Tan sólo dos semanas. Ese es el tiempo que pasó entre la publicación de la esquela del ex agente de Interior Franciso Paesa y el registro de una empresa a su nombre a través del despacho de Mossack Fonseca. En los 14 días en los que supuestamente estaba muerto, creó la sociedad Regus Assets en las Islas Vírgenes británicas, según figura en los papeles de Panamá revelados por El Confidencial y La Sexta.
Pero hubo más. Otras seis más en concreto. Paesa registró en 18 meses sociedades con su falsa identidad (Francisco P. Sánchez) como director y en las que su sobrina Beatriz García Paesa aparecía como administradora.
En 2005, cuando Mossack Fonseca fue informado de quién era el titular de las sociedades decidió renunciar a éstas donde aparecía el ex espía.
Francisco Paesa entregó al prófugo Luis Roldán al ex ministro Juan Alberto Belloch por 300 millones de pesetas (1.800.000 euros) y después fingió su muerte e incineración en Bangkok (Tailandia) en julio de 1998.
Fue el diario El Mundo, a través de una investigación del periodista Antonio Rubio, quien descubrió su falsa muerta. El espía estaba vivo seis años después de que se anunciara su muerte en Bangkok y unas fotografías lo demostraban: Paesa viviía en Luxemburgo con su sobrina y usaba un pasaporte argentino a nombre de Francisco Pando Sánchez.