Sin avisar. Ni una llamada. Tampoco un detalle. Ni siquiera una pequeña deferencia. Manuela Carmena ha enterrado la operación Chamartín para presentar la suya. Lo ha hecho sin notificarlo antes a Distrito Castellana Norte -BBVA y constructora San José-, el inversor que iba a dejar en Madrid 6.000 millones de euros.
DCN adquirió los derechos de explotación del 64% de los terrenos que el Consistorio pretende edificar. Fue en un concurso público de 1993, con los socialistas en el Gobierno. El Ayuntamiento de Madrid insiste en que más del 80% del suelo es público, pero en caso de iniciarse las obras, Distrito Castellana Norte prevalecería sobre el Ejecutivo de Carmena.
No se nos ha invitado como promotores
"No hemos recibido ninguna comunicación previa por parte del Ayuntamiento, tampoco una invitación a la presentación para que participáramos como promotores. Seguimos sin conocer las condiciones", cuenta un portavoz de DCN a EL ESPAÑOL.
De momento, la agrupación participada mayoritariamente por BBVA -que lleva intentado realizar el proyecto desde hace más de veinte años- declina opinar acerca de las líneas generales de "Madrid, Puerta Norte", la propuesta de Carmena. Un proyecto que no se les ha enviado directamente, a pesar de su intención de dejar más de 6.000 millones en la capital.
Adif -propietaria de los terrenos sobre los que DCN tiene preferencia- y la Comunidad de Madrid -también dueña de una parte- tampoco han sido avisados, por lo que "Madrid, Puerta Norte" se ha guisado en el Consistorio y se ha presentado sin preguntar a los catadores fundamentales.
Según Europa Press, el Ministerio de Fomento ha pedido "conocer la financiación" y ha criticado la falta de consenso.
Ni rastro de la financiación
Salvo el PSOE, que se ha mostrado "satisfecho" de lo conocido este lunes, el resto de la oposición ha recriminado a Manuela Carmena su modus operandi. Begoña Villacís, de Ciudadanos, ha calificado lo sucedido de "participación de palo" y ha asegurado que no conocía las líneas generales de la propuesta.
En este sentido, José Luis Martínez-Almeida, del PP, ha criticado: "¿Quién va a pagar esta fiesta?".
La memoria económica de DCN constaba de 13.000 folios. La propuesta de Carmena, que todavía está abierta, cuenta con 16 páginas en las que no hay ni rastro de la financiación. En la presentación, de hecho, ni siquiera se mencionó a BBVA.
La primera parte prevista de la obra -el nudo norte y las estaciones de Chamartín y Fuencarral- es "inaplazable", en palabras del Ayuntamiento. En 2017, las grúas comenzarán a funcionar. Pero, ¿con qué dinero? Ya fuera del auditorio de la presentación y ante las preguntas de los periodistas, el concejal de urbanismo ha reconocido que la inversión conllevará alrededor de medio millón de euros. "No lo pagarán los madrileños porque se suplirá con lo generado por el centro de negocios que se construirá alrededor".
Las diferencias entre uno y otro proyecto
12.400 viviendas y 281.479 metros cuadrados menos. El número de empleos no sólo se mantiene respecto al plan anterior, sino que aumenta de 120.000 a 128.000; a pesar de que el suelo edificado con ánimo de lucro será considerablemente menor.
Ahí radica la principal diferencia entre ambas propuestas. DCN quería construir sobre 3 mil millones de metros cuadrados y calculó la densidad edificatoria en relación a ello. El proyecto de Carmena, en cambio, ha desechado la posibilidad de llevar a cabo la obra en suelo viario y ferroviario, lo que ha reducido a prácticamente la mitad la magnitud de la operación Chamartín. "La inclusión de esos suelos elevaba de forma significativa y artificiosa la superficie a construir", dice el planning consistorial.
Al norte y al sur de la M-30
De forma gráfica, la apuesta de Carmena podría dividirse en dos partes. Al sur de la M-30, se reformará la estación de Chamartín, se construirán 1.000 viviendas y se destinarán 408.000 metros cuadrados como emplazamiento para oficinas.
Al norte, la intervención que se plantea es "mayoritariamente privada". 720.177 metros cuadrados para actividades productivas del sector terciario y se levantarán 3.600 viviendas.
En cualquier caso, la primera fase -que el Ayuntamiento empezará en 2017- será la reforma del nudo norte y el acondicionamiento de las estaciones de Chamartín y Fuencarral, esto último previsto para 2018. La inversión de los 6.000 millones está en el aire.