Tras el susto de la mañana de que un posible pacto de izquierdas era posible, Mariano Rajoy ha sido el último candidato en visitar al Rey Felipe VI. El presidente del Gobierno en funciones ha reiterado por tercera vez que él, a pesar de haber encabezado la fuerza más votada, no cuenta con los apoyos suficientes para formar Gobierno. Al ser preguntado por el veto de Pedro Sánchez a sentarse a negociar con él después del 26J, el líder del PP ha respondido: "De pactos hablaremos después de las elecciones. Ahora hay que pactar con la gente".
Tras dar las gracias a los militantes que depositaron su voto en él, Rajoy volvió a asegurar que se sentía respaldado por su partido y advirtió a aquellos que lo ven fuera de juego que se veía con ganas para continuar. "Me siento como si estuviera en la mitad de la tarea", llegó a decir. De hecho, aseguró ante los periodistas que "nunca me planteé" dar un paso al lado, como le pedía Ciudadanos, para que el PP pudiera formar gobierno. "Voy a hacer todo lo que pueda porque me lo creo", insistió.
Acompañado de la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, el líder del PP ha vuelto a presentar su oferta de gran coalición como la única posible para desatascar la situación que atraviesa el país y culpa, como Podemos, al PSOE de este fracaso colectivo. "Probablemente he cometido algún error, pero es que los demás creen que no los han cometido", respondió cuando se le preguntó si se arrepentía de algo que hubiera hecho durante estos cuatro meses, como negarse a someterse a una sesión de investidura.
Tras escuchar que Pedro Sánchez culpaba a PP y Podemos de no haber formado Gobierno, Rajoy le ha achacado tener "un cierto sentido del humor" y le recordó que su partido "no estuvo en la reunión a dieciocho", en una clara alusión al encuentro que mantuvieron PSOE, C´s y Podemos para intentar echar al PP del Gobierno. "Fue el PSOE quien quiso pactar con los dos a la vez", añadió.
En un tono muy tranquilo, Mariano Rajoy reprochó a los demás líderes políticos no haber entendido el mensaje de las urnas y puso por enésima vez el ejemplo de Alemania, donde Angela Merkel gobierna con el apoyo de los socialistas. Además, sacó pecho de la posición que ha mantenido durante estos cuatro meses que han durado las infructuosas negociaciones. "Creo que el PP no se ha dejado llevar por la ansiedad, que es es mala consejera siempre. En estos cuatro meses no nos hemos apuntado al carrusel de ocurrencias que hemos visto".