Cuenta atrás para que se realice la evaluación final recogida en la Lomce para alumnos de 12 años. 460.000 alumnos deberían examinarse pero las comunidades autónomas contrarias a la Lomce amenazan con no realizar la primera prueba de fuego de la ‘ley Wert’. Analizamos todos los puntos sobre el polémico decreto que regirá el examen.
1. ¿Cuándo se deberían realizar las pruebas?
El real decreto que regula las características de la reválida de 6º de Primaria establece que ésta se debe realizar antes de finalizar el curso académico. Esto es, por ley, el 31 de agosto. No obstante, desde que se aprobó la Lomce o ‘ley Wert’, el Gobierno fechó en mayo de 2016 el mes en el que se realizaría en España la prueba por primera vez.
Por el momento, los alumnos matriculados en colegios del País Vasco, Cataluña, Castilla La Mancha, Canarias, Aragón, Extremadura, Navarra y Cantabria no la realizarán. Así lo han decidido los Gobiernos autonómicos que se han rebelado contra el Gobierno central.
En las comunidades en las que el Partido Popular sustenta al Gobierno autonómico sí se celebrará las pruebas. De hecho, en la mayoría de ellas, ya hay fichada hasta la fecha. En Madrid, Galicia, La Rioja, Ceuta, Melilla se celebrará el 11 y 12 de mayo, mientras que en Murcia será del 16 al 19 del mismo mes. En Castilla y León y Galicia, también liderada por los ‘populares’, habrá prueba en mayo pero aún no tiene fecha fija.
Las demás comunidades, Andalucía, Valencia, Baleares, Asturias, dicen que, pese a no estar de acuerdo con la prueba, acatarán la ley y llevarán a cabo en los centros de su competencia los exámenes. Intentarán retrasarla todo lo posible y su celebración podría ser incluso en junio.
2. ¿Cómo será el examen?
Según el decreto “el diseño” de las pruebas corresponde a las Administraciones educativas competentes. En este caso, el Gobierno a través del Marco general de la evaluación final de primaria ha establecido que unas pautas mínimas que deberán tener en cuenta las comunidades autónomas para realizar los exámenes.
Así, en cada competencia (comunicación lingüística, matemáticas, ciencia y tecnología) habrá un mínimo de 35 y un máximo de 50 preguntas, por lo que el total de la reválida contará con hasta 200 preguntas.
Estas serán respondidas por los alumnos a través de respuestas múltiples o con respuestas abiertas. Serán respondidas a papel y lápiz u ordenador y en el caso del exámen de lingüística tendrá un componente oral.
3. ¿Qué tipo de materias se evaluarán?
“Cada cinco años se pinta a mano la Torre Eiffel. Se usan 50 toneladas de pintura en total. Teniendo en cuenta que se dan dos capas de pintura y que cada kg de pintura cubre 4 metros cuadrados de superficie. ¿Cuánta superficie tiene la torre?”.
Este es un ejemplo que puso el Ministerio de Educación de lo que podría ser una pregunta de la competencia matemática para un niño de 12 años.
Las pruebas de la evaluación se agruparán en tres ámbitos: competencias en comunicación lingüística, competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
4. ¿Es necesario aprobar para pasar de curso?
No. Según se recoge en la Lomce, las dos reválidas que deben celebrarse en Primaria son sólo pruebas de “diagnóstico” y su carácter no es vinculante para que el alumno promocione o no, aunque el claustro podría tomar los resultados como un indicador más para la decisión.
En cambio, las reválidas que se implantarán el próximo curso si la ley no es derogada antes como ha prometido la oposición, sí serán determinantes. Las de 4º de ESO y 2º de Bachillerato deberán ser aprobadas por los estudiantes que quieran pasar de ciclo educativo. Otro de los puntos más polémicos de la Lomce.
5. ¿Quién hace y corrige los exámenes?
La Lomce se implantó el pasado año en los cursos impares de primaria. Fue entonces cuando se celebró la reválida de 3º organizada por los propios colegios. Según denunciaron, asociaciones de padres y algunos partidos, muchos centros en contra de la Lomce, directamente, no la realizaron.
En esta ocasión serán profesores externos al centro educativo en cuestión los que supervisen la realización de la prueba, corrijan los exámenes y elaboren los informes posteriores analizando todos los resultados.
6. ¿Qué nota se puede sacar?
El resultado de la evaluación final de la etapa se expresará en los siguientes niveles para cada una de las competencias: Insuficiente (IN), Suficiente (SU), Bien (BI), Notable (NT) y Sobresaliente (SB).
Las Administraciones educativas competentes harán constar el nivel obtenido por cada alumno en un informe individual, que será entregado a los padres y trasladado a los centros en los que el alumnado hayan de seguir su escolaridad.
El decreto recoge que se podrán establecer “planes específicos de mejora” en aquellos centros cuyos resultados sean inferiores “a los valores que hayan establecido”.
Los padres, madres o tutores legales también podrán solicitar la revisión de los resultados obtenidos.
7. ¿Se harán públicos los resultados?
Sin duda, el elemento más espinoso de la evaluación, ya que el dar a conocer los resultados por centros llevaría implícitamente la elaboración de ránkings por colegios.. El ministro de Educación se ha comprometido a “que no se hagan públicos los resultados”: “Si el problema es ese, no habrá”. Así de tajante se mostró a principios de marzo, pero no dijo cómo iba a garantizar.
Pero lo cierto es que el Ministerio no impedirá que los resultados se hagan públicos para evitar los ránkigs. Así consta en el borrador del proyecto de orden que regulará la reválida en el ámbito de sus competencias. Es un texto que se limita a Ceuta y Melilla pero las comunidades autónomas suelen tomar de ejemplo las normas ministeriales para el desarrollo de las suyas propias.
En el documento no se refleja en ningún momento el compromiso que verbalizó Méndez de Vigo. Por tanto, la publicación de las notas medias de aquellas que realicen las pruebas a sus alumnos parece más que evidente.
8. ¿Cuánto costará la reválida?
El examen tendrá un coste de más de un millón de euros. El Ministerio de Educación incluye en una partida presupuestaria para 2016 de 1.457.930 euros para la prueba. Aunque no se desglosan los detalles, el entonces ministro de Educación, José Ignacio Wert, apuntó que los gastos estarán derivados del profesorado (externo a los centros donde se desarrollen cada prueba) que tendrán que supervisar las evaluaciones, corregirlas y realizar los informes.
Los días de los exámenes están incorporados al calendario escolar por lo que no contarán como jornadas extraordinarias y por tanto, remunerar adicionalmente.
9. ¿Qué es el cuestionario complementario?
Los alumnos no son los únicos que se ‘examinan’. Los centros y los padres también deberán contestar un cuestionario complementario al examen de sus hijos. Ante la polémica de los ránkings, que podrán ordenar a los centros por nota y no teniendo en cuenta la situación social y económica del centro, el Ministerio aprobó una resolución para realizar cuestionarios de contexto complementarios con indicadores comunes “que servirán para informar de toda la situación del país”.
Los alumnos deberán responder cuestiones como si han repetido, con qué frecuencia faltan a clase, los días y horas dedicados a hacer los deberes, si están a gusto en el colegio, si hacen amigos o si sus compañeros les dejan fuera de sus juegos.
El de las familias es más amplio. Serán 15 preguntas entre las que se pretende conocer cuántos libros tiene la familia en casa, con qué frecuencia usan la prensa, el grado de satisfacción en el colegio o si acompañan a sus hijos con los deberes.
Por último, en cuanto a los centros educativos, el cuestionario se reduce a seis preguntas, centradas en la gestión y las relaciones entre claustro y alumnado.
10. Superada la de 6º de primaria, ¿habrá más reválidas?
La ley para la mejora de la calidad educativa establece otras dos evaluaciones a final de las siguientes etapas educativas. El próximo año, si la ley no es paralizada o derogada como pactaron los grupos políticos contrarios al PP, se terminará de implantar en la ESO y Bachillerato. Este año convive en estos ciclos la Loe en los cursos pares y la Lomce en los impares.
A final de 4º de ESO y 2º de bachillerato los alumnos deberán aprobar las reválidas, que también serán externas y no realizadas por el propio centro, si desean pasar de curso y por tanto, no serán sólo de “diagnóstico” como la que se celebrará este mayo.
Un asunto que tiene, más si cabe, en pie de guerra a asociaciones de estudiantes, padres, madres y profesores.