Felipe VI agradeció personalmente al jeque Tamim bin Hamad al Thani, emir de Qatar, la ayuda prestada por su país en la liberación de los periodistas españoles secuestrados en Siria durante diez meses. El jeque Tamim y el rey se reunieron el pasado miércoles en el Bernabéu durante 15 minutos en el receso del partido Manchester City-Madrid, según fuentes próximas al jeque, que a los 35 años es el monarca más joven del mundo.
El emir de Qatar, un apasionado del deporte que sustituyó a su padre Hamad hace tres años, no estaba oficialmente invitado al partido. Tampoco ocupó un lugar prominente en el palco del Bernabéu junto a Felipe VI; su hija la infanta Sofía; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Crsitina Cifuentes o el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix Sanz Roldán.
La web de Casa Real tampoco informó del encuentro del rey con el jeque, aunque sí lo hizo del saludo de Felipe VI a un personaje de rango protocolario menor: Khaldoon al Mubarak, el presidente del Man City, el más alto ejecutivo de Abu Dabi aunque no pertenece a la familia real de ese otro rico emirato del Golfo que está revolucionando el fútbol mundial con sus millonarias inversiones.
Dada la discreción oficial imperante, pocos cayeron en la cuenta el miércoles por la noche de que el joven moreno ataviado con pantalones vaqueros que estaba hablando con Felipe VI en el Bernabéu es el noveno monarca más rico del mundo y el jefe del Estado del país con mayores reservas de gas del planeta. También, una nación con grandes ambiciones geoestratégicas que ha dejado sentir su peso político en Libia, Egipto y ahora Siria.
RELACIONES CON LOS ISLAMISTAS
Según fuentes próximas al emir, Felipe VI aprovechó la entrevista para agradecer al jefe del Estado de este minúsculo pero riquísimo emirato la ayuda de los servicios de inteligencia de su país en la resolución del secuestro de los tres periodistas españoles, que se produjo este sábado, 48 horas más tarde del encuentro entre el rey y el jeque. Tamim durmió la noche del martes y del miércoles en Madrid y el jueves por la mañana voló a París, aunque oficialmente no se ha informado de su estancia en España.
Este domingo por la mañana, el rey telefoneó a cada uno de los secuestrados por separado- Antonio Pampliego, José Manuel López y Angel Sastre- para darles la bienvenida de vuelta a nuestro país tras 10 meses de secuestro a manos de la marca local de Al Qaeda en Siria, según fuentes de Zarzuela.
Como adelantó EL ESPAÑOL, el trabajo del CNI que dirige el general Sanz Roldán con sus homológos cataríes fue determinante para conseguir la liberación de los reporteros españoles. Como ocurre en Pakistán con los talibanes, algunos agentes de Qatar tienen relaciones más estrechas con los islamistas de las que desearía Occidente. Pero estos lazos resultan de enorme utilidad a la hora de solventar secuestros como éstos, explican fuentes diplomáticas.
UN CABALLERO BRITÁNICO
Oficialmente, la palabra rescate no existe. Pero fuentes diplomáticas extranjeras subrayan que no es casualidad que ninguno de los seis periodistas españoles liberados en los últimos dos años (tres en 2014 y tres este fin de semana) hayan sido decapitados como algunos colegas americanos o británicos.
Esta es la primera vez desde que llegó al trono hace casi dos años que Felipe VI utiliza su posición como jefe del Estado para sacar adelante los llamados intereses de España en la zona del Golfo Pérsico. Hasta ahora había sido su padre, Juan Carlos I, el que había cultivado las relaciones entre las distintas coronas del Golfo. El pasado miércoles, el rey emérito no estuvo en el campo del Bernabéu para no eclipsar a su hijo a pesar de su estrechísima relación con Khaldoon al Mubarak, con el que protagonizó su primera salida pública al extranjero después de su abdicación en octubre de 2014, cuando fue a Inglaterra para ver un partido del Man City.
El jeque Tamim es el cuarto hijo del ex emir Hamad abdicado en 2013 y el segundo que tuvo con la hermosa y conocida jequesa Mozah. Aunque por posición no le correspondía heredar el trono lo hizo “por su valía”, según personas que lo conocen. Educado en los mejores centros del Reino Unido- el histórico internado Harrow y la academia militar de Sandhurst- el jeque Tamim es descrito como “un perfecto caballero británico, atento y educado, muy discreto y habilísimo”.
Gran jugador de tenis y de badmington, está empeñado en utilizar el deporte como la gran plataforma de lanzamiento de su país, que antes era un desconocido lugar del mundo y ahora tiene inversiones notorias por todo el planeta, desde los míticos almacenes Harrod's en Londres hasta las camisetas de los jugadores del Barcelona.
Más conservador que su padre, el jeque Tamim se rige por las leyes de un islam más estricto: a pesar de su juventud, ya tiene tiene tres esposas legales y siete hijos. Su caso es habitual en el Golfo Pérsico: jóvenes varones de la realeza, pertenecientes ya a una sofisticada tercera generación y perfectamente educados en Occidente. Cuando regresan a sus países, ya sea Kuwait, Qatar, Emiratos, Bahrain o Arabia Saudí, abrazan con gusto las costumbres de su religión y de sus tradiciones.