Los grupos políticos con representación parlamentaria ya tienen puesta la mirada en los nuevos comicios electorales, si un acuerdo de última hora no lo impide. En cuanto expire el plazo legal para formar Gobierno y las Cortes se disuelvan, todos los líderes deberán volver a redactar las listas electorales con las que se presentarán a las próximas elecciones. Todos ellos obligarán a los ciudadanos a votar unas listas prácticamente idénticas a las que mantienen el bloqueo actual, salvo “mínimas variaciones”, según han confirmado a EL ESPAÑOL fuentes del PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos.
En el Partido Popular, las únicas dos circunscripciones que ya está claro que alterarán la lista son Segovia y Las Palmas. En el primer caso, el diputado Pedro Gómez de la Serna se vio salpicado por un caso de corrupción en plena campaña electoral. Era el segundo nombre de una lista que encabezaba Beatriz Escudero y que pidió públicamente a su compañero que abandonara su puesto para que dejara paso al siguiente. El conservador no solo hizo caso omiso a la súplica de los dirigentes de su partido, sino que pese a que el PP perdió 17 puntos porcentuales en votos respecto a las elecciones de 2011, Gómez de la Serna consiguió su escaño. El partido solo pudo apartarlo del grupo parlamentario, pero él se aferra a su escaño desde el Grupo Mixto que perderá el 3 de mayo, si se disuelven las Cámaras.
El ministro de Industria recién defenestrado encabezaba la lista del PP por Las Palmas desde hace dos legislaturas. Su circunscripción fue una de las que más votos se dejó por el camino: 22 puntos porcentuales menos de apoyo que en las primeras elecciones que ganó Mariano Rajoy. Los papeles de Panamá y las confusas explicaciones del ministro terminaron fulminantemente con su trayectoria. Ahora, el partido está inmerso en celebrar una Junta Directiva para elegir al sucesor de Soria en la provincia. Será la persona que peleará por mejorar los resultados electorales de cara al 26J. Desde la dirección nacional de Génova aseguran que las demás circunscripciones serán “prácticamente los mismos candidatos” que encabezaron las listas del 20D quienes pateen los municipios en la nueva campaña electoral.
Barberá se queda
En el caso de Rita Barberá, que tiene escaño en el Senado, mantendrá su puesto aunque se disuelva la Cámara Alta. Con todos los miembros del grupo municipal en el Ayuntamiento de Valencia investigados por el caso Taula, la ex alcaldesa mantendrá su acta porque es senadora territorial por las Cortes Valencianas y su destitución tiene que pedirse en el Parlamento autonómico.
En el caso del PSOE, las variaciones también serán mínimas. En Ferraz creen que las dos candidatas a desaparecer -o ir más abajo- de las nuevas listas serán Zaida Cantera e Irene Lozano, los dos fichajes estrella de Pedro Sánchez para el 20D que provocaron más de un disgusto internamente. La ex militar fue fichada para defender temas de Defensa e Igualdad, pero simplemente es adjunta al portavoz del PSOE en la Comisión de Defensa. La llegada a las filas socialistas de la ex mano derecha de Rosa Díez en UpyD, dejando fuera del Parlamento a históricos como Eduardo Madina, provocó un rechazo frontal de sus compañeros. La diputada no tuvo ninguna presencia en la campaña electoral ni después. Solo ha logrado ser la portavoz en una comisión menor, la del Reglamento del Congreso.
En la cúpula del partido socialista son conscientes del derrumbe histórico que sufrió su formación el 20D, cuando el partido fue desplazado hasta la cuarta posición: solo se hizo con el 17,9% de los votos y seis escaños. Eduardo Madina, el número siete de la lista, se quedó sin escaño.
“Una segunda vuelta”
Pablo Iglesias ya ha hablado abiertamente sobre el tema este lunes en una entrevista radiofónica. “Las personas tendrían que ser las mismas porque las elecciones del 26J tienen que ser concebidas en buena medida como una segunda vuelta de los comicios del 20 de diciembre”. El líder de Podemos cree que es lógico que continúen los mismos candidatos que lograron los cinco millones de votos y 69 escaños. Una opinión que es compartida por el resto de contrincantes políticos.
La decisión argumentada por Iglesias es una visión personal, todavía no está tomada de manera formal porque se tiene que consensuar con todo el partido. También queda por ver si Podemos consigue ir a las nuevas elecciones con Izquierda Unida. Si se consuma esta unión, irremediablemente las listas tendrán que modificarse para que Alberto Garzón pueda meter a los suyos.
Desde Ciudadanos, donde todavía mantienen “la esperanza de que no se celebren elecciones”, confiesan que “no habrá muchos cambios” en las listas electorales con las que se presentaron por primera vez a unas elecciones nacionales.