien llamó a Ballester para cobrar lo que había pendiente. Le “extrañó” que lo hiciera porque, según le había dicho, se había desvinculado de la fundación. Aun así le explicó que Torres debía entregar el proyecto que justificara el trabajo. No hubo más llamadas pero se salieron con la suya. Matas ordenó que se le pagara. No quería problemas y lo único que deseaba era “ganar las elecciones” de aquel año.
El abogado de Matas intentó que Ballester reconociera que el ex presidente no estuvo en ninguna reunión en la que se hablara del presupuesto que se concedería a Urdangarín por los convenios. El ex alto cargo de Deportes así lo reconoció. Ahora bien, le dio la última estacada. “Matas no estaba en las reuniones donde se fijó el precio, pero se lo trasladaban al 0,1 segundo después”, espetó.
Además, a preguntas del letrado del ex presidente, Ballester insistió que “Matas dio la orden de contratar a esa persona”. “El señor Matas no repetía muchas veces las cosas. Dijo que se hiciera”, concluyó.
Este miércoles está prevista la declaración del ex gerente de la Fundación Illesport, Gonzalo Bernal, a quien le seguirá el ex director gerente del Instituto Balear de Turismo (Ibatur), Juan Carlos Alia Pino, y el ex jefe del departamento jurídico de Ibatur, Miguel Ángel Bonet.
Estas tres próximas declaraciones van a ser demoledoras para Matas y los socios de Nóos. Los tres acusados han acordado con el fiscal reconocer los hechos a cambio de una rebaja en la condena.