Una prueba de que esta legislatura hace ya muchos días que está agotada es que en Podemos se habla incesantemente de las nuevas elecciones, de si cambiarán las candidaturas, de la fórmula jurídica que permita a las confluencias tener grupo propio en el Congreso o si será Íñigo Errejón el que dirigirá, como siempre hasta ahora, la previsible nueva campaña electoral.
Una filtración irrumpió en medio de todas esas incógnitas en la tarde de este miércoles probando, además, que la posibilidad de una alianza electoral con Izquierda Unida levanta pasiones enfrentadas en el partido de Pablo Iglesias.
En varios medios apareció, a media tarde, una información que aseguraba que Podemos aceptaba la posibilidad de un pacto en toda España para concurrir con Izquierda Unida a las elecciones generales. Eso cambiaría el esquema seguido en los últimos comicios, para los cuales se negoció territorialmente hasta llegar a acuerdos en Cataluña o Galicia.
La noticia, firmada por periodistas con amplio conocimiento del partido de Pablo Iglesias, estaba redactada de una manera muy similar y apuntaba a que las formalidades se comenzarían a cerrar nada más quedase despejada la convocatoria de nuevas elecciones.
La reacción oficial de todos los portavoces de Podemos y de Izquierda Unida fue inmediata, tajante e insistente.
“Esa información no sé de dónde sale”, dijo Irene Montero, en la dirección del partido y del grupo parlamentario en el Congreso. “De momento no hay más que una voluntad de explorar las posibilidades de concurrir a las elecciones generales si se produjese una segunda vuelta”, pero como eso no es seguro, Podemos no va a “poner en marcha nada”, aseguró.
A través de su canal en la red social Telegram, el nuevo secretario de Organización también se desmarcaba de la información. “Varios medios de comunicación acaban de sacar al unísono la noticia, citando "fuentes de Podemos", de que Podemos ha llegado a un acuerdo con IU. Como Secretario de Organización, tengo que decir que la noticia es FALSA. Existen contactos exploratorios entre las dos formaciones que no se han concretado absolutamente en NADA”, decía Echenique, a pesar de que las informaciones sólo apuntaban a la voluntad de Podemos, no a la fase final de un acuerdo con IU.
Echenique quiso “recordar una regla muy sencilla y muy útil para juzgar la veracidad de ciertas informaciones: Si vienen de una fuente anónima, casi siempre es mentira”.
Pese a los desmentidos, en Podemos no se oculta la necesidad de mejorar la candidatura. Oficialmente, el objetivo es superar al PP. Extraoficialmente, al menos dejar al PSOE como tercer partido.
Sospechas sobre el sector errejonista
Si la noticia es falsa, ¿a quién beneficiaría? Según el entorno de Pablo Iglesias y de Alberto Garzón, partidarios del acuerdo, viene bien a los detractores, porque los moviliza mientras los portavoces oficiales tienen que desmentir una decisión inexistente.
En el centro de las sospechas está el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, y su entorno, tradicionalmente reticente a la alianza con IU. Como este domingo reveló EL ESPAÑOL, se trata de un asunto altamente contencioso dentro de Podemos y que revela dos formas de entender el partido, la estrategia política y hasta el liderazgo.
Mientras que Errejón es el responsable del discurso en el partido y ha recelado siempre de frentes de izquierdas o de etiquetas ideológicas, Iglesias y el la corriente anticapitalista (con referentes como Teresa Rodríguez, líder del partido en Andalucía) siempre se han mostrado más favorables. Para estos últimos, la posibilidad de retroceder en escaños acentúa la necesidad de pacto, habida cuenta de que IU-UP cosechó más de 900.000 votos el 20-D, superando las previsiones de Errejón. Para el entorno del número dos, su poder podría verse mermado si hay candidatura conjunta y hay que acomodar en buenos puestos en las listas a los candidatos de Izquierda Unida.
Portavoces de Errejón consultados por este diario se mostraron igual de sorprendidos que el resto por las informaciones y negaron ser la fuente.
En cualquier caso, al ambiente de precampaña que reina en el Congreso puede aplicársele el dicho de “cuando el río suena, agua lleva”. Iglesias se ha mostrado en varias ocasiones muy partidario de una alianza con IU, mucho más que antes del 20-D. También diputados de su entorno más directo. Una conversación en la cámara baja ante numerosos parlamentarios y periodistas alimentó hace unos días la posibilidad.
Desde IU, donde también hay muchos detractores de la alianza, también se considera que anunciar antes de tiempo la posibilidad de un pacto puede ser su sentencia de muerte. Sin embargo, el entorno de Garzón cree que es inevitable. “Nos estamos haciendo daño por separado”, aseguran. “Tenemos que golpear juntos aunque marchemos por separados”, explican, citando a Lenin.
Muchos son aún los obstáculos para una candidatura conjunta y tanto IU como Podemos recuerdan que no ha habido negociación formal. Entre los escollos pueden estar el nombre de la candidatura, el presupuesto de la campaña, la conformación de las listas o incluso algunos aspectos ideológicos.