"Lo sentimos, lo sentimos de verdad (…). Queremos que tengáis presente que os apoyamos en este duro momento y lo hacemos desde nuestro sentir, porque sabemos que ni vosotros ni vuestros hijos e hijas son fríos números de una estadística, como tampoco lo somos nosotros". El personal docente de las escuelas infantiles de Donibane y Fuerte el Príncipe-Pritzearen Harresi, en Pamplona, se disculpan ante las familias de los alumnos. Son los dos colegios públicos cuya oferta educativa pasará del castellano a íntegramente en euskera. Una decisión que ha llevado a padres y profesores -"nos enteramos por la prensa", denuncian- a presentar sus quejas ante el Consistorio, gobernado por Bildu: "Nos parece bien que potencien el euskera, pero no que lo hagan a costa del castellano y del inglés".
La noticia se conoció el pasado jueves 11 de febrero. "Nadie sabía nada", lamenta la madre de un niño matriculado en la escuela Donibane, con 200 plazas para alumnos entre 0 y 3 años. En pocas horas se coordinó una asociación, el Colectivo de familias afectadas de la EI (Educación Infantil) Donibane, que denuncia la "imposición" a la que se ha sometido al centro: "El proyecto educativo que comenzaron en esta escuela se les rompe por un capricho político", advierten a través de una carta remitida al Ayuntamiento.
"No sé qué va a pasar con la educación de mi hijo", dice Sara Climent, que tiene a uno de sus hijos matriculado en esta escuela infantil. "Nos ofrecen dos opciones: que nos busquemos otro colegio en castellano o que sigamos en el mismo, siempre que asumamos que nuestros hijos van a ser educados en euskera". Climent se enteró de la noticia en la noche del jueves, el mismo día en el que la concejala de Educación, Maider Beloki, trasladó la noticia a la directiva del colegio.
"Nadie sabía nada y los plazos que nos han dado son imposibles -advierte la madre-. Estos días tenemos que entregar la preinscripción del colegio para el curso que viene y no sabemos qué tenemos que hacer". La pregunta que se hacen los padres es: "Si tenemos preferencia para matricular a los hijos en otra escuela en castellano, ¿qué ocurrirá con los que ya están estudiando allí? ¿Se quedan sin plaza?"
"Nos llevan a morir"
El Ayuntamiento de Pamplona, encabezado por Joseba Asiron (Bildu), plantea una reestructuración que afecta a otros centros educativos. "Nos llevan a morir", asegura Macarena Ezkurdia, directora de la escuela Hello Rochapea, que ofrece plazas en castellano e inglés. El motivo, explica, es que el centro se trasladará hasta otro punto de la ciudad, en el barrio de la Chantrea, "donde hay una población mucho más envejecida y apenas hay demanda de estos servicios".
"Nos llevan allí para dejar libre nuestra escuela", cuenta Ezkurdia. Los motivos ofrecidos por el Consistorio apuntan a dejar libre el centro, con 123 plazas, para que se plantee una educación en euskera. Los alumnos que ahora ocupan el Hello Rochapea irán a otro edificio más pequeño. "Ahora somos 13 profesores y no sabemos qué va a pasar con nosotros -cuenta la directora de la escuela, que además es madre de uno de los alumnos-. A los padres nos han dicho que se trata de optimizar espacios, pero no nos han dado más motivos. No estamos en contra de que creen plazas en euskera, pero que no nos echen de esta manera".
"Se quieren cargar el inglés", señala el padre de otro alumno, que prefiere no dar su nombre "por algunos problemas" que ya ha tenido previamente "por defender el castellano": "Nos empujan a buscarnos la vida; a nosotros, los padres, y a los trabajadores".
Los que estudian en euskera no coinciden en el patio con los que estudian en castellano
Pero esta división dependiendo por el modelo educativo "no es nueva". Así lo indica un docente que trabajó en el Colegio Público San Francisco, ubicado en el casco viejo de la ciudad. "La lengua separa a los niños en el recreo", explica a EL ESPAÑOL. "Los que van al modelo D [en euskera] no coinciden en el patio con los del modelo G [en castellano]". Según indica el profesor, el objetivo que se defiende desde el colegio es el de "defender el derecho de aquellos padres que han elegido una educación íntegra en euskera para sus hijos": "Porque, si se juntaran todos en el patio, ¿en qué lengua cree que hablarían los críos? -pregunta el docente-. En castellano, claro".
Las estadísticas de demanda de estudios
"No se basan en nada en concreto para tomar estas medidas: dicen que es una demanda histórica y que hay mucho desequilibrio entre castellano y euskera", explica Enrique Maya, de Unión del Pueblo Navarro (UPN), exalcalde de la ciudad y ahora líder de la oposición en los plenos municipales. "Es una carrera desenfrenada por poner el euskera en las escuelas", advierte Maya.
El líder regionalista remite a una encuesta realizada por una firma independiente, CIES, sobre preferencias en modelos educativos. Según este estudio, basado en cerca de mil entrevistas, un 50% de los padres abogan por una educación en castellano e inglés, un 11% en castellano-euskera, un 8% en castellano y un 5% sólo en inglés. Los que abogan por clases sólo en euskera representan al 15%, mientras que en euskera-inglés suman el 11%.
"Si hago esto siendo yo alcalde, no puedo salir a la calle", asegura Maya. "Lo han hecho deprisa y corriendo -prosigue-. El problema que se ha desatado con todo esto es tanto de fondo como de forma".
EL ESPAÑOL ha tratado de contactar con Maider Beloki, concejala encargada de las áreas de Cultura, Política Lingüística, Educación y Deporte, que no ha podido responder a las preguntas "por motivos de agenda". El Consistorio, no obstante, ofrece a través de un comunicado los motivos que les ha llevado a tomar esta decisión: "El objetivo del Ayuntamiento es crear una red de escuelas infantiles que se ajuste a la demanda real de la ciudadanía respecto a los diferentes modelos lingüísticos ofertados en cada zona de Pamplona (...). El punto de partida de esta propuesta se sitúa en las demandas de padres y madres y en el movimiento popular (Euskalgintza) y ha sido consensuada por los cuatro grupos que sustentan al Gobierno municipal (EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda - Ezkerra)".