La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, fue objetivo del espionaje político en 2008. En una entrevista en la Cadena Ser, José Oreja, uno de los tres guardias civiles imputados en este caso, ha asegurado que entre los políticos que se ordenó espiar estaba la presidenta madrileña.
Oreja ha asegurado que sus superiores en la Dirección General de Seguridad autonómica les ordenaron realizar seguimientos por "interés" del entonces vicepresidente Ignacio González, que en la práctica ni él ni los otros dos guardias civiles llegaron a realizar, según su relato.
El agente no aclara durante la conversación qué llevó a sus superiores a ordenar el seguimiento a Cifuentes. Los guardias, según la versión de Oreja, denunciaron estas órdenes por entender que podían ser ilegales ante el entonces consejero de Presidencia Francisco Granados, hoy en prisión como uno de los presuntos cabecillas del caso Púnica.
Oreja ha esgrimido que Granados se comprometió a tomar medidas ante estas órdenes pero "no hizo nada", a juicio del guardia civil, porque no era capaz de "imponerse" al director general, que a su vez había recibido "órdenes" de Ignacio González y Esperanza Aguirre.
Los investigados en el caso del presunto espionaje son Sergio Gamón Serrano, ex director general de Seguridad; los guardias civiles José Oreja Sánchez, José Luis Caro Vinagre y Antonio Coronado Martínez; y José Manuel Pinto, técnico de la Dirección General de Seguridad.Todos ellos negaron en sus declaraciones haber realizado seguimientos.
El pasado 12 de junio, la Audiencia Provincial de Madrid ordenó reabrir por tercera vez el caso del presunto espionaje político a políticos del PP enfrentados con Esperanza Aguirre al considerar que había indicios de un delito de malversación de caudales públicos por parte de cuatro funcionarios y asesores de la Comunidad acusados.
Oreja comparecerá este viernes, al igual que otros dos imputados, en la comisión de investigación de supuestos casos de corrupción política en la Asamblea de Madrid.