Era lo que los dos partidos querían. En la cúpula del PP y de Podemos respiran tranquilos por cómo ha arrancado la precampaña electoral, ya que han conseguido polarizar el mensaje: o gobiernan ellos o nosotros. Aunque están en polos opuestos, las dos formaciones comparten el mismo objetivo: sacar del tablero de juego a Pedro Sánchez y Albert Rivera y conseguir que el votante de izquierdas apueste esta vez por Podemos-IU y el de derechas por el Partido Popular. Si el 20-D, la disyuntiva era entre nueva y vieja política, el 26-J comienza con un mensaje más ideologizado y recurrente: el Frente Popular contra todos.
Desde que se disolvieron las Cortes Generales y España se abocó a unas nuevas elecciones, en la sede del PP se han marcado una consigna: “Hay que despertar al votante de centroderecha que el 20-D no salió a votar”. Para conseguir que su electorado desencantado vote el 26-J, más de dos millones de fieles, los conservadores recuerdan a sus simpatizantes que si no votan por Mariano Rajoy “gobernará Podemos. El mensaje es muy claro: o nosotros o ellos”.
Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP, reconoce abiertamente que, a pesar de “las humillaciones de Iglesias al PSOE, ellos quieren pactar con Podemos”. De esta forma ha recordado que los socialistas “en mayo pactaron con ellos en seis autonomías, en cinco de las cuales había obtenido la mayoría el PP. Y lo mismo ocurrió en muchas ciudades importantes”.
Encantados en Podemos
En la formación morada “estamos encantados” con que los del PP “nos llamen comunistas y masones, porque además es una campaña que no existe”, explica un dirigente de Podemos implicado en la campaña electoral. “Al final nos están haciendo la campaña ellos solos”. Cada vez que puede, Casado deja claro que PSOE y Podemos no dudarán en formar Gobierno. Una excusa con la que justifica la campaña del Partido Popular de pedir el voto útil de la derecha alegando que “no es campaña de voto al miedo”.
Para el PP “es sencillamente lo que puede pasar, incluso si Podemos no saca más votos que el PSOE”. Según Casado, si no hay 'sorpasso' de Iglesias a Sánchez, “habría una vicepresidencia de Podemos, ya que el PSOE no ha descartado un gobierno de izquierdas”. Además, en el partido conservador están convencidos de que el mensaje del miedo calará entre los fieles del centroderecha. "Han visto el teatrillo de estos cuatro meses. La pregunta es si quieren probar con líderes inexpertos o prefieren la estabilidad y la garantía de un líder ya consolidado como es Mariano Rajoy", reconocen las fuentes conservadoras.
Mensaje del miedo
El mensaje del miedo que el PP quiere instalar en la sociedad, junto con el acuerdo recién firmado con IU, ha servido para revitalizar Podemos, un partido que ha envejecido mucho en estos cuatro meses por la presión para lograr un acuerdo de investidura y las luchas internas de poder.
Sin prepararlo, Podemos ha encontrado en el PP un complemento perfecto para afinar su campaña. “Estamos contentos porque esa campaña del miedo ya no funciona tanto como ellos creen, pero nos coloca como sus rivales y eso nos viene muy bien”, explican las mismas fuentes de la formación morada. Sin embargo, desde el partido conservador tienen que cuidar mucho cómo atacan a Ciudadanos, su socio natural tras el 26-J si las encuestas no fallan.
Según las previsiones que manejan en la sede del PP, esta vez aspiran a conseguir los 130 escaños. Sin embargo, para mantener La Moncloa necesitan “que Ciudadanos no pinche”. Si el partido de Albert Rivera obtiene los 40 escaños del 20-D o alguno más, “con el apoyo de PNV o algún otro puntual podríamos llegar a gobernar”, cuentan desde el partido conservador.
Mientras la campaña se acerca, Mariano Rajoy sigue explotando su lado más presidencial y amable en la precampaña. El Partido Popular ha difundido este miércoles un nuevo vídeo en el que el presidente vende una idea que presumiblemente repetirá hasta la saciedad en la campaña: "El sentido común, la mesura y la moderación siempre ganan".
PSOE y Ciudadanos, en el medio
En el campo contrario se sitúa el equipo de Pablo Iglesias, que se muestra muy optimista sobre la amplificación que el pacto con IU dará a la campaña. Aunque habrá dos campañas diferentes, el efecto podría ser definitivo en las urnas, según confía en Podemos. Especialmente para romper la barrera del escaño en provincias más pequeñas donde el PP y el PSOE siguen siendo determinantes.
En medio, Ciudadanos y los de Pedro Sánchez luchan por mantener los mismos resultados electorales que obtuvieron el 20-D: 90 los socialistas y 40 los de Rivera.