La Policía se ha incautado de un avión, 36 vehículos de lujo y varias fincas en la 'operación Topolino' contra la cúpula de Vitaldent que se ha saldado con una docena de detenidos, entre ellos el dueño de la cadena de clínicas dentales, Ernesto Colman, y el vicepresidente, Bartolo Conte, acusados de fraude a la Hacienda Pública y los franquiciados.
Fuentes de la investigación han explicado a Efe que Ernesto Colman blanqueaba en Suiza y Luxemburgo las ganancias por los tratamientos que los pacientes pagaban mensualmente en efectivo. Parte de ese capital retornaba a España para ser invertido en más de un centenar de inmuebles y fincas rústicas.
Según ha sabido EL ESPAÑOL, los franquiciados alertaron de que el dueño de la empresa dental le exigía el pago en efectivo del porcentaje que debían pagar por llevar su marca. Según los investigadores, Colman recaudó de todas sus franquicias en España el porcentaje correspondiente al canon en metálico creando un auténtica 'caja B' todavía por contabilizar.
La operación, desarrollada por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional y dirigida por la Fiscalía Anticorrupción, continúa abierta.
Tras conocerse la operación, la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) ha decidido hoy suspender cautelarmente como asociada a las clínicas dentales Vitaldent por vulnerar supuestamente el código deontológico de las franquicias que obliga a una gestión saneada y transparente.