El pacto de no agresión entre Iñaki Urdangarin y Diego Torres ha quedado patente. Su mujer, Cristina de Borbón, no participaba en Nóos, y la mujer de su ex socio, tampoco. Las culpas de que haya facturas falsas, facturas duplicadas, empleados ficticios, transferencias de dinero sin justificar, han ido para los cuñados de Torres: Miguel y Marco Antonio Tejeiro. Ellos eran los responsables de la facturación y administración, según ha sostenido este viernes Urdangarin en su declaración como acusado, avalando la tesis mantenida por Torres a lo largo de esta semana.
El fiscal acusa a Urdangarín de haber convencido a diversos dirigentes políticos para obtener contratos y convenios de colaboración para realizar proyectos con dinero público. El yerno de Juan Carlos I lo ha negado. Según consta en la causa, Urdangarín se reunió con el que fuera presidente del Gobierno balear, Jaume Matas, en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, para hablar de unos proyectos que el Gobierno balear iba a conceder al Instituto Noos. En esa cita estuvieron jugando a un partido de pádel pero el marido de la infanta Cristina de Borbón negó tajantemente que se usara ese partido ni esa cita para pedir a Matas la concesión de ese contrato. “En ningún momento se trataba de ningún peaje. Nunca he sido comisionista de nada”, espetó.
“No sé, no me acuerdo”
Durante su interrogatorio en calidad de acusado en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Palma, Urdangarin ha optado por seguir la línea de defensa del “no sé”, “no me acuerdo”. Se ha limitado a decir que suponía que los trabajos estaban bien realizados, que él delegaba en otras personas, que no recordaba los detalles y, como mucho, que intuía cómo se hacía.
En un momento de la declaración, el fiscal le preguntó que porqué si el Instituto Nóos se encargaba de la oficina de seguimiento del equipo ciclista balear, y por lo que le pagó el Gobierno balear, la sociedad Noos consultoría, propiedad de Torres, facturó por esos trabajos. “No lo sé”, respondió Urdangarin. El fiscal le insistió: "Usted dice que el trabajo lo hacía Juan Pablo Molinero en Nóos. Entonces por qué se paga desde Nóos a la sociedad de Torres?”. “No lo sé”, respondió. “¿Y quién lo sabe, señor Urdangarin?”. “No lo sé”, contestó.
Molinero era el empleado de Nóos que se encargó de la oficina de seguimiento del equipo ciclista y es sobre él quien Urdangarín ha cargado toda la responsabilidad del proyecto, negociaciones y contrataciones. "Molinero era el que se encargaba al 100% del proyecto. Yo personalmente no he negociado nunca un presupuesto, yo no negocié nada", señaló.
Pedro Horrach: ¿Quién lo negocia?
Iñaki Urdangarín: Yo no lo se, señoría.
P.H.:¿Y quien lo negocia?
I.U.: No lo sé, entiendo que sería Molinero.
P.H.: Perdona, es que Noos Consultoría no es una multinacional. ¿No le reportaba?
I.U.: Si no era necesario no. Era un proyecto que funcionaba solo.
Nóos reinvertía en obra social
El yerno de Juan Carlos I señaló que desconoce muchos extremos de lo que ocurría en Nóos porque él se dedicaba a lo relacionado con el mundo del deporte y a la relación con las personas. Él estaba convencido que todo se hizo bien y se destinaron las ganancias de los proyectos organizados con dinero público a fines sociales. Pero de muchos detalles no se acuerda porque se fue de Nóos “sin ningún sólo papel”.
El principal acusado de la causa, y para quien el fiscal solicita 19 años y medio de cárcel, explicó que en el ADN del Instituto Nóos era obtener un beneficio que debía ser reinvertido en el objeto social. "Estoy convencido que se reinvertiría en el proyecto que estaban en marcha. Era el objeto y no podía ser de otra manera. Si me pregunta por las facturas no me dedicaba a eso. Yo era el presidente, y estaba más en la parte colaborativa. No estaba en las labores de facturación", indicó
“¿Es kid su esposa?”
"La misión de la acusación no es sólo acusar sino también oponerse a las acusaciones que se estiman infundadas". Esta ha sido la explicación ofrecida por Pedro Horrach a la presidenta del tribunal, Samantha Romero, cuando le ha recriminado por intentar defender a una acusada. “Es la primera vez que una acusación cuestiona la prueba de una acusación”, le dijo la magistrada para intentar parar la línea de interrogatorio del fiscal.
"Estoy preguntando por un documento que se encuentra en la causa y por tanto sí es pertinente", le ha callado, para, después, proseguir con el interrogatorio. Del papel del que hablaba es un correo electrónico fechado en 2004, en el que Urdangarin pide consejo a su mujer por un evento que tiene que organizar del Instituto Nóos relacionado con el Comité Olímpico Español. Así comenzó el interrogatorio de Horrach al ex duque de Palma, mientras le enseñaba un correo electrónico dirigido a la infanta, y que la acusación Manos Limpias incorporó ayer en el pliego de preguntas que presentó ayer a Torres y que éste no le constestó, y admitidas por el tribunal.
Pedro Horrach: ¿Es kid su esposa?
Iñaki Urdangarín: Sí.
P.H.: ¿Hablaba en clave con su esposa, de como pagar menos a Hacienda en 2007?
I.U.: No. Es una manera cariñosa que nos dirigimos uno a otro.
Samantha Romero: Pero disculpe, la valoración del contenido de la documental le corresponde al tribunal. Y sorpresivamente es la primera vez que advierto que una acusación cuestiona la prueba de otra acusación. En fin... no veo la relevancia de estas preguntas porque es al tribunal al que le corresponde valorar la documental propuesta.
P.H.: Señora, no estoy valorando nada. Este documento fue introducido ayer, la sala lo consideró pertinente y el motivo de declararlo pertinente, entendí, era para intentar demostrar por parte de la acusación el elemento subjetivo del delito contra la Hacienda Pública que se imputa a doña Cristina de Borbón y como documento pertinente, siendo el remitente el declarante, entiendo que se le puede hacer preguntas al respecto.
S.R.: Bien, bien, continúe.
Después de unos minutos de interrogatorio, el fiscal paró para hacer una puntualización al tribunal: "Aclararle que la misión de la acusación no es solo acusar sino también oponerse a las acusaciones que se estiman infundadas. Lo digo a su comentario de antes", espetó. "El tribunal lo conoce pero una vez introducidos los documentos los puede leer por si mismo y llegar a las conclusiones que deba de llegar, pero en fin", añadió la presidenta de la Sala.