Podemos ya tiene nuevo secretario de Organización. El Consejo Ciudadano estatal, reunido este sábado en Madrid, ha aprobado por unanimidad el nombramiento de Pablo Echenique como número tres del partido morado. Así, se refrenda la propuesta de Pablo Iglesias y se entierra, al menos por ahora, la batalla interna de la formación de los círculos.
Dos semanas atrás, Iglesias propuso a Echenique como sustituto del defenestrado Sergio Pascual. Este último ha sido la víctima de la grave crisis interna de Podemos que se ha vivido en las últimas semanas. Con el nombramiento de Echenique, el partido morado inicia una nueva etapa más centrada en devolver el protagonismo a los círculos, así como en descentralizar Podemos. Esto último quiere decir que la dirección nacional dejará más libertad de decisión y margen de maniobra a las secretarías autonómicas.
Menos batalla de la prevista
Fuentes de Podemos explican a EL ESPAÑOL que en el cónclave -que se ha alargado durante horas y horas este sábado- ha habido intervenciones críticas con el liderazgo de Iglesias y favorables a Íñigo Errejón, sí, pero menos tensas de lo que se había pronosticado. Incluso, el propio número dos del partido ha tomado la palabra para defender la transversalidad del partido por la que siempre ha apostado.
De alguna manera, el partido morado ha decidido darse una tregua desde el punto de vista interno para centrarse en las negociaciones de investidura con el PSOE. Después de las mismas, sea cual sea el resultado, las bases de Podemos tendrán la última palabra sobre la posición que adoptará el partido en la investidura de Pedro Sánchez.
Esta fórmula, dada a conocer por el propio Iglesias este sábado por la mañana, no es inocente, ni mucho menos. En el partido morado unos y otros saben que es muy complicado, o incluso imposible, llegar a un acuerdo con el PSOE, teniendo en cuenta que Sánchez ha empeñado su palabra al decir que no romperá su pacto con Albert Rivera. Si, como parece, no es factible ese acuerdo con los socialistas, los 390.000 simpatizantes de Podemos tendrán que decidir entre dos opciones: una abstención que permita a Sánchez ser investido o un 'no' al pacto PSOE-Cs que fuerce nuevas elecciones generales.
Quién prefiere qué
En ese contexto, los sectores de Podemos más proclives a una abstención que evite la vuelta a las urnas son precisamente los errejonistas. En cambio, el propio Iglesias, sus seguidores acérrimos y la corriente de anticapitalistas prefieren que se repitan las elecciones generales si el PSOE no pacta con ellos. Con esta diversidad de opiniones sobre la mesa, el secretario general de Podemos ha optado por trasladar la decisión a los más de 390.000 inscritos.
Al someter esta decisión a sus bases, Iglesias allana el terreno para que sus objetivos se cumplan, dado que parece evidente que los simpatizantes del partido de los círculos son menos proclives a dejar gobernar a Sánchez si está aliado con Albert Rivera. Eso sí, antes de que las bases tomen la palabra, se tienen que aclarar las negociaciones de investidura. Y esa es ahora la prioridad para todos los dirigentes de Podemos.