Valencia

Perdonar la deuda con el Estado como parche a la infrafinanciación. Esta es la propuesta que han presentado este domingo los presidentes de la Comunidad Valenciana y Andalucía, Ximo Puig y Susana Díaz. Los dos ‘barones’ socialistas han planteado que reclamarán al Gobierno la aplicación de esta medida que supone condonar una parte del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que sea equivalente a la infrafinanciación de esa región. Es decir, una cantidad igual a los fondos que dejan de percibir por debajo de la media estatal. Ambos mandatarios han defendido esta propuesta como una forma de reconocer que ha habido “discriminación” entre regiones. La solución, según apuntaron, sería aplicable al instante, no generaría déficit extra al Estado y no implicaría enfrentamiento entre comunidades. “Si hay voluntad política se puede aplicar ya”, ha dicho la presidenta de la Junta de Andalucía.

Ximo Puig y Susana Díaz han destacado la colaboración y la "magnífica" relación que existe entre ambos

En el caso de la Comunidad Valenciana, Puig ha explicado que existe una infrafinanciación de unos 1.300 millones anuales. Así que, desde que entró en vigor el actual modelo de financiación (2009), la cantidad ‘perdonada’ ascendería a 9.100 millones. El presidente valenciano ha indicado que con esta medida las finanzas valencianas –con una deuda de más de 40.000 millones- se verían “formidablemente mejoradas”, pero que seguirán reclamando una solución a lo que consideran que es una ‘deuda histórica’ con la Comunidad Valenciana que se ha cifrado en 16.000 millones de euros.



Al margen de esta propuesta, tanto Puig como Díaz han apuntado a la necesidad de abordar un nuevo sistema de financiación. “Esto no es óbice (la condonación) para empezar a trabajar por un nuevo modelo de financiación autonómica (…) Hay comunidades que no han estado bien financiadas”, ha dicho la líder socialista. Los dos consejeros de Hacienda de ambas regiones se reunirán próximamente para abordar el nuevo modelo.

RIFIRRAFE POR LA DEUDA ‘HISTÓRICA’

La visita de Díaz a Valencia se produce días después del ‘rifirrafe’ a costa de los socios de gobierno de Puig. Compromís supeditó el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez a que éste diera un compromiso firme para poner fin a la citada deuda histórica. La consejera de Hacienda andaluza, María Jesús Montero, salió al paso afirmando que estaría “permanentemente atenta” para que los posibles acuerdos no perjudicaran a su comunidad autónoma. La presidenta de Andalucía destensó la cuerda el pasado viernes al reconocer que las dos regiones no están bien financiadas. Algo que también ha defendido este domingo. Díaz ha planteado que el nuevo sistema debería conjugar una financiación en base a la población con la “dispersión, el envejecimiento y otras variables”.

El presidente valenciano, por su parte, ha anunciado que no renunciará y seguirá reclamando una solución al problema de la deuda histórica.

CAMPAÑA POR EL ‘PROBLEMA VALENCIANO’

Ximo Puig ha tomado como bandera de su gobierno conseguir que Madrid sea consciente de lo que llama el ‘problema valenciano’ y lograr cambiar un modelo de financiación que considera injusto por otro que contemple la igualdad entre ciudadanos pero, al mismo tiempo, respete la singularidad entre territorios. Su particular cruzada dio un paso más la pasada semana al reunir en el Palau a los senadores y diputados de todos los partidos para visibilizar el compromiso de todos para mejorar la infrafinanciación. “Que sepan cuál es el problema valenciano”, dijo. La foto se entiende como una pretensión del jefe del Consell de tener el compromiso de todos los partidos para votar en Madrid lo que defienden en la Comunidad Valenciana y evitar, como ha sucedido en otras ocasiones, caer en la dictadura de la disciplina de voto.



El gobierno valenciano sostiene que son la comunidad peor financiada y citan a expertos que calculan que la financiación está siete puntos por debajo de la media por habitante. “Somos la única comunidad pobre que paga como rica”, repite Puig a modo de ‘mantra’ valenciano. Puig suma apoyos con el respaldo de Díaz a abordar un nuevo sistema de financiación.

DOS PACTOS SIN RIESGO DE RUPTURA

Los dos presidentes regionales han evitado pronunciarse sobre las negociaciones de su secretario general, Pedro Sánchez, para ser investido presidente. El socialista Ximo Puig gobierna en Valencia gracias a un pacto con Compromís y al apoyo de Podemos. La socialista Susana Díaz es presidenta tras un pacto con Ciudadanos. El primero defiende trasladar a Madrid el ‘pacto a la valenciana’, aunque es consciente de la dificultad sumar los apoyos necesarios. La presidenta de Andalucía habla de llegar a un acuerdo para un gobierno “que genere confianza, seguridad y estabilidad”.



Este domingo, ninguno de los dos ha querido pronunciarse sobre las reuniones y negociaciones que en estos días está llevando a cabo Pedro Sánchez. Susana Díaz, tras ser preguntada por la reunión a cuatro del PSOE con Podemos, Compromís e IU, ha dicho que es “respetuosa” y que Sánchez tiene “todo su apoyo” para lograr un “gobierno estable”.



Sobre si temen que sus respectivos acuerdos de gobierno sufran las repercusiones por un pacto de investidura hacia uno u otro lado, Puig lo ha negado tajantemente: “No va a afectar para nada”. Su homóloga andaluza, por su parte, se ha limitado a decir que defiende que “a España le tiene que ir bien para que Andalucía le vaya bien”. “Por eso quiero cuanto antes que España tenga un gobierno que genere confianza, seguridad y estabilidad”, ha apuntado.

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