Presidente “por asentimiento”. Así rebautizó el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, la elección de Luis Santamaría al frente de la gestora del partido en la ciudad de Valencia. Santamaría ha sido propuesto por la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, en una junta directiva regional donde los participantes asintieron –no hubo votación a mano alzada- a la pregunta de que si no había inconveniente, Santamaría sería quien tomara las riendas del partido en la ciudad de Valencia después de la disolución de una ejecutiva arrasada tras la operación Taula. Es el principio del fin de la ‘era Barberá’.
Santamaría es un hombre de la plena confianza de Bonig. Es diputado en las Cortes Valencianas y su sillón está al lado, por la parte superior, de la portavoz popular. “Estamos constantemente en contacto”, decía Santamaría al término de la junta. El presidente de la gestora es además una de las ‘caras amables’ del partido y uno de los hombres que cuentan con el aval de Génova. Su nombre sonó –incluso se llegó a anunciar su nombramiento- como delegado del Gobierno en Valencia. Fue ‘conseller’ de Gobernación nombrado por el expresidente valenciano, Alberto Fabra. Su elección es de transición. Él mismo ha explicado al término de la reunión de este viernes que no tiene ninguna intención de presentarse al congreso que elegirá al próximo presidente local del partido. Es un hombre de transición (y con pasado político y de gestión) para poner orden en un feudo arrasado por las sospechas de corrupción.
Al contrario de lo ocurrido en Madrid con la elección casi instantánea de Cristina Cifuentes al cargo de la gestora, el de Santamaría ha sido un nombre prácticamente ocultado hasta el último momento. Isabel Bonig anunció a principios de mes que se nombraría una gestora el pasado 5 de febrero y han pasado varias semanas sin desvelarse el misterio. Su cara no es nueva. Bonig ha elegido y Génova ha aceptado situar al frente a una persona con una larga trayectoria política e institucional.
Santamaría fue subdelegado del Gobierno, ‘conseller’ de Gobernación y ahora diputado, pero también conoce al dedillo la estructura del partido, que era lo que Bonig quería porque será el encargado de reconstruir el partido después de que la operación Taula acabara con la mayor parte del grupo municipal (salvo un edil) imputado por presunto blanqueo de dinero.
“La decisión de nombrar una gestora es la decisión más dura porque significa sustituir todo lo que había y poner otra cosa, otra cosa no, otras personas”, ha dicho este viernes Maillo. Tanto el vicesecretario de Organización como Bonig se han referido al “retroceso” que ha sufrido el partido por los casos de corrupción, pero han hablado siempre de “actitudes personales”, “casos indebidos” o “comportamientos indebidos” de personas. Ninguna palabra directa para Rita Barberá ni para la operación que les ha llevado hasta la gestora.
“Todos sabéis las circunstancias que se han producido”, ha dicho Bonig al empezar a hablar de la gestora. “Ante esta situación excepcional había que formar una gestora que volviera a los orígenes del PP, a la base, a la militancia, gente que pelle por los ideales”, continuó. Antes ya había lanzado un mensaje entendido en clave de portazo a la ‘era Barberá’: “Es el momento de dejar a un lado los personalismos a favor de los intereses globales del partido”.
La lideresa de los populares valencianos lanzó un mensaje para que el nombramiento de esta gestora sea el inicio de una nueva etapa de “optimismo” para la formación. El resto de nombres, hasta doce, son militantes de base y caras desconocidas.
GÉNOVA AUTORIZA EL CONGRESO
Isabel Bonig ha reclamado en la junta de este viernes y ante la presencia de Maillo la celebración del congreso extraordinario del PPCV “por motivos excepcionales”. Según dijo, la esencia de este congreso debería ser que toda la militancia “pueda participar en las decisiones que allí se tomen”. El enviado de Génova dio el visto bueno a esta cumbre: “Creo que es una buena idea”. Pero la fecha del cónclave aún es una incógnita.