Pablo Iglesias confiaba en haber cerrado el frente del País Vasco. Las primarias celebradas a principios de marzo dieron como ganadora a Nagua Alba, una joven psicóloga de corte oficialista con las líneas del partido. Con ella, en principio, debía llegar una estabilidad inexistente en la Comunidad Autónoma. Pero la paz apenas ha durado unas semanas. Podemos Euskadi ha lanzado un órdago a la dirección del partido al reclamar constituirse como una “federación” y una mayor autonomía. Todo ello, en vísperas de la celebración del Aberri Eguna, un acontecimiento histórico para la formación morada por ser la primera vez que participa en el Día de la Patria [Vasca].
A Podemos se le acumulan los “problemas territoriales”. Ese es el término que el diputado y secretario de Política de Podemos Euskadi Eduardo Maura ha empleado en una entrevista con la agencia EFE. Según su explicación, los roces que se han registrado entre Madrid y Galicia, Cataluña o el propio País Vasco están “muy vinculados” con el crecimiento del partido en un periodo electoral "muy intenso" y no son comparables entre sí.
Maura aspira a que Podemos Euskadi se convierta en una “federación” y pueda tomar decisiones al margen de los dictámenes que llegan desde Madrid; un estatus similar al que tienen las mareas y las franquicias que el partido tiene distribuidas en diferentes Comunidades Autónomas. Esta estrategia, que sirvió para obtener un amplio rédito electoral para los de Iglesias, se volvió en su contra cuando, en enero, Compromís rompió la unidad de los socios para constituir con sus cuatro diputados un grupo propio en el Congreso.
La cúpula del partido teme que las discrepancias con las mareas terminen por dinamitar el partido, más aún ante unas hipotéticas elecciones anticipadas en junio. Tampoco quiere dar una imagen de debilidad en las negociaciones con Pedro Sánchez para la conformación de un Gobierno. Precisamente, ese fue el motivo que condicionó el cese de Sergio Pascual, responsable de Organización del partido, y el nombramiento de Pablo Echenique en su lugar.
Maura ha criticado “las formas” con las que se adoptó aquella decisión: “No hay un único culpable que pudiera ser responsable de todos esos problemas territoriales -ha advertido-. Hay mejores maneras de cesar a alguien y creo que hay maneras de gestionar ese tipo de cuestiones”.
Un Aberri Eguna por “el derecho a decidir”
Las críticas de Maura a la cúpula del partido tienen lugar en vísperas de un acontecimiento histórico para Podemos Euskadi: este domingo participarán, por primera vez, en los actos convocados por el Aberri Eguna en San Sebastián. El objetivo, anuncia la formación a través de un comunicado, es el de arrebatar al mundo “nacionalista tradicional” el “monopolio” de la “idea de patria y el imaginario de lo vasco”.
¿Qué ha cambiado para que este año se sumen a la convocatoria y no lo hicieran en ediciones anteriores? Absolutamente nada. Los cambios hay que buscarlos en el seno de la organización, que ahora defiende, con más énfasis si cabe, la idea del “derecho a decidir”, tanto en Cataluña como en el País Vasco. Y ese es precisamente el lema bajo el que se convoca esta edición del Día de la Patria.
Críticas internas por sumarse a la convocatoria
La decisión ha sido aplaudida por los partidos nacionalistas: “Es muy positivo que lo celebren otras fuerzas”, ha considerado la presidenta del PNV de Bizkaia, Itxaso Atutxa. “Es lo más natural y normal”, ha añadido el portavoz de Sortu, Pernando Barrena. Pero tampoco han faltado las voces internas que han cargado contra la dirección de Podemos Euskadi. Para José Manuel de Pablos, que le disputó el puesto a Nagua Alba en las primarias del partido, no es lógico que “dos o tres personas” tomen decisiones que afecten a los 14.000 inscritos como simpatizantes a la sección vasca del partido: “No imagino qué sentirá un podemita vasco que también se siente español ante la decisión de celebrar el día de la patria”.