Pedro Sánchez se ha reunido con periodistas este jueves.

Pedro Sánchez se ha reunido con periodistas este jueves. EFE

España GOBIERNO

El PSOE buscará la abstención de Podemos con un diálogo exprés

Sánchez demora la negociación con Iglesias y éste toma la iniciativa concretando su oferta de gobierno.

12 febrero, 2016 02:50

Noticias relacionadas

La política española se ha convertido en una suerte de tablero donde todas las piezas se colocan de forma estratégica. Todos los movimientos pretenden lograr fines que están ocultos. En este contexto de creciente incertidumbre, empieza a tomar forma la opción de que el PSOE intente lograr la abstención de Podemos con un requiebro de última hora. La táctica que ya se baraja en filas socialistas consiste en que, una vez cerrado un acuerdo programático con Ciudadanos, se ofrecería una negociación exprés a la formación emergente a pocos días para la sesión de investidura. Así, Pedro Sánchez dejaría sin margen de maniobra a Pablo Iglesias, que tendría toda la presión encima porque, de no abstenerse, votaría junto al PP y casi con toda seguridad se tendrían que repetir las elecciones. 

Hasta ahora, Pedro Sánchez ha optado por negociar a fondo con Ciudadanos y aparcar los contactos con la formación liderada por Pablo Iglesias. La estrategia del PSOE es aparecer ante los españoles como un partido moderado que está dispuesto a negociar con el resto de formaciones políticas. Ahí se enmarca la larga ronda de consultas que está llevando a cabo Sánchez, tanto con partidos como con diferentes colectivos de la sociedad civil. En cambio, el veto de Podemos a llegar a acuerdos con el partido de Albert Rivera sitúa a Iglesias y los suyos ante la opinión pública con una postura demasiado rígida.

La presión, para Podemos

Aunque la aritmética dice que no tienen fácil lograr la investidura de Sánchez, los socialistas están más que cómodos con la actual tesitura, porque toda la presión está recayendo sobre Podemos. Sin embargo, el tiempo se le está acabando al PSOE. Está previsto que el próximo martes el presidente del Congreso, Patxi López, comunique a los diferentes grupos parlamentarios la fecha elegida para la sesión de investidura. Como ha publicado EL ESPAÑOL, todo hace indicar que se celebrará el 29 de febrero o, como tarde, en los primeros días de marzo. 

Con ese calendario, el margen de actuación es corto. Y aún será más pequeño cuando la fecha elegida sea oficial. En Podemos querían unas negociaciones con el PSOE que serían a fondo y televisadas y que versarían tanto sobre cuestiones programáticas como sobre la composición del Ejecutivo de coalición que propuso Iglesias entre su partido, el PSOE e IU. Ya no queda tiempo para un diálogo de ese calibre.

El calendario, clave

Conscientes de ese apretado calendario, en el PSOE están demorando el momento de sentarse con Podemos. Y, al mismo tiempo, avanzan en sus conversaciones con Ciudadanos. Si este diálogo entre los equipos de Pedro Sánchez y Albert Rivera sigue siendo fructífero, podrá llevarse a cabo la operación mencionada para lograr la investidura de Podemos. Una vez que ambas formaciones tengan un acuerdo más o menos cerrado, el PSOE ofertaría de forma más concreta una negociación a Podemos.

Poco tiempo tendrían en el partido morado para oponerse a la oferta. Más aún, teniendo en cuenta que el PSOE ya ha anunciado que consultará a sus 195.000 militantes cualquier acuerdo y que Podemos también preguntará a sus simpatizantes. En ese escenario hipotético, Iglesias y sus correligionarios se verían entre la espada y la pared en la investidura: o abstenerse y dejar gobernar en minoría a Sánchez o votar en contra -como parece seguro que hará el PP- y aparecer ante los electores como los causantes de unas nuevas elecciones.

Iglesias, al ataque

En Podemos son conscientes de que el PSOE podría intentar esta maniobra de última hora para forzar su abstención. Pero, lejos de dejar pasar el tiempo para ver si se da esta posibilidad, Iglesias, Íñigo Errejón y sus compañeros de la dirección ya han preparado un contraataque para forzar al PSOE a sentarse cuanto antes en la mesa de negociación. 

Está previsto que este mismo viernes la formación liderada por Iglesias presente un documento en el que concreta su oferta de "gobierno de cambio y de progreso". Así, el partido emergente mata dos pájaros de un tiro: por un lado, trata de retomar la iniciativa frente al avance de las negociaciones entre el PSOE y Ciudadanos; y, lo que es más importante, presiona a Sánchez para que se avenga a negociar. 

Así, si el diálogo entre socialistas y morados no se produce o no llega a buen puerto, desde Podemos podrían responsabilizar a sus oponentes políticos. Es decir, en el partido emergente, como en el resto de formaciones, están actuando con la mirada puesta en una posible repetición de elecciones. Más que un período destinado a alumbrar una investidura, parece que España vive una inagotable precampaña electoral.