De 'Curri' a Toni Roldán: saga de negociadores entre el PSOE y C's
Toni ha sido la mano derecha de Garicano en las negociaciones. Su padre redactó el programa económico de Felipe González en 1982.
28 febrero, 2016 03:26Noticias relacionadas
Cuando era niño, la casa de Toni Roldán era uno de esos refugios donde los políticos se encierran a tomar decisiones que sólo trascienden cuando alguno de ellos decide contarlo en sus memorias. El ambiente de confianza, la discreción y la hospitalidad hicieron del hogar de los economistas Santiago 'Curri' Roldán y su esposa María Antonia Monés en Barcelona un lugar ideal en el que hablar de España y las reformas que necesitaba.
Toni, mano derecha de Luis Garicano y uno de los diputados emergentes de Ciudadanos, recuerda muchos nombres de aquella época. A José Enrique Serrano, un histórico del PSOE, lo vio varias veces reunido con su padre en la intimidad. Su madre fue directora del Departamento de Economía del Gabinete de Presidencia (1995-1996) cuando Serrano era jefe de Gabinete en el último gobierno de Felipe González. Veinte años después, tiene a Serrano al otro lado de la mesa para negociar un acuerdo de gobierno desde equipos distintos.
“Al principio, estaban muy contentos de que estuviera ahí. José Enrique (Serrano) y todos han sido siempre súper cariñosos, muy constructivos, y nunca por ser más joven o haberme visto de niño me han tratado mal”, dice Roldán a EL ESPAÑOL. “De alguna manera ha ayudado a que nos entendamos bien. Ellos saben de dónde vengo y yo sé de dónde vienen”.
Un acuerdo de momento insuficiente
Las ojeras de Toni Roldán (Barcelona, 1983) hablan de la tensión de las últimas semanas. A sus 32 años y una cuidada barba de cuatro días para ganar algo de edad en apariencia, ha participado en una veintena de reuniones entre los equipos económicos de Ciudadanos y el PSOE que culminaron en el Pacto de 'El abrazo', que Pedro Sánchez y Albert Rivera firmaron esta semana.
El acuerdo es insuficiente de momento para la investidura de Sánchez. La suma de PSOE y Ciudadanos, 130 escaños, requiere el apoyo o la abstención de PP o Podemos. Pero según Roldán, las 200 medidas del documento contienen un “relato de modernización económica” inédito en la historia reciente de España.
“Me gustaría sentarme con el señor Rajoy y repasar con él punto por punto para ver en cuáles está exactamente en contra”, dice. “Es un acuerdo pensado para ser transversal”.
Sin 'streaming' pero con skype
Jordi Sevilla y Luis Garicano son mentes económicas antagónicas en muchos aspectos. No han coincidido históricamente en modelos de Estado del bienestar. Pero ambos encontraron un punto de equilibrio suficiente. Roldán fue testigo activo del proceso. Cuando Garicano estaba fuera de España, participaba en la negociación vía skype. A veces se caía el wifi en el momento más inoportuno del debate.
“Ha sido una negociación preciosa, en el sentido de que hemos aprendido mucho unos de otros. Gente como José Enrique, por ejemplo, es alguien que lleva muchísimo tiempo conociendo el Estado por dentro y del que se puede aprender mucho mientras negocias”, explica. “Son figuras a las que respeto muchísimo y con las que tengo una relación estupenda”.
El instinto negociador de Toni está, entre otras muchas cosas, en su genética. Su padre fue Santiago Roldán (1938-1997), al que todos llamaban Curri. Nació en Ávila, pero se crió en Sevilla y siempre tuvo el corazón andaluz. Fue un catedrático de Economía que coqueteó con el Partido Comunista durante el franquismo y terminó siendo uno de los fontaneros económicos de referencia del Partido Socialista de Felipe González. Entre 1967 y 1975, Santiago Roldán y compañeros como Juan Muñoz y José Luis García Delgado publicaron una serie de artículos de análisis crítico y divulgación sobre la realidad económica española en Triunfo y Cuadernos para el diálogo, que firmaban con el seudónimo Arturo López Muñoz. Entre 1981 y 1982, reaparecieron fugazmente en varias tribunas del diario El País firmando con el mismo seudónimo.
“En aquellos tiempos la oposición al franquismo la formábamos 400 personas y nos conocíamos todos, pero usábamos el seudónimo porque podíamos tener problemas”, recuerda García Delgado. “Curri era una persona extraordinaria, un tipo muy apuesto, un hombre con mucha simpatía y un excelente negociador. No te podías enfadar con él. Tenía ese punto”.
La Barcelona olímpica
Santiago Roldán participó en la redacción del programa económico con el que Felipe González arrasó en las elecciones de 1982. Toni nació un año después. Fue catedrático de Estructura Económica en la Autónoma de Barcelona y rector de la Menéndez Pelayo en Madrid. Esa capacidad de nadar entre las aguas de Madrid y Barcelona le dio el trabajo de su vida. El mismo trabajo que, según todos sus amigos, le costó la salud. El ministro de Economía, Carlos Solchaga, le puso al frente de Holding Olímpico S.A. (Holsa), una empresa participada por el Gobierno central, al 51%, y el Ayuntamiento de Barcelona para canalizar todas las obras de los Juegos Olímpicos. La Generalitat de Jordi Pujol rehusó entrar.
“Roldán fue un ejemplo de equilibrio de lealtades al Gobierno y al alcalde de Barcelona”, dice Xavier Roig, jefe de Gabinete de Pasquall Maragall entonces. “Fue una pieza clave en el proceso de construcción de las obras olímpicas. Tenía las claves para influir en Madrid y Barcelona”.
Fueron años frenéticos, en los que contentar a todas las partes era una tarea colosal. Algunos de los implicados recuerdan, sin querer entrar en detalles, como Juan Antonio Samaranch quería llevar la Villa Olímpica al Prat de Llobregat. Los terrenos eran de un constructor amigo de Samaranch cuyo nombre prefieren no recordar ahora.
“Era una bellísima persona, el mejor jefe que he tenido. Recuerdo cenas con él y con, por ejemplo, Octavio Paz cuando vino a Barcelona”, dice Antoni Llagostera, quién fuera su jefe de Comunicación en Holsa. “Era un negociador implacable, técnicamente muy bueno. Sabía perfectamente dónde estaba y dónde quería llegar”.
Otra generación de economistas
Toni era un adolescente cuando su padre falleció en 1997. Pero, al igual que él, hizo de la economía su pasión y su carrera. Es Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, y en Política Económica por la Universidad de Columbia, en Estados Unidos. Ha trabajado en la Dirección General de Economía y Finanzas de la Comisión Europea y en el Parlamento Europeo. En Bruselas fue asesor del socialista Ramón Jauregui. También ha sido analista de riesgo político en la consultora Eurasia Group e investigador en la London Scool of Economics. Con Luis Garicano escribió el libro Recuperar el futuro y desde Londres dio el salto a Ciudadanos. Fue el número dos por Barcelona en las listas al Congreso de los Diputados. Y después de todo, con sólo 32 años, ha sido uno de los principales muñidores del acuerdo entre el PSOE y su partido.
“Hay gente que se pasa toda la vida esperando llegar a un momento como éste y haber tenido la oportunidad de participar en negociaciones de temas que llevo trabajando mucho tiempo y políticas públicas y tener la oportunidad de estar cerca y ayudar a tomar decisiones es superemocionante”, reconoce.
Toni presume de ser un economista de gráficos, más empírico. Y defiende el acuerdo logrado en materia laboral e impositiva. Asegura que el socialismo europeo carga con mochilas ideológicas de las que Ciudadanos está libre.
Como Renzi o Valls
“Tenemos bastantes cosas en común con proyectos socialdemócratas que yo considero modernos y también con proyectos liberales. Ese es el espacio ideológico de Ciudadanos. Yo diría que lo que está haciendo Renzi en Italia o Valls en Francia no es muy distinto a lo que proponemos nosotros”, dice. “Es un proyecto claramente preocupado por la libertad, pero al mismo tiempo entendiendo las limitaciones que te da la restricción presupuestaria y entendiendo que hay que llevar a cabo políticas sociales bien hechas para utilizar correctamente los recursos”.
Quizá Curri hubiera estado muy cerca de Ciudadanos
A muchos de los viejos amigos de Curri les ha sorprendido la presencia del joven Toni en la mesa de diálogo con el PSOE. Algunos ni siquiera conocían su vinculación con Ciudadanos. Otros habían perdido la pista de su formación en algún punto entre Estados Unidos e Inglaterra. Pero nadie ha puesto en duda, porque de casta le viene al galgo, su capacidad negociadora.
“La vida pasa, los hijos no tienen que ser como los padres, ni siquiera idelógicamente”, dice García Delgado. “Quizá Curri, posiblemente, hubiera estado muy cerca de Ciudadanos ahora. No lo sé. Eso nunca se sabe”.