Segundo mensaje contundente en dos días consecutivos. Si este lunes era Antonio Hernando quien rechazaba la oferta de Podemos para negociar con una frase lapidaria -Pablo, no sabes dónde estás-, este martes le ha tocado el turno al mismo Pedro Sánchez, que también ha enviado un mensaje tajante: "Solo me haré la foto con Pablo Iglesias cuando haya un acuerdo". Dos mensajes que discrepan en las palabras empleadas pero que tienen una misma finalidad: dejar claro al partido emergente que corresponde al PSOE marcar el tiempo de las negociaciones para la investidura de Sánchez.
Tras reunirse en el Congreso con los representantes de ERC y Democrácia i Llibertat, Pedro Sánchez ha comparecido para dar explicaciones, pero no ha aclarado la gran pregunta que se hacen millones de españoles: con quién quiere un pacto el PSOE. ¿Será Ciudadanos o será Podemos? ¿Conseguirá poner de acuerdo a Iglesias y Rivera? Del discurso de Sánchez cabe deducir que, al menos por ahora, está más cerca de llegar a acuerdos con el partido de Albert Rivera y de intentar que los de Iglesias se abstengan en la investidura.
"Podemos negocia en ruedas de prensa"
El aspirante del PSOE a la investidura se ha mostrado inflexible y un tanto irónico respecto a la negociación con la formación liderada por Iglesias. "Con Podemos conocemos sus propuestas a través de ruedas de prensa", ha dicho. "He recibido por email el documento de cien páginas de Podemos y he ordenado a mi comité negociador que las estudie para ver cuáles son asumibles", ha explicado. En otras palabras, no habrá encuentro cara a cara entre Sánchez e Iglesias.
A juicio del aspirante del PSOE a la investidura, "los españoles esperan que no negociemos sobre sillones, sino sobre soluciones". A continuación, ha criticado que "después de doce días Podemos presentó ayer su programa de gobierno" y ha apelado a "hablar de las cosas que nos unen". Con estas palabras, Sánchez quería dejar claro que es él quien tiene que llevar la iniciativa de las consultas para formar gobierno. Una estrategia en línea con la frase lapidaria de "Pablo, no sabes dónde estás" que pronunció el lunes el portavoz socialista Antonio Hernando.
Eso sí, Sánchez ha repetido las críticas a "las formas" de Pablo Iglesias, pero ha dicho que se quiere quedar con "el fondo" porque "hay asuntos en los que podemos caminar juntos". "El señor Iglesias dice que yo me tengo que sentar con él y que no lo hagan las comisiones negociadoras, y nosotros ya hemos dicho que les vamos a presentar nuestras propuestas", ha insistido a preguntas de los informadores.
Ni para reunirse
En suma, ahora mismo el PSOE y Podemos no se ponen de acuerdo ni en el formato de sus hipotéticas reuniones. Iglesias dejó claro el lunes, y así lo ha repetido Íñigo Errejón este martes, que su intención es reunirse directamente con Pedro Sánchez para conversar sobre la formación de "un gobierno de progreso y de cambio". Los socialistas han respondido que ese encuentro no va a celebrarse "hasta que haya un acuerdo". Así, tratan a Podemos como a otro partido cualquiera y no como a un socio preferente con el que coaligarse en el Ejecutivo.
Declaraciones aparte, es evidente que el desprecio del PSOE a la oferta negociadora de Podemos complica que pueda haber un acuerdo programático y de gobierno como el que presentó Iglesias el lunes. También está claro que la estrategia de Sánchez consiste en no buscar una coalición, sino la abstención de Podemos ante un hipotético acuerdo entre PSOE y Ciudadanos. De hecho, la formación de Albert Rivera ya ha pedido a Sánchez que elija de una vez con quién quiere aliarse.
Los nacionalistas dirán "no" sin referéndum
Lo que, en todo caso, no tendrá Pedro Sánchez son los votos de los nacionalistas catalanes. El portavoz de ERC Joan Tardá ha afirmado que van a trabajar juntos, "como soldados desarmados" del Gobierno de la Generalitat, de forma que votarán lo mismo tanto en la sesión de investidura como en el futuro. Y, a ese respecto, Tardá ha dejado claro que "nunca, nunca, nunca" respaldarán con sus votos a Sánchez mientras no haya una oferta de referéndum en Cataluña. Esto es, solo si hubiera una alianza entre PSOE y Podemos que incluyese esa consulta -extremo algo harto improbable-, los soberanistas podrían abstenerse.
En suma, veinticuatro horas después de la propuesta de Iglesias, el escenario político para hacer posible un gobierno no ha variado demasiado. Continúan, por tanto, las estrategias de unos y de otros y cada vez parece más cerca el escenario de repetición de elecciones. Justo la misma situación que había el 21 de diciembre.