No hay tensión, ni actividad parlamentaria ni ningún amago de acercar posturas entre contrarios. Cuando queda un mes para que expire el plazo para presentar un candidato a la Presidencia del Gobierno, el Congreso de los Diputados todavía estaba contagiado este lunes del espíritu festivo de la Semana Santa. El calendario semanal que cuelga en el tablón de anuncios de la sala de prensa adelantaba que este lunes no había programado ningún trabajo obligatorio para ninguno de los 350 diputados que cobran del erario público. Una única rueda de prensa, la de Miguel Gutiérrez (C´s), despertó a los ujieres de una “tranquilísima” jornada laboral.
“Aquí no ha venido ni Dios. Es como si todos quisieran dejar pasar el tiempo hasta convocar elecciones”, comentaba con este periódico uno de los trabajadores del Parlamento a media mañana. Como muestra de la inactividad que se ha vivido este lunes postvacacional en el Congreso de los Diputados, un dato: el comedor del Parlamento solo dio “un tercio” de las comidas que se ofrece habitualmente un lunes cualquiera.
Un simple paseo por los pasillos de los grupos parlamentarios fue suficiente para confirmar la escasa presencia de diputados en sus respectivos despachos, con casi todos cerrados. Este diario pudo comprobar que en alguna dependencia de la Cámara había menos de 50 de los 350 diputados que trabajan en el Parlamento. La mayoría de los que convirtieron la jornada en un día laborable eran los diputados de Podemos.
En la sala de prensa, donde últimamente cuesta encontrar un hueco para apoyar el portátil, apenas se concentraban un puñado de periodistas intermitentemente a lo largo de toda la mañana. Es el lugar que los diputados Tania Sánchez (Podemos) y Pedro Saura (PSOE) utilizaron como plató para entrar en directo con alguna televisión que les requería una declaración sobre la convulsa situación política actual. La tradicional sala donde todos los líderes ofrecen sendas ruedas de prensa tras algún encuentro previo estuvo toda la mañana vacía, con la luz apagada. La monotonía de este lunes de Pascua en el Parlamento nacional solo la rompieron las risas y los nervios de los chavales que acudieron al Hemiciclo en excursión escolar. “¿Dónde se sienta Rajoy?”, preguntaba uno a su profesor.
Los del PP, en Málaga
A esa hora, las doce del mediodía, Mariano Rajoy seguía de vacaciones. El Comité de Dirección que el Partido Popular celebra tradicionalmente los lunes se trasladó esta semana al martes, el día que el presidente del Gobierno en funciones ha elegido para despertar de su letargo ofreciendo una entrevista radiofónica a primera hora de la mañana que coincidirá con otra de Pedro Sánchez. Por no estar, en el Congreso no estaba ni el portavoz del PP, Rafael Hernando, que acudió a la clausura de la Interparlamentaria que el PP de Andalucía celebró en Málaga. Fue el acto principal del día del PP, donde también apareció el portavoz del Grupo en el Senado, José Manuel Barreiro; el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, y el vicesecretario de Autonomías y Ayuntamientos, Javier Arenas. Mariano Rajoy, la secretaria general del partido y los otros cuatro vicesecretarios tuvieron la agenda completamente vacía durante toda la jornada.
En la cafetería del Congreso, donde habitualmente se da una media de cuatrocientos desayunos, hubo mesas libres durante toda la mañana, impensable un día de Pleno. “Solo he servido un café a una secretaria de la Mesa, a Meritxell Batet (PSOE) y a un diputado de Ceuta. Todos los demás que han venido como todos los días eran trabajadores de la Cámara”: ujieres, asesores y personal de limpieza y seguridad, afirmaba a este diario una de las camareras. El comedor llegó a aglutinar a casi un centenar de comensales a las tres del mediodía, la hora punta del día. “Hoy es uno de los días más flojos del año”, reconoce a este diario uno de los jefes de cocina. En las mesas, esta cronista pudo contar una veintena de trabajadores de Podemos, casi todos diputados (casi un tercio de los 69 que forma el Grupo Parlamentario). Tampoco estaban ni Pablo Iglesias ni Íñigo Errejón.
Dos comisiones el martes
La sensación que la imagen de inactividad proyecta en los propios trabajadores de la Cámara es que “todos están en precampaña electoral. Se turnan para salir en la tele, que parece que es lo único que les importa. Aquí no hay sensación de que alguien haga algo, como a estas alturas de otras legislaturas. Nadie hace un esfuerzo extra por intentar llegar a un acuerdo antes de que se disuelvas las Cámaras”, reconoce en privado uno de los ujieres con más experiencia en el Parlamento. Este martes vuelve la vida a medio gas al Parlamento. Hay programas una reunión de la Mesa, otra de la Junta de Portavoces y dos comisiones: de Asuntos Exteriores y de Industria, Energía y Turismo. “Hasta el miércoles que viene que hay Pleno, esto no se llena”, augura uno de los ujieres.