Cristina Cifuentes quiere poner orden en el PP de Madrid y limpiar la imagen del partido. En su empeño, la presidenta de la Comunidad y responsable de la gestora del partido tras la dimisión de Esperanza Aguirre, ha anunciado este jueves que ordenara una auditoría para conocer "al detalle" la situación económica y financiera en la primera planta de Génova 13.
El mismo día en el que Rita Barberá ha comparecido para defender su inocencia y negar cualquier sospecha de corrupción, la líder madrileña comparece para asegurar que es necesario tener una "radiografía fiel de la situación". "Es lo lógico y normal en una nueva etapa", ha señalado Cifuentes, que ha apuntado que quieren "reducir gastos innecesarios y hacer un uso lo más eficiente posible" de los recursos.
En la rueda de prensa posterior a la primera reunión de la gestora del partido en Madrid, Cristina Cifuentes tambíén ha asegurado que "si hay cuestiones judiciales en marcha la colaboración por mi parte total y absoluta".
La presidenta madrileña ha asegurado que el PP de Madrid vive un "nuevo tiempo" y tendrá "tolerancia cero contra la corrupción" y que implantará un código ético de obligado cumplimiento para cargos públicos y militantes. Manuel Quintanar será el encargado de elaborar estas normas de comportamiento que serán aprobadas en la próxima reunión.
Cifuentes también ha anunciado que "probablemente habrá que hacer algún ajuste de personal". Según Europa Press, este "ajuste" estará encabezado por Beltrán Gutiérrez, que será despedido. Los ordenadores del exgerente del partido están siendo investigados en el marco de la trama Púnica.
En otra muestra de que la presidenta madrileña quiere romper con el legado de Esperanza Aguirre, ha apuntado que no concibe los partidos "como sectas": Aquí se admite el diálogo y la diferencias, siempre que nos mantengamos unidos en lo esencial y con lealtad".