El presidente del Gobierno en funciones ha presidido la reunión del Grupo Parlamentario en el Senado en pleno ruido mediático por la 'desaparición' de la senadora Rita Barberá del escenario público. La exalcaldesa de Valencia, señalada desde que la Operación Taula se llevó por delante a todo su equipo local, sigue sin depurar responsabilidades y nadie sabe dónde está. El Partido Popular, que ha pedido públicamente que es necesaria una respuesta, ha optado por protegerla frente a la Justicia manteniéndole como uno de las 35 senadores que pertenecen a la Diputación Permanente, la única comisión que sigue vigente si se disuelven las Cortes Generales.
Mariano Rajoy llegó a la reunión acompañado por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; el vicesecretario Javier Arenas; el presidente del Senado, Pío García Escudero, y el portavoz del Grupo Popular en el Senado, José Manuel Barreiro. El líder del PP volvió a insistir en que su partido ha ganado las elecciones y se comprometió a luchar su victoria. "No queremos engañar a la gente ni con fórmulas imposibles ni con comedias de enredo". La política tiene, a juicio de Rajoy, "una parte de escenificación, pero necesita algo más que fotos, movimientos y ruedas de prensa. Necesita programas, proyectos, iniciativas, sensatez, sentidos común y votos suficientes para llevarlos a cabo. Y con 90 votos no se puede gobernar, ni aquí ni en ningún otro lugar".
El líder del PP no quiso mencionar a su compañera valenciana. Sin embargo, hizo una clara alusión al momento tan convulso que se vive en la Cámara Alta. "Es importante ser combativos y mantener la tranquilidad". Rajoy se refería a que el Senado va a tener un papel "absolutamente básico y fundamental" en esta legislatura si el PSOE consigue la investidura. "Quiero animaros a que desempeñéis vuestra labor con el mayor entusiasmo posible", dijo el líder del PP a sus 122 senadores.
Ni el líder del PP ni el portavoz del Grupo Popular en el Senado, José Manuel Barreiro que ofreció un discurso en el que hizo hincapié en lo "orgullosos" que se sienten de ser del partido que Rajoy lidera, mencionaron a Rita Barberá. Solo el catalán Xabier García Albiol pidió antes de comenzar la reunión que la situación "no es cómoda para nadie" y animó a su compañera de partido a dar las explicaciones pertinentes para poder defender su honoratiblidad.
El presidente del Gobierno en funciones se centró en enviar el mensaje de siempre: que el partido que él dirige fue el más votado el 20D y que la propuesta "más democrática" para gobernar España es el tripartito que él encabezaría, junto con el PSOE y Ciudadanos. "Lo contrario será un gobierno débil que no tenga la posibilidad de sacar sus proyectos adelante. Se necesita un Gobierno con mayoría, por eso hemos hecho una propuesta".
La propuesta del PP es "lo que le voy a contar al señor Rivera y al señor Sánchez". Rajoy insiste en que no ha tenido ocasión de contarle su propuesta al presidenciable socialista porque lleva sin verlo desde el 23 de diciembre, cuando los dos líderes se vieron en el Palacio de la Moncloa antes de que el Rey propusiera al popular en primer lugar para formar Gobierno. "Este gobierno es el más razonable, el más apoyado, el que nos permitir dar un buen mensaje para consolidar el crecimiento económico y el empleo".
Rajoy esbozó los ejes de su propuesta, con cinco objetivos, aunque reconoció que están dispuestos a modificarlos para conseguir su investidura. "Estamos dispuestos a considerar cualquier propuesta que de buena fe alguien quiera hacernos". Antes de terminar, el líder del PP reprochó a Sánchez que no haya incluido en su propuesta de gobierno "el mantenimiento de la unidad de España", en una clara referencia al desafío de Cataluña. "Este partido no va a renunciar a esa bandera de ninguna manera".