Casi dos meses después de las elecciones generales, nadie sabe todavía si se podrá formar Gobierno o deberán repetirse las elecciones. En un escenario cada vez más polarizado, Ciudadanos parece el partido más dispuesto a ejercer de bisagra entre el PP y el PSOE.
Tras dar su visión sobre la política catalana, Inés Arrimadas conversa en esta segunda parte de la entrevista sobre la política nacional y el bloqueo institucional que vive el país. La dirigente de Ciudadanos considera conveniente evitar unos nuevos comicios y emplaza a los dos grandes partidos españoles al diálogo para llevar a cabo grandes reformas.
Dos meses después de las generales, ¿cree que Girauta fue un buen candidato para Cataluña?
Creo que sí. Además, cuando uno está en un partido que hace primarias no hay discusión sobre el candidato. ¿Es el mejor candidato? Claro, porque es el que eligió la militancia. Otra cosa es cuando hay dedazo, que puedes valorar la decisión. Aun así, creo que fue un magnífico candidato y es una persona muy preparada, culta y con una trayectoria incuestionable
Más allá del argumento de que en las elecciones autonómicas se vota distinto que en las generales, ¿cómo justifican haber pasado de segunda fuerza en las autonómicas a quinta en las generales?
El voto no tiene nada que ver. Si lo miras en otras Comunidades Autónomas, no hay tanta diferencia. En Cataluña siempre ha habido una óptica totalmente distinta en función del tipo de elecciones.
¿Ciudadanos pierde tirón en Cataluña cuando se va más allá del debate sobre la independencia?
Creo que Ciudadanos es una alternativa política de primer nivel. Creo que no sales elegida líder de la oposición simplemente con un sólo tema. Creo que tenemos un peso reconocido y reconocible. Además hay que tener en cuenta que es la primera vez que entramos en el Congreso, no estábamos en los espacios electorales. Esto no quita que se pueda hacer autocrítica. Seguro que pudimos mejorar la campaña.
¿Se hizo larga?
A mi personalmente no.
¿Y al partido? Parecía que cada día que pasaba bajaban en las encuestas.
Ha sido una campaña dura. Hemos sido objeto de ataque por parte de los tres partidos. Se nos veía como una amenaza por parte de las tres formaciones. Además cometimos algunos errores que reconocimos en una rueda de prensa posterior al 20 de diciembre.
¿Qué falló?
Se pudieron mejorar cosas. Quisimos hacer una campaña muy en positivo, constructiva y sin meternos con nadie, sabiendo que el 21 de diciembre tendríamos que sentarnos todos a negociar. Fuimos un poco ingenuos pero fuimos fieles a nuestros principios. Es cierto que quizás deberíamos haber reaccionado mejor ante la dureza de los demás.
¿Están receptivos con el PSOE porque tienen miedo a otras elecciones?
Este es otro mantra que se está repitiendo mucho: si vamos a elecciones vamos a bajar en votos. Las últimas encuestas que están saliendo dicen que Ciudadanos subiría porque la percepción que la gente está teniendo de nosotros durante estas semanas de negociaciones es muy buena.
Creemos que no es bueno ir a elecciones, aunque hay encuestas que digan que podemos subir. Nos da igual eso. Lo que dicen todas las encuestas es que la suma no varía. Por tanto si vamos a estar en la misma situación intentemos llegar a un acuerdo
¿Por qué no se plantean entonces un Gobierno de coalición con el PSOE?
No es nuestro modelo. Siempre hemos dicho que no queremos estar en un Gobierno que no encabecemos. Aún así estamos sentándonos a negociar con una hoja de reformas porque creemos que es lo que necesita España. Y lo que le decimos al PSOE es que no puede plantearse grandes reformas para España dejando de lado al PP y a sus 7 millones de votantes. También le decimos al PP que no puede ignorar los 5 millones de votos del PSOE.
¿Los 5 millones de votos de Podemos sí pueden ignorarse?
Por supuesto que no. Estamos desando que en el Congreso podamos sumar votos con Podemos para determinadas cuestiones de regeneración democrática. Es cierto que en temas económicos o en temas sobre la igualdad de los españoles o de la distribución territorial de España no vamos a llegar a acuerdos. No los queremos excluir de una posible negociación de la ley electoral, o para despolitizar la justicia o eliminar aforamientos. Los queremos para estas cosas.
Albert Rivera, sin embargo, advirtió de que no apoyaría ningún Gobierno en el que esté la formación morada. ¿Eso es una línea roja?
Porque entendemos que darle la batuta política de los próximos años a Podemos sería un error. Eso no significa que les queramos excluir del todo, queremos sumar nuestros escaños con los suyos en cuestiones concretas.
¿Qué le pareció que en el documento del PSOE para negociar la investidura no se hiciera referencia alguna a Cataluña en ninguno de los 43 puntos?
Creo que Cataluña tiene que ser objeto de debate y para el Gobierno de España debe ser una prioridad solucionar lo que pasa aquí. Insisto en la idea de que la solución no pasa por la unilateralidad o la singularidad. Los catalanes necesitamos mejoras que son las que necesitan otras Comunidades Autónomas. Yo no voy a comprar el marco mental de los nacionalistas de pensar que lo que es bueno para Cataluña es malo para Valencia o para Madrid. Con todo, es cierto que el próximo Gobierno tiene que tener presente que aquí tenemos a un Govern que se quiere saltar las leyes y hay que solucionarlo.
¿Qué medidas van a proponer al PSOE respecto a Cataluña?
Estamos hablando de un Gobierno para España. Queremos plantear medidas que sean lo suficientemente transversales como para poder llegar a acuerdos con otros partidos y lo suficientemente genéricas para que sean las directrices del Gobierno de España. No estamos negociando un Gobierno de la Generalitat.
Una de las principales divergencias ahora mismo en la mesa de negociaciones es la política laboral.
Lo que no vamos a aceptar es derogar la reforma laboral para volver atrás e ir al zapaterismo. Tenemos un problema estructural de empleo. El mantra de que la reforma laboral del PP es la culpable del paro y la precariedad laboral y de que antes vivíamos en una arcadia feliz es mentira. Derogar lo que ha hecho el PP para volver a Zapatero, no gracias. Tenemos que ir hacia adelante.
¿El contrato único es negociable?
Tendremos que hablar de todas las medidas. Lo que tenemos que hacer es mejorar lo que no funciona e ir hacia adelante, no hacia atrás. Vamos a ir con nuestras propuestas y a ver a qué acuerdos podemos llegar, es evidente que nuestro programa electoral 100% no lo vamos a poder imponer.