El papa Francisco sigue empeñado en modernizar la Iglesia católica. Este jueves ha anunciado que creará una comisión para estudiar la posibilidad de que también las mujeres puedan ser diáconas. "Es una posibilidad a día de hoy", respondió Francisco a la pregunta de una religiosa durante una audiencia.
El diaconado es el grado de consagración anterior al del sacerdocio que actualmente sólo pueden recibir los hombres. Con esta 'distinción' se pueden administrar algunos sacramentos, como el bautismo y el matrimonio.
Ante las 900 superiores generales de varios institutos y congregaciones religiosas reunidas hoy en esta audiencia, Francisco mostró su disposición por primera vez a que también haya mujeres diáconas.
Comisión oficial
A la pregunta de una de ellas de por qué no instituir una comisión oficial que estudie esta posibilidad, Francisco explicó que hace tiempo comentó con un "sabio profesor" el tema de las "diáconas en los primeros siglos de la Iglesia, pero no se sabía realmente qué papel desarrollaban y sobre todo si habían sido ordenadas o no".
"¿En cuanto a crear una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?, creo que sí. Sería hacer el bien de la Iglesia y aclarar este punto. Estoy de acuerdo y hablaré para que se pueda realizar algo así. Acepto la propuesta. Me parece algo útil esta comisión que aclare bien las cosas".
Esta posibilidad ya había surgido durante el Sínodo de los obispos del pasado octubre de 2015, cuando el arzobispo canadiense Paul-André Durocher durante su intervención propuso al resto de obispos la posibilidad de estudiar que también las mujeres pudieran ordenarse como diáconas.
Según el concilio Vaticano II, las funciones litúrgicas y pastorales del diácono son: "administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, (y) llevar el viático a los moribundos y leer la sagrada Escritura a los fieles".