La anunciada renovación de CDC comenzará en mayo con una votación de la militancia. El partido preguntará a sus bases si prefieren “fundar una nueva herramienta política de centro”, que incluiría unas nuevas siglas, o bien si se mantiene el actual partido con una “renovación interna”. Así lo ha anunciado este lunes en Barcelona Francesc Sánchez, coordinador de régimen interno de la formación. “Será un supersábado”, ha dicho Sánchez emulando las primarias estadounidenses.
En el partido afirman que nadie discute el liderazgo de Artur Mas. El expresident ha demostrado que quiere seguir al pie del cañón y tanto su agenda como su actitud lo confirman. Mas participa cada semana en actos de las distintas facciones de CDC y en su entorno aseguran que está “volcado completamente” en refundar el que ha sido el partido hegemónico en Cataluña desde la reinstauración de la democracia.
Más allá de las siglas, en CDC pretenden que la reestructuración sea de cierto calado. En el seno del partido se habla de "redefinir el marco ideológico" así como la organización interna, la financiación y el modo en que se se eligen los cargos. También se pretende darle más poder a la militancia y la consulta a las bases de este mayo es un ejemplo de la nueva dinámica que pretende tomar el partido. Será la primera gran cita de unos meses en los que los convergentes buscarán la mejor manera de reinventarse y renovar un partido quemado por los casos de corrupción.
Descartada la marcha de Mas y defenestrado su eterno delfín -Oriol Pujol- por sus problemas judiciales, los movimientos dentro de la formación se enmarcan en la pugna por ocupar el puesto de número dos, que recae en la figura del coordinador general. Si bien todavía no hay fecha para unas primarias, los distintos candidatos buscan apoyos entre los distintos grupos del partido desde hace semanas. A falta de ver qué papel jugarán tanto Mas como Carles Puigdemont, estos son los cargos mejor situados para convertirse en el número dos de CDC.
Jordi Turull
Aunque por el momento no tiene el apoyo explícito de Mas, muchos en CDC lo consideran el candidato “oficialista”. Hombre de aparato, discreto y leal, no ha confirmado que se postulará pero tampoco lo ha negado en ningún momento. “Si Turull da un paso al frente será cuando se abra el periodo para presentar candidaturas, no antes”, explica uno de sus acólitos. Considerado un gran forjador de pactos, presidió el grupo parlamentario de CiU en la anterior legislatura y actualmente es uno de los líderes de JxS en la cámara catalana. Ya sonó para el puesto de coordinador general en 2014, cuando el cargo recayó finalmente en Josep Rull.
Su capacidad de imponerse dependerá de los apoyos que tenga entre los alcaldes del territorio. En este sentido todos apuntan al determinante el aval del alcalde de Premià de Mar Miquel Buch. Figura emergente en el partido y presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Buch tiene mucha influencia entre los cuadros jóvenes del partido y los diversos alcaldes de la AMI. El apoyo de Buch atraería a todos estos cuadros del partido que defienden que es el momento de que la CDC más rural tome las riendas de la formación.
Germà Gordó
Gordó es el único que se ha postulado hasta la fecha y lleva marcando perfil propio prácticamente desde que pasaron las elecciones del 27 de septiembre. Exconsejero de Justicia en el anterior Govern y exsecretario de la Generalitat, cuenta con amplios apoyos en la formación -entre los que destaca la poderosa federación de Barcelona- y es una persona de la máxima confianza de Mas. Gordó defiende una CDC moderada y de centro, que incluya a personas no independentistas partidarias del “derecho a decidir”. El sábado emplazó a Junts pel Sí (JxS) a buscar otros apoyos en el Parlament para dejar de depender de la CUP.
En CDC, no obstante, consideran que Gordó lo tiene complicado para encarnar la renovación del partido. El exconsejero ha ocupado puestos de relevancia durante los años en los que el partido está siendo investigado por presuntas corruptelas y siempre se le ha relacionado con el “sector negocios” de CDC, la parte del partido dedicada a las relaciones con empresarios.
Mercè Conesa / Carles Campuzano
Tanto Mercè Conesa como Carles Campuzano podrían convertirse en las personas que el excoordinador general, Josep Rull, intentaría situar en el puesto para aportar un perfil más socialdemócrata a la nueva CDC. La primera es la presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de Sant Cugat, único feudo convergente que queda en la área metropolitana de Barcelona. Campuzano ha sido muchos años diputado en el Congreso, pero tendría más problemas que Conesa para encarnar una imagen de renovación.
Marta Pascal
La actual portavoz del partido gana enteros para ser la apuesta del sector más liberal de CDC, organizado alrededor de un corriente llamado Llibergència. Este sector aboga por una CDC de centro sin el perfil socialdemócrata que pretenden darle Rull y los suyos. Entre este sector más liberal se encuentran veteranos del partido como Antoni Fernández Teixidó, figuras emergentes como Marc Guerrero y la omnipresente sombra de David Madí. Madí abandonó la “vida política” en 2010 pero sigue participando en la decisión y estructuración de acuerdos gracias a su íntima relación con Mas. A pesar de llevar años oficialmente apartado del partido, fue uno de los artífices de la candidatura conjunta de JxS el pasado julio.