Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, fue a recoger a sus hijas, las dos de menos de diez años. Y de repente: “ZORRA”, garabateado con spray en la fachada de su casa. En color oscuro y con una exclamación al final. “Me quedé helada”, cuenta Villacís a EL ESPAÑOL. “Quise quitarle hierro al asunto, como si aquello no tuviera nada que ver conmigo o mi profesión. ‘Menudos gamberros’, les decíamos mi marido y yo a mis hijas para que no tuvieran miedo”.

“Al principio, no supe reaccionar –continúa Villacís– pero luego me sentí indefensa”. La portavoz de Ciudadanos en el Consistorio madrileño ha denunciado la pintada ante la policía que, tras comprobar los trazos y fotografiar el insulto, tratará de cotejarlo con las firmas de otros grafiteros. “Esto es un insulto anónimo y cobarde”.

Villacís lamenta el clima que, a veces, rodea a la política española: “Es justo lo contrario a lo que necesitamos. Son cosas aisladas. La gente que nos para por la calle, lo hace con cariño y respeto. Pero parece que existe licencia para todo”.

El insulto garabateado en la fachada de Villacís Cedida

Es la segunda vez en apenas nueves meses en la que Begoña Villacís recibe insultos por dedicarse a la política. El día de la investidura de Manuela Carmena –junio de 2015– un grupo de personas se concentró ante el palacio de Cibeles y pidió “horca y guillotina” para los concejales de Ciudadanos. Aquel día, Villacís dijo: “Esto no es la anécdota, sino la tónica”.

“Los insultos se producen en los Ayuntamientos, en las juntas de distrito… Albert Rivera me ha contado que les han agredido verbalmente en más de una ocasión a la salida del Parlament, en el Consistorio de Barcelona lo mismo. Estos insultos buscan coaccionarnos y eso es lo más grave”, explica la líder de la formación naranja en Madrid.

Cuando Begoña Villacís denunció en Twitter lo ocurrido, pensó detenidamente los 140 caracteres que iba a escribir. Eligió: “El odio alimenta el odio”. “Estos casos suelen conllevar una división en bandos y es muy peligroso. Creo que solo hay dos grupos: los odiadores y los que no lo son”.

“Me gustaría resaltar que no vinculo este insulto a ningún partido o movimiento político. Ni mucho menos”, concluye Villacís antes de acercarse a la comisaría de policía para confirmar la denuncia.

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