El artista Abel Azcona ha manifestado esta mañana al juez de Pamplona Fermín Otamendi que no tuvo intención de ofender los sentimientos religiosos al utilizar formas consagradas para su exposición 'Amén', exhibida a finales del pasado año con el patrocinio del Ayuntamiento. Azcona, que no quiso contestar las preguntas de los querellantes, la Asociación Española de Abogados Cristianos, ha sostenido que lo que quería era hacer "una crítica a la lacra de la pederastia" en el uso de su libertad de expresión.
Azcona ha comparecido durante poco más de media hora como investigado (actual denominación de los imputados) en el Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, que ha admitido a trámite la querella promovida por la Asociación Española de Abogados Cristianos por un delito de ofensa a los sentimiento religiosos, el mismo por el que la portavoz de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre, fue juzgada el pasado día 18, en su caso por haberse desnudado en el altar de una capilla católica.
La querella atribuye a Azcona un delito de profanación, que el Código Penal castiga con multa o con prisión de seis meses a un año, por haber "sustraído" 242 hostias mientras asistía a eucaristías en Madrid y Pamplona y por haber utilizado esas formas consagradas para realizar fotografías en las que las hostias, tiradas en el suelo, forman la palabra "pederastia".
En las fotos, expuestas en 'Amén', el propio Azcona aparece de espaldas, sentado y desnudo.
"Lo más sagrado para los cristianos"
Para los querellantes, Abel Azcona hizo "escarnio" de la religión católica, "vilipendiando lo más sagrado para los cristianos", ya que las formas consagradas son consideradas el cuerpo de Cristo.
Para la Asociación Española de Abogados Católicos, esa "ofensa" no puede ampararse en el derecho fundamental a la libertad de expresión o a la libre creación artística porque Azcona habría vulnerado otro derecho igualmente fundamental, el que exige respeto a la libertad religiosa.
La comparecencia fue breve porque Azcona sólo contestó al juez y el fiscal no compareció. El investigado confirmó que se adueñó subrepticiamente de las hostias y dijo que, de hecho, tiene más guardadas.
El letrado querellante, José Núñez, pidió al juez como medida cautelar que reclamara a Azcona esas formas consagradas para que el Arzobispado las custodie. El instructor acordó dar un plazo de cinco días para que las partes se pronuncien sobre si el proceso debe ser archivado o continuar y, en este caso, qué diligencias habría que practicar y qué medidas procede adoptar.
Azcona negó haber querido hacer una "ofensa gratuita y directa" a la religión católica y manifestó que todas sus obras tienen "un contenido crítico y subversivo" para buscar una "reacción".
Una fase del "proceso performativo"
Tras comparecer ante el juez, Abel Azcona declaró a los periodistas que va a pedir el archivo de las diligencias porque "no tiene mucho más recorrido".
"Ahora estamos en un momento en el que la Asociación de Abogados Cristianos está poniendo querellas cada semana a cada cosa. Está haciendo que los artistas tengamos que estar en los cines, los museos, los teatros y los juzgados", dijo, según informa Europa Press.
Sin embargo, ha remarcado que esto no condiciona "en absoluto" su libertad creativa y ha asegurado que seguirá haciendo piezas "críticas y subversivas absolutamente igual". "Estoy en mi derecho. Defenderé siempre la libertad de expresión y seguiré haciendo exactamente mi trabajo como lo sigo haciendo hasta ahora", ha manifestado Azcona, para quien el límite de la libertad de expresión está "cuando entra la integridad física".
Azcona ha dicho que para él su declaración ante el juez es "parte de la pieza [artística] totalmente", dado que, según ha dicho, entiende "todo" como "un proceso performativo". "Ahora he hecho otra parte de un proceso performativo, siempre desde la educación y el respeto, porque yo respeto al juez y el proceso. Si hago una pieza en la que critico el fundamentalismo religioso, qué evidencia más ese fundamentalismo que haya 2.000 personas en la puerta rezando rosarios y que acabe yo sentado en un tribunal", ha apuntado.
Preguntado si entiende que haya gente que se haya ofendido con la utilización de hostias consagradas, ha respondido que el arte contemporáneo "siempre es crítico, social y político".
Una decena de personas ha acompañado a Azcona en su visita al Palacio de Justicia. Portaban carteles en los que se leía 'Adierazpen askatasuna, libertad de expresión'. Junto a ellos se ha concentrado la concejal de Cultura de Pamplona, Maider Beloki, que dijo que estaba allí "para apoyar la libertad de expresión de todos los creadores".
Por su parte, la Asociación Española de Abogados Cristianos ha subrayado que entregó en el Ayuntamiento de Pamplona 110.000 firmas en protesta por las fotografías de Azcona con formas sagradas.