Barcelona

La confección de unos nuevos presupuestos para 2016 ha puesto de relieve la debilidad de las costuras con las que se cosió el Govern de CDC y ERC. La posibilidad de subir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), planteada la semana pasada por el vicepresidente Oriol Junqueras, ha hecho emerger las divergencias entre ambos partidos hasta el punto que durante los últimos días se han lanzado mensajes contradictorios al respecto.

La portavoz del Ejecutivo catalán, Neus Munté, ha tenido que desmentir este martes que el Govern tenga intención de subir el tramo autonómico de ese impuesto, y ha recordado que la prioridad de la Generalitat es rebajar la presión fiscal. “No figura ninguna subida del IRPF a los tramos más altos en los nuevos presupuestos”, ha asegurado la portavoz. También ha salido al paso el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ha descartado una subida del tributo. “En la parte baja está un poco alto y, en el otro tramo, se podría estudiar. Pero no estamos en ese escenario, no es nuestra hipótesis de trabajo”, ha afirmado en un almuerzo informativo.

Unas horas antes, sin embargo, el secretario de Economía de la Generalitat había afirmado en un seminario que su consellería estaba “estudiando” esa posibilidad. “Si tenemos que reducir el déficit para depender menos del FLA (Fondo de Liquidez Autonómico) y hacer más gasto social y a la vez tener una rebaja generalizada de impuestos, eso es la cuadratura del círculo, y el círculo es redondo”, ha afirmado Pere Aragonès. El secretario, no obstante, ha descartado una “subida generalizada” de impuestos en Cataluña.

La caja de los truenos la abrió Junqueras en una entrevista a la agencia Efe la semana pasada. Preguntado sobre la posibilidad de subir el IRPF, el vicepresidente del Govern afirmó que su Ejecutivo “estaba dispuesto a estudiarlo todo”. Las palabras de Junqueras no sentaron nada bien a CDC, que reclamaron que esas medidas debían pactarse con todos los miembros del Govern. El exportavoz del Govern de Mas y líder de CDC en el Congreso, Francesc Homs, afeó a Junqueras esas declaraciones y le recordó que los impuestos en Cataluña “ya están arriba del todo” y que lo necesario ahora era crear una Agencia Tributaria Catalana.

Un impuesto elevado en Cataluña

El 50% del IRPF está cedido a las Comunidades Autónomas, que tienen total discreción para subir o bajar su parte del tributo. El tipo máximo de este impuesto en Cataluña, situado en el 48%, es ya el más elevado del país junto a Andalucía y Asturias. En Madrid, por ejemplo, el gravamen en ese tramo es del 43,5%.

La bajada del tramo estatal del impuesto, aprobada el pasado julio por el Gobierno de Rajoy, dio margen a las Comunidades con más problemas presupuestarios para subir su parte y así poder disponer de más dinero. Así se hizo en Aragón, Cantabria y las Islas Baleares.

Ante la mala situación financiera de la Generalitat, la consellería de Economía busca desde hace semanas alternativas que permitan al Govern depender menos del FLA, cuyo dinero siempre depende del beneplácito del Ministerio de Economía. “Tenemos la necesidad real de conseguir nuevos ingresos”, ha reconocido Munté.

La presión de la CUP

Junqueras y su equipo están acabando de perfilar las próximas cuentas de la Generalitat, que entrarán al Parlament para su tramitación a finales de este mes. La deriva soberanista del Govern le ha dejado sólo en el hemiciclo y ahora mismo parece que sólo la CUP podría apoyar esos presupuestos.

La subida de impuestos a las rentas más altas es una de las medidas que reclama la CUP y la posibilidad de aumentar el IRPF se ha interpretado como una medida para seducir a los anticapitalistas. La formación asamblearia ha defendido la medida este martes en el Parlament y ha anunciado que el jueves celebrará una conferencia política en la que dibujarán sus líneas rojas para aprobar las cuentas.

A pesar de las negaciones que vienen ahora desde CDC, la coalición de Junts pel Sí (JxS) votó en marzo a favor de modificar el IRPF en el pleno monográfico sobre la emergencia social. La moción que votaron tanto JxS como la CUP defendía “implementar nuevas medidas fiscales” y “mejorar las existentes”, incluyendo “el tramo autonómico del IRPF” para incrementar los ingresos de la Generalitat, según ha informado El Nacional.

La sombra de las elecciones

La inminente campaña electoral, en la que ERC y CDC volverán a concurrir por separado, planea sobre los mensajes de los dos partidos que están en el Govern. Los republicanos se han negado por segunda vez a presentarse en coalición y aspiran a volver a superar a los convergentes en las elecciones generales del 26 de junio. Ante esa lucha encubierta, cada formación intenta contentar a su electorado.

Desde CDC, ante los malos resultados que le auguran las encuestas, empiezan a aflorar los mensajes críticos con la formación de Junqueras. “Veo a ERC con muchas ganas de reivindicarse”, aseguró Homs en una entrevista en La Vanguardia el pasado domingo. “Les veo muy pendientes de la CUP y de Colau”, añadió. “Intentan agradar en ámbitos donde la prioridad no es la independencia”.

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