El pasado 4 de abril, el comisario Manuel Vázquez tomó posesión de su nuevo destino. Tras estampar aquella firma, Vázquez conseguía el puesto que había solicitado en varias ocasiones desde que ocupaba el cargo de máximo responsable en la UDEF, la unidad de los líos; el departamento policial que investiga los principales casos de corrupción en España y el elemento más sensible para el Partido Popular de todo el Ministerio del Interior.
Vázquez heredó el cargo en la UDEF en 2012 ya con marejada, señalado como un hombre de confianza del ministro Jorge Fernández Díaz y sobre todo del actual secretario de Estado, Francisco Martínez, el hombre que le dio la palmada en la espalda en nombre del Gobierno cuando tomó su cargo en Galicia. Natural de O Incio, en Lugo, Vázquez volvía así a su tierra tras tener en sus manos la llave de las investigaciones más sensibles contra el partido de Mariano Rajoy.
Desde su llegada a la UDEF, Vázquez estuvo siempre entre el fuego cruzado. Por un lado, era tachado de colaboracionista con un Gobierno que sudaba ríos de tinta y llamadas para conocer las últimas novedades de los funcionarios policiales; esos que siguen en la UDEF de forma independiente a quien esté en el Gobierno y que desarrollan desde la base las investigaciones. Esos que no quieren saber nada de política y sí de pesquisas judiciales.
El hombre que negó el borrador de la UDEF
Recién aterrizado, Vázquez estuvo en el ojo del huracán por culpa del embrión del ‘caso Pujol’. El diario El Mundo destapó el borrador elaborado por la UDEF en el que, por primera vez, se ponía negro sobre blanco que el clan catalán tenía dinero oculto en Andorra y en Suiza. Pese a que el documento fue confeccionado con la información que había sido recabada por la unidad dirigida por Vázquez, éste se desmarcó por completo.
Fue citado por el juez Josep María Pijuan, que instruía el caso Palau en vísperas de las elecciones catalanas. Negó que el documento fuera elaborado por su unidad y su testimonio fue utilizado inmediatamente por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y por el fiscal jefe de Cataluña, Martín Rodríguez Sol, para urdir una operación contra El Mundo en defensa de la familia Pujol. Pese al desmarque de Vázquez y el posicionamiento del fiscal jefe, que llegó a acusar al periódico de un delito de injurias y calumnias, la Justicia concluyó posteriormente que el borrador de la UDEF fue, efectivamente, realizado con la base de datos de la unidad y que la información del diario fue veraz.
Por otro, el partido de Mariano Rajoy también le mostró sus iras. Fue sonado el malestar en el PP cuando los hombres de la UDEF, en 2013 y ya bajo el mando de Vázquez, relacionaron sin tapujos a la entonces ministra de Sanidad con la corrupción de la red Gürtel. Los informes colocaban a Ana Mato disfrutando de los regalos entregados por la red de Correa. En aquel caso, rodó una cabeza más arriba; la del Comisario General de la Policía Judicial, José García Losada, que fue relegado a la segunda línea del cuerpo y apartado de las operaciones.
Bajo su mando crecieron las investigaciones contra la familia Pujol, nacieron otras como la del cártel del fuego en Valencia, se desarrollaron incontables que poco o nada trascendieron a la prensa y se frenó en cierto modo la investigación de la Gürtel. El juez encargado del caso tenía tantas reticencias a la utilización política del caso que durante unos meses hizo ir a los agentes a trasladar legajo por legajo los tomos documentales a su juzgado. Además, mostró en privado y en varios autos de la causa su malestar por la demora en algunos informes.
Querella de Manos Limpias
Vázquez arrancó su carrera en la Jefatura Superior de Policía de Cataluña y en la Comisaría general de Información, en la que estuvo hasta 1997. Con su ascenso a comisario, fue nombrado jefe de la Brigada Operativa de San Sebastián y posteriormente ocupó diferentes puestos en la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Entre 2007 y 2012 estuvo al frente de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de la Policía Judicial. Con su cambio de destino, algunos consideraron que el PP le premiaba por los servicios prestados. Otros que le blindaban en el cargo. Sin embargo, no es así. Al ser un cargo de confianza, Vázquez puede ser relevado de su nuevo sillón si el Ejecutivo entrante lo considera oportuno.
En los últimos meses, antes de dejar el cargo y marcharse a su tierra natal, Vázquez protagonizó otro hecho cuestionado: el comisario remitió personalmente al Tribunal de Cuentas un informe sin sello ni firma –y con el ilustrativo nombre Pablo Iglesias SA (PISA)- que contenía informaciones y recortes de prensa sobre la presunta financiación irregular de Podemos; un documento que la Fiscalía había rechazado ya de forma extraoficial al considerar que la información contenida carecía de cualquier relevancia penal.
Semanas antes de dejar al cargo, tal y como revela este diario, Vázquez llamó a varios magistrados del Supremo para ofrecer su explicación sobre las implicaciones delictivas que –a su juicio- tenía el informe contra Podemos. Ahora, los magistrados tienen que decidir si aceptan finalmente la denuncia presentada por Manos Limpias contra Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, ambos aforados. El cuerpo del escrito incorpora este informe, publicado en varios medios y que se suponía secreto.
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