Todos tenemos el típico cuñado que siempre se entera antes de todo, el que tiene la suerte de estar en el momento preciso, el más gracioso de la tertulia, aquel que cree hacer los comentarios más afilados. Este miércoles el Congreso de los Diputados, a iniciativa de Pablo Iglesias, homenajeó la figura del cuñado. El debate político se tornó íntimo y derivó en 'enchufismo' cuando el portavoz de Podemos no se lo esperaba.
Iglesias acusó a Ciudadanos de no querer dar la tarjeta sanitaria a los sin papeles. Tertuliano empedernido y habitual de la pantalla, eligió hacerlo con gracia y echó en cara a Rivera su “cuñadismo ideológico”. Lo emparentó con el PP y ridiculizó sus estudios en Finlandia para describirlo como ese cuñado que se las da de listo en las cervezas después del fútbol: “El señor Rivera nos ha explicado que estudió en Barcelona y en Helsinki y que eso le sirvió para distinguir entre política migratoria y política de asilo”.
El rejonazo de Rivera
Mientras recibía el rapapolvos de Iglesias, Rivera se frotaba las manos y reía, quizá ya habiendo pensado la estocada que iba a devolverle. Sin saberlo, el partido naranja llevaba un as en la manga. Ciudadanos publicó hace apenas unos meses la “lista de contratados en conexión con Ahora Madrid”, movimiento donde se integra Podemos como una de las corrientes fundamentales. Rivera lo tenía fresco y disparó a los 'cuñados' de Iglesias.
El líder de Ciudadanos prefirió utilizar otra definición de 'cuñadismo', la de ese familiar que utiliza su posición para colocar a sus allegados: “A lo mejor el cuñadismo es colocar a los amigos y a los familiares en los sitios. Lecciones de amiguismo, ninguna”, recriminó a Iglesias.
El combate no termina en el Congreso
Los puñetazos verbales entre las cabezas visibles de Ciudadanos y Podemos llegaron tan sólo un día antes de la reunión a tres bandas que mantendrán junto al PSOE, de momento el único atisbo -aunque lejano- de negociar un Gobierno.
Pero el combate no terminó en el Congreso. La discusión fue sólo un agrio aperitivo de lo que ocurriría después en las redes sociales, donde partidarios de una y otra formación se lanzaron dardos envenenados de nepotismo.
La escritora y portavoz de Ciudadanos, Marta Rivera Cruz, reaccionó en Twitter colocando el vídeo en el que la concejal de su partido en el Ayuntamiento de Madrid, Silvia Saavedra, presentaba la lista de los más de cuarenta "enchufados de Podemos" en el Consistorio.
Podemos, a través de su cuenta oficial, dio la vuelta a la situación y tachó a Rivera de machista. Criticaron que se refiriera a "las novias".
Irene Montero, siguiendo la línea de este tuit, aseguró: "Las mujeres estamos en política por nuestro trabajo". La diputada de Podemos, del sector más próximo a Iglesias, despejó el balón de nuevo hacia la portería de Ciudadanos e incluyó en la discusión a dos de las mujeres más representativas de este partido: Begoña Villacís -miembro de la Ejecutiva nacional y portavoz en Madrid- e Inés Arrimadas -número uno en Cataluña-.
Ignacio Aguado, líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, habló de "la agencia del Colo Cao" y tuiteó una foto en la que acusaba a Carmena, Colau, Iglesias y Errejón de haber "enchufado" a sus allegados.
El choque entre Ciudadanos y Podemos es frontal a todos los niveles: municipal, regional y nacional. Las acusaciones personales rodean la reunión que mantendrán los tres partidos a veinticinco días de que la cuenta atrás llegue a su fin y se convoquen nuevas elecciones.