Pedro Sánchez ha hablado durante 1 hora y 36 minutos para convencer al resto de grupos que apoyen su investidura. Estos han sido los mejores momentos:
1. El caramelo de Rajoy
El presidente del Gobierno ha seguido el principio del discurso con lo que parecía un caramelo en la boca.
Desde El Mundo, han tuiteado la prueba. Parecen caramelos de menta.
Hay un recuerdo reciente. Andrea Levy, también del PP, siguió la investidura del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con un chicle.
2. La frase principal no estaba en el discurso
Pedro Sánchez ha repetido varias veces tras enumerar sus propuestas variantes de esta frase: “Esto lo podríamos hacer la semana próxima”. Ninguna estaba en el discurso preparado enviado por el PSOE. Es un modo de presionar a los grupos que se resisten a su investidura.
Una de las veces, Iñigo Errejón ha parecido decirle a Pablo Iglesias que era porque “había pactado con Ciudadanos”.
La insistencia de la frase recuerda una despedida habitual de los míticos Tip y Coll: “La próxima semana hablaremos del gobierno”. ¿Pero qué ocurría? Que nunca hablaban del gobierno.
3. El no de Pablo Iglesias
Sánchez ha defendido su pacto con Ciudadanos. Uno de sus argumentos es que el pacto de izquierdas no suma: “Que todos los votantes de izquierdas de este país lo sepan. No hay mayoría suficiente en este Parlamento para sumar un Gobierno de izquierdas. No suma”.
Pablo Iglesias decía que no con la cabeza desde su escaño. Pablo Echenique ha tuiteado la teoría de de Podemos: los partidos de izquierdas suman 160 escaños mientras que el Partido Popular y Ciudadanos, 163. En la votación de mayoría simple, los partidos de izquierdas podrían encontrar esos votos que les faltan entre los partidos menores.
Sánchez ha dado otra teoría para no buscar el pacto de izquierdas: “Que dos fuerzas de la misma ideología se unan para formar un Gobierno que sólo represente a poco más de la mitad de nuestro país”. Ha abogado por el “mestizaje ideológico”. “El diálogo abre la mente”, ha añadido.
4. Las cuatro frases con mayores ovaciones
Los únicos que han aplaudido insistentemente a Pedro Sánchez han sido los 90 diputados socialistas. Ciudadanos no se ha sumado en ninguna ocasión.
Estas han sido las cuatro frases con las mayores ovaciones del discurso:
- “El grupo parlamentario socialista no exige nada, no aspira a
imponer nada, no tenemos líneas rojas, tan sólo firmes convicciones.”
-“Hasta la peor medida del acuerdo es mejor que mantener al señor Rajoy dos meses.”
-“Revitalizaremos y dotaremos de presupuesto la Ley de Memoria
Histórica”. En el discurso preparado había una coletilla que Sánchez ha omitido: “Otro deber moral que nos atañe, Señorías, desde el espíritu de concordia y de cerrar heridas.”
-“Mi fracaso hubiera sido rechazar el ofrecimiento del Jefe del Estado.”
5. El aplauso irónico de Pablo Iglesias
Pedro Sánchez ha agradecido dos veces a los diputados de Ciudadanos y Albert Rivera su valor al pactar: “ A todos ellos y ellas, en especial a su presidente, el señor Rivera, les doy públicamente las gracias por su valentía y coraje”, ha dicho al poco de empezar. Pablo Iglesias ha respondido con este aplauso irónico.
6. La cara súperatenta de Albert Rivera
El líder de Ciudadanos ha demostrado gran atención, con el ceño fruncido, durante buena parte del discurso. Los únicos movimientos que se ha permitido han sido asentir con la cabeza en momentos puntuales y comentarios con el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta.
7. Solo dos citas de autoridad
O mejor: una y media. El único recurso a una frase célebre ha sido de Fernando de los Ríos, ministro socialista durante la República: “La única revolución pendiente es la del respeto”.
A su rival principal en las últimas primarias socialistas, también le gusta:
La otra referencia de autoridad de Sánchez ha sido más extraña. Ha citado el presunto gusto de los cocineros -con una referencia especial a los españoles- por los sabores auténticos: “Los maestros de la alta cocina, y de eso sí que sabemos en España, nos enseñan que los sabores auténticos son los que mejor se entremezclan”. Sánchez se refería a las “convicciones socialistas”, que son puras pero capaces de llegar a pactos con otras.
8. Los dos grandes silencios
Los dos grandes silencios de Sánchez han sido para la entrada a referencias a Podemos y a la corrupción.
Ha bebido agua y ha dejado el hemiciclo en vilo cuando ha dicho: “Desde el otro lado de la cámara se nos ofrece una coalición para la conformación de un Gobierno de izquierdas”.
En el silencio cuando entraba en el punto de la corrupción no ha bebido agua, pero se ha rascado el labio: “En los últimos años, la corrupción ha alcanzado un nivel insoportable, los escándalos se amontonan hasta convertirse en algo cotidiano”.
9. Hay jóvenes de 40 años, según Sánchez
Sin improvisar -estaba en el discurso escrito- Sánchez ha dicho “los jóvenes de 40 años”. Parece que ha ganado algunos votos. (Sánchez tiene 44.)