Desde que Carles Puigdemont es presidente de la Generalitat, lo más cerca que había estado Rajoy de hablar con él fue cuando un imitador catalán le engañó en una broma telefónica. Era principios de enero y Rajoy confesó a un falso Puigdemont tener “muy libre” su agenda. “Le llamo el lunes y nos podemos ver en 24 o 48 horas”, le ofreció. Casi dos meses después, ambos dirigentes han hablado por primera vez en un acto en recuerdo de las víctimas del vuelo de Germanwings.
La incomunicación entre ambos gobiernos es tal que incluso el fin de semana pasado, cuando murieron 13 jóvenes en un accidente de autobús en Tarragona, Puigdemont habló con el Rey; con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y con el líder del PSOE Pedro Sánchez pero no con el presidente del Gobierno en funciones. “Tendrá que valorar hasta qué punto ha estado a la altura de la situación”, le afeó el conseller de Exteriores, Raül Romeva, el pasado lunes.
El presidente de la Generalitat tampoco ha mostrado hasta la fecha ningún interés en hablar con Rajoy y prefiere esperar a que se solucione la investidura para iniciar su diálogo con el Gobierno central. La última vez que ambos coincidieron fue hace tres años en la inauguración del AVE en Girona, cuando Puigdemont era alcalde de esa ciudad.
Una simple encajada de manos
El encuentro de este miércoles entre los dirigentes en El Prat poco ha servido para acercar distancias entre ambos mandatarios. Fuentes de presidencia afirman que no han hablado de política y que tampoco se han emplazado a reunirse en el futuro. Puigdemont, que sí se ha reunido con Pedro Sánchez, tampoco ha intentado fijar una reunión con el presidente en funciones.
El president ha recibido a Rajoy a su llegada a El Prat y ambos se han saludado con una encajada de manos. Justo después, han acudido al espacio donde estaban los familiares de las víctimas y han estado conversando con algunos de ellos en presencia de la presidenta de la asociación de afectados, Silvia Chaves. Después se han dirigido al acto, justo delante de la terminal 2, y ahí se han sentado uno al lado del otro. Los dos presidentes estaban flanqueados por la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; la ministra de Fomento, Ana Pastor; el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras y la delegada del Gobierno en Cataluña, María de los Llanos de Luna.
Ambos dirigentes han estado en todo momento acompañados y no han mantenido ningún aparte. Las pocas palabras que se han cruzado han sido sobre aspectos de poca relevancia y fuentes del PP catalán confirman que no ha habido ningún comentario sobre política. El equipo de Rajoy, no obstante, se ha apresurado a colgar en su cuenta de Twitter la foto del saludo entre ambos.
A pesar de que ambos han evitado cualquier referencia a la situación política en sus discursos, Rajoy ha reivindicado la colaboración que hubo entre el Gobierno central y la Generalitat el 24 de marzo del año pasado, día en en el que un piloto estrelló en los Alpes franceses un avión que había salido de Barcelona con 149 personas más a bordo.
Un largo desencuentro
La frialdad en las relaciones entre el Ejecutivo central y la Generalitat se ha ido acentuando a medida que avanzaba el proceso independentista. Ni el Rey ni Rajoy agradecieron los servicios prestados a Artur Mas en el BOE cuando abandonó su cargo y, cuando Puigdemont tomó posesión del suyo, no juró ni prometió lealtad al Rey ni a la Constitución.
Rajoy tampoco llamó a Puigdemont tras ser investido y ambas partes acusan a la otra de la falta de comunicación. La exlíder del PP catalán y diputada en el Congreso, Alicia Sánchez-Camacho, ha acusado este miércoles a Puigdemont de ser el responsable de la falta de diálogo entre ambos.
Desde el Govern usan el mismo argumento y señalan que debería ser Rajoy quien llame a Puigdemont. Consideran, además, que fue muy feo que el presidente en funciones no llamara para transmitir el pésame por las víctimas del accidente del sábado. “Cada uno puede juzgar si es normal o no que hasta ahora no se hayan visto ni haya habido algún contacto”, afirmó el martes la portavoz Neus Munté.
El contacto con el Rey, aunque también es frío, es algo más fluido y hablaron el pasado 21 de febrero en el Congreso Mundial del Móvil así como el fin de semana pasado tras el accidente de autobús.