Los sillones del salón de la Asamblea de Madrid son de un cuero negro mullido. Ignacio Aguado, líder de Ciudadanos en la Comunidad y miembro de la Ejecutiva nacional del partido, se sienta y queda hundido entre los cojines. “Son muy cómodos, pero para las fotos...” dice entre risas.
Aguado no piensa retirar su apoyo al Gobierno de la Comunidad tras los escándalos de corrupción que salpican de lleno al PP de Madrid. "Son anteriores a la llegada de C's y el Ejecutivo de Cifuentes está limpio de imputados". Preguntado por las operaciones de blanqueo que los populares de Madrid llevaron a cabo durante la mañana del 11-M, responde tajante: "Si yo fuera Pío García-Escudero -actual presidente del Senado y cabeza del PP de Madrid en aquel momento- dimitiría de todos mis cargos. No se puede encabezar la regeneración salpicado por tramas como ésta".
Aguado cree que el compromiso de la presidenta con el acuerdo de investidura y las medidas de regeneración "es real", aunque la ve demasiado preocupada por acaparar los titulares de los medios de comunicación. "Tampoco se cree las políticas sociales", le recrimina. Sin embargo, su acuerdo va para largo y adelanta que un posible pacto entre PSOE y Ciudadanos a nivel nacional no afectaría a su trato con Cifuentes.
'Transparencia' es una de las palabras que más repite durante esta entrevista con EL ESPAÑOL. Un adjetivo que también describe la gran cristalera que respalda el salón. Afuera hace frío, los titiriteros han llegado a la portada del Financial Times, los vestigios franquistas retirados por el Ayuntamiento copan las portadas y las hojas vuelan a ras del suelo empujadas por el viento.
¿Qué acerca a Ciudadanos y al PSOE?
Un enfoque social de lo que queremos para España. Ambos pretendemos que resurja la clase media destruida por la crisis, deseamos reformar el mercado laboral y consideramos muy importantes las ayudas a las personas dependientes. Por supuesto, coincidimos en varios detalles relacionados con la regeneración política. Pero también tenemos cosas en común con el PP, como por ejemplo no subir los impuestos. Creo que hay que poner el énfasis de los pactos de investidura en la defensa de la Constitución, una Europa más fuerte, un Estado de Bienestar sólido, una economía de libre mercado y un gran acuerdo contra el terrorismo, puntos que nos unen a los tres partidos. Espero que Ciudadanos y PSOE logren diseñar un documento de consenso al que pueda unirse el PP.
Ciudadanos negocia la investidura de Pedro Sánchez. ¿Rajoy sigue siendo una línea roja?
Si Mariano Rajoy es un obstáculo, tendrá que decidirlo el Partido Popular. No vamos a poner encima de la mesa algo que ellos no han hecho ni siquiera internamente, pero está claro que Rajoy no puede encabezar un proceso de regeneración política en España. Ha tenido cuatro años para abordar ciertos cambios y no lo ha hecho. Su partido supura corrupción por los cuatro costados. Como decía Rivera, si el presidente en funciones no es capaz de limpiar su casa, tampoco podrá limpiar la de todos.
¿Sánchez puede encabezar la regeneración de la que habla?
Vamos a ver hasta dónde somos capaces de llegar con las negociaciones. Pedro Sánchez no ha tenido responsabilidades ejecutivas y no ha podido llevar a cabo sus propuestas. Tiene un plan de Gobierno. Queremos llegar a un acuerdo programático y tender puentes con ellos.
¿Qué les separa del PSOE?
No es bueno poner el acento en aquello que nos separa.
Pero del mismo modo que ha explicado aquello que les une, ¿podría detallar los puntos que les separan?
De momento, estamos estudiando la propuesta que han presentado. No queremos poner encima de la mesa lo que nos separa. Vamos a ser prudentes y a tener un discurso constructivo. Cuando no haya más remedio que hacer notar las discrepancias, lo haremos, pero ahora no conviene.
Un acuerdo PSOE-Ciudadanos sólo es posible con la abstención del PP o con la aprobación de Podemos. Pero han dicho que no estarán con el partido de Iglesias. ¿El escenario PSOE, Podemos y Ciudadanos es rotundamente imposible?
Sí. Llevamos ocho años haciendo política en Cataluña para lograr un proyecto común dentro de España. Es imposible llegar a un acuerdo con un partido que defiende lo contrario, tanto en esto como en términos de igualdad entre españoles, economía o Unión Europea. El modelo económico que proponen es más propio del siglo XIX.
Si Rajoy se fuera, ¿Ciudadanos desecharía la opción de Sánchez como presidente y empezaría a negociar con el PP?
No se trata de las personas, sino de lo que uno está dispuesto a hacer. El PP, a día de hoy, no ha puesto ni una sola reforma encima de la mesa. Están igual que hace cuatro años. No tienen una hoja de ruta. Se han autocastigado en un rincón y siguen reflexionando por qué han perdido uno de cada tres votos en las pasadas elecciones. No se han remangado para forjar acuerdos programáticos. Ojalá tuviéramos un documento de reformas pactado con el PSOE al que luego se sumara el PP.
¿Ciudadanos teme unas nuevas elecciones?
Una nueva cita con las urnas no conviene a los españoles en general. Perderíamos seis meses en los que podrían haberse abordado reformas, los resultados serían parecidos y supondría un coste de 150 millones de euros.
¿Cree que el escenario no cambiaría?
No, o por lo menos eso dicen las últimas encuestas.
Mire las encuestas previas al 20-D. Dieron a Ciudadanos un resultado mucho más alto del que luego obtuvo.
La volatilidad del voto es enorme. Ciudadanos ha crecido en todas las citas electorales a las que se ha presentado. Hemos conseguido éxitos sin paliativos y en solitario, sin formar coaliciones. Siempre he pensado que nuestro partido es capaz de gobernar, pero para eso nos hacen falta muchos más diputados.
¿Qué se hizo mal?
Somos autocríticos. Ya lo dijimos en su momento. Seguramente, dimos a la campaña un tinte demasiado presidencialista. Hablamos demasiado de “presidente” y no de “aspirante a presidente”.
¿Faltó humildad?
No. Es complicado. No se pueden ganar unas elecciones si no te lo crees. Confiamos en nosotros y trabajamos con esa idea. No hemos podido liderar el cambio, pero como hemos dicho otras veces somos más que un partido; somos un proyecto de país.
Usted ha hecho presidenta de la Comunidad de Madrid a Cristina Cifuentes. ¿La corrupción en el Partido Popular de Madrid puede influir en su acuerdo de investidura?
Los casos que afloran ahora son anteriores a la entrada de Ciudadanos en la Asamblea. El Gobierno de Cifuentes está limpio de imputados y así tiene que seguir. Nuestro acuerdo con la presidenta de la Comunidad pretende poner punto y final a las tramas de corrupción y a la impunidad.
¿Pero ha quedado mermada su confianza en el Gobierno?
Nuestra confianza se basa en el acuerdo de investidura, que comprende medidas de regeneración. De momento, se está cumpliendo.
EL ESPAÑOL ha revelado que el PP de Madrid realizó al menos 12 operaciones de blanqueo durante la mañana del 11-M.
Bueno, una más. Estamos inmunizados ante tanto escándalo. Veremos qué dicen los tribunales. Nosotros tenemos la responsabilidad política de exigir, y eso es lo que estamos haciendo.
Pío García-Escudero presidía el partido en aquel momento. ¿Debería seguir al frente del Senado?
Es una decisión que corresponde a él y a su partido. Sé lo que yo haría. Ante una sombra de este tipo, dimitiría de todos mis cargos. Si quieres apostar por la regeneración y trabajar para devolver la ejemplaridad a la clase política, tienes que asumir que no puedes estar salpicado por este tipo de tramas.
Si Rajoy diera un paso atrás, ¿le gustaría Cristina Cifuentes como presidenciable del Gobierno de España?
Cifuentes nos ha dicho por activa y por pasiva que tiene un compromiso con los madrileños y que terminará su legislatura al frente del Gobierno regional. Yo no tengo que hacer las primarias en el PP. El acuerdo en la Comunidad de Madrid funciona bien, no sé si lo haría a nivel nacional.
¿Un posible pacto de Ciudadanos con el PSOE a nivel nacional podría afectar a su acuerdo con Cifuentes?
No. La política no es un intercambio de cromos. Tenemos la responsabilidad de haber firmado un acuerdo de investidura. Si Cifuentes sigue cumpliendo, seguirá al frente del Gobierno en caso de que dependa de nosotros. Los pactos de investidura nacionales y autonómicos entrañan dos caminos distintos que no tienen por qué cruzarse.
¿Está satisfecho de haberla investido presidenta de la Comunidad de Madrid?
Razonablemente satisfecho. De los 76 puntos del acuerdo de investidura, el 60% se ha cumplido o está en marcha. Además, son medidas de calado. Se han reducido las tasas universitarias en un 10%, se ha paralizado la privatización del canal de Isabel II y la de la Sanidad… El Gobierno de la Comunidad de Madrid muestra que se puede gobernar en minoría sin generar inestabilidad. PP y PSOE siempre han tratado de hacer ver al ciudadano que sólo los gobiernos en mayoría absoluta dan estabilidad. Es mentira.
¿Qué le echa en cara?
Su poco compromiso social. No se cree las políticas sociales porque está demasiado preocupada por los titulares. Está obsesionada con marcar agenda; con lanzar planes y propuestas que luego no tienen un contenido real ni partidas presupuestarias. Imagino que eso tiene que ver con el partido del que viene. Lleva más de veinte años en política y forma parte de una organización en la que las cosas se han hecho así hasta ahora. Cifuentes ha tenido que hacer un cambio importante para entender la nueva política que se desarrolla en la Comunidad de Madrid. No creo que el PP se haya caído del caballo y, de repente, se le haya ocurrido regenerarse y convocar primarias. Cifuentes se ha visto obligada a ello, en parte por nuestra presión.
¿Cuáles han sido los momentos de mayor tensión con el Gobierno de la Comunidad en lo que llevamos de legislatura?
Tuvieron lugar durante la negociación del pacto de investidura. Hubo momentos en los que estuvimos a punto de marcharnos, principalmente cuando se trataban las políticas sociales. No aceptamos intercambiar sillas ni aspirar a consejerías. Cifuentes nos ofreció todas cuantas quisiéramos, pero nos negamos porque ese no es nuestro proyecto. En enero, la presidenta volvió a proponernos entrar en el Gobierno.
Pero habiéndose firmado el acuerdo, ¿se ha planteado retirar su apoyo al PP en alguna ocasión?
No mientras sigan cumpliendo los puntos del acuerdo. Creo que el compromiso de Cifuentes, en este sentido, es real.
A tenor del último CIS, el 40% de los españoles ve a Ciudadanos como un partido de derechas. ¿Cree que es real esta percepción?
Somos el partido que ahora mismo está ocupando el centro político, cada vez de forma más explícita. Hemos llegado a acuerdos con el PP en algunas Comunidades y con el PSOE en otras. En función de los intereses tratan de calificarnos como muleta de los populares o de los socialistas, pero no se puede obviar la evidencia. Defendemos la corriente liberal desde el punto de vista económico, pero también una justicia social fuerte. En España, el bipartidismo llevaba treinta años pintando todo de blanco o de negro. El reto de Ciudadanos es hacer ver que el centro existe y conseguir llenarlo.
¿Les perjudica o les beneficia posicionarse en el centro?
Es una postura que exige una mayor explicación, más pedagogía. Esto nos obliga a movernos en un discurso más amplio del habitual 'a favor' o 'en contra'. Personalmente, cuando me analizo, encuentro detalles de la izquierda clásica y también aristas de lo que puede considerarse derecha.
¿Qué tiene de izquierdas y qué de derechas?
En cuanto a las características de izquierdas, me considero una persona comprometida socialmente. Pienso que el Estado tiene la obligación moral de no dejar a nadie en la cuenta y de ofrecer oportunidades a todo el mundo. Pero para ello son necesarios los ingresos, que sólo pueden generarse a través del libre mercado, la atracción de inversores y, en definitiva, la creación de riqueza.
Cuando ha descrito su arista de izquierdas, ha hablado de estar socialmente comprometido. ¿No pueden estarlo quienes son de derechas?
Depende de qué persona de derechas. He visto algunos individualistas que sólo quieren poner el foco en el esfuerzo individual y en lo que es capaz de conseguir cada uno olvidándose del de enfrente. “Si no te llega para pagar la universidad, algo habrás hecho mal”. Eso no puede ser. Ciudadanos no defiende la igualdad de resultados, pero sí la de oportunidades.