El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), conocido este martes, evidencia que Pedro Sánchez es el candidato de los grandes partidos con un liderazgo más frágil. En las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, el secretario general del PSOE fue el aspirante que menos votos arrastró para su formación. En el otro extremo se sitúa Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, que es el líder que más sufragios atrajo a su partido.
Este sondeo del CIS, conocido precisamente el mismo día en que se convocaban nuevas elecciones, se elaboró entre los meses de enero. La encuesta toma como referencia los resultados del 20 de diciembre. Y desgaja las respuestas entre los votantes de los diferentes partidos. De los muchos datos que contiene, uno de los más llamativos es en qué lugar deja a Sánchez.
Los motivos para votar
En la pregunta número 33 del sondeo se cuestiona a los entrevistados por la razón principal que les llevó a votar a cada partido. El 14,7% del total de los electores eligió "por el candidato que presentaba a la presidencia del Gobierno". Pero si ese dato se separa por los votantes de cada formación, queda claro que Pedro Sánchez es el aspirante que menos sufragios atrae. El líder del PSOE movilizó por su candidatura solo al 10,6% de sus votantes. Pablo Iglesias se queda en un 12%, Mariano Rajoy llega al 17,7% y Albert Rivera es el más destacado, con un 25,7%.
Quienes han respondido a la encuesta no solo mencionan el principal motivo de su voto, sino que también dicen cuál fue el segundo elemento decisivo. En esta variable queda claro que solo un 9% de los votantes del PSOE pensó en Sánchez como segunda razón para apoyarle, por debajo del 10,2% de Iglesias y el 14,8 de Rivera. Si se computan las respuestas de ambas preguntas -el primer motivo y el segundo para votar-, es evidente que el líder de Ciudadanos es, de lejos, quien más votos movilizó entre los grandes partidos.
Voto por costumbre y por afinidad
Otro de los motivos esgrimidos para elegir a cada partido por los electores es que siempre han votado a la formación correspondiente. En concreto, el 17% de los españoles eligió votar al partido que siempre vota. En esa variable, nuevamente Sánchez sale peor parado que sus rivales. En este punto no puede tenerse en cuenta a Ciudadanos y Podemos, que se presentaban a las generales por primera vez. El 37,5% de los votantes del PSOE votó por costumbre, mientras esta cifra solo es del 21,1% entre quienes apoyaron al PP. En otras palabras, a Sánchez le votó más gente que al resto por sus siglas y no tanto por sus capacidades personales.
Siempre según los datos de este CIS, el motivo principal que movió a los votantes a elegir partido el 20-D fue que "es el que mejor representa sus ideas", con un 35,7%. Es decir, tres de cada diez eligieron por afinidad ideológica. El 11,2% de los votantes del PP decidió por este motivo, una cifra muy inferior a la de quienes apoyaron al PSOE (29,7), a Podemos (52,7%) y Ciudadanos (40,3).
Otros datos
Los datos del CIS, que se conocen el mismo día de la convocatoria del 26-J, no contienen nuevos datos de intención de voto, pero sí numerosos variables relacionadas con las elecciones de hace poco más de cuatro meses. La encuesta se realizó entre enero y marzo de este año.
Lo más llamativa es que el 32% de las personas que apoyaron a Podemos y un 37% de las que optaron por Ciudadanos decidieron su voto en la última semana de la campaña o el mismo día de las elecciones. Este porcentaje contrasta con el de los partidos tradicionales. El 75,9% de los electores del PP y el 68,5% del PSOE lo tenían decidido antes de la campaña.
A pesar del resultado tan polarizado del 20-D, que ha culminado este martes con la nueva convocatoria electoral, el 78,4% de los votantes dice que habría votado al mismo partido si hubiera conocido el resultado. Está por ver cómo se ha movido este porcentaje en los últimos cuatro meses.
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