El ex alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, intentó presionar a su hijo para que no le denunciara ante la Audiencia Nacional. Y para ello, envió un correo electrónico al joven un día antes de su declaración."Me gustaría poder verte un rato hoy, charlar como padre e hijo, darte un beso, un abrazo e intentar encontrar una forma de que lo de mañana sea lo menos dañino para todos..." escribía el ex edil el pasado 12 de octubre, solo 24 horas antes de que su hijo se sentara ante el juez José de la Mata. "Creo que es una locura que tú y yo podamos hacernos daño [...] Estos últimos días han sido de los peores de mi vida y de pensar en que después de mañana pueda ser irremediable nuestro distanciamiento, lloro sin consuelo".
El miedo del ex alcalde de Boadilla a la declaración de su hijo era fundado. Dos semanas antes, el joven de 25 años había remitido una carta al fiscal en la que explicaba "una serie de hechos" que pueden "influir en el caso Gürtel". En su escrito, Arturo González Villaroya acusaba a su padre -apodado El Abondiguilla- de utilizarle para conseguir un teléfono prepago desde el que se realizaron órdenes de traspaso entre cuentas suizas y chinas. La Agencia Tributaria desvela en sus informes que el ex edil desvió al país asiático al menos 774.000 euros gracias a facturas falsas y que parte de ese dinero terminó invertido en sociedades en Miami. Un día después del correo remitido por El Albondiguilla, su hijo debía refrendar su testimonio en la Audiencia Nacional.
"Lo estoy pasando fatal, llorando como nunca"
"Arturo, por mucho que pienso en mañana, de verdad que no le encuentro sentido. Es una locura. De verdad que si lo estoy pasando fatal y llorando como nunca, no es por el hecho en sí, sino porque estés tú ahí. Pienso en los años pasados juntos y no se cómo hemos podido llegar a esto [...] Siempre he pensado que juntos podríamos superarlo todo, incluso los problemas económicos", escribía González Panero.
La estrategia surtió efecto. O al menos en parte. Al día siguiente, su hijo se sentó ante el juez y guardó silencio. Se acogió a su derecho a no declarar para no perjudicar a un familiar directo. Sin embargo, su testimonio quedaba ya reflejado en el escrito enviado antes a la Fiscalía. El pasado 16 de abril, el juez De la Mata citó de nuevo como testigo al hijo del ex alcalde. Fue entonces cuando González Villaroya depositó en sede judicial el correo remitido seis meses antes por su padre, que se ha incorporado al sumario.
"¿Sabes cuál es el uno de los momentos más bonitos que recuerdo? Cuando después de sacar la súper mayoría absoluta en 2007, en la fiesta de después, nos hicimos una foto con todos los colaboradores y tú estabas allí conmigo. Por eso pensar en que nos podamos hacer daño y distanciarnos es algo que me rompe el corazón".
En su carta, el ex alcalde de Boadilla vincula la futura relación con su hijo con el resultado de la declaración marcada por el juez: "Yo te quiero y aunque lo hecho tiene difícil vuelta atrás, no quiero que suponga un distanciamiento o ruptura entre nosotros [...] Era feliz contigo y quiero seguir siéndolo, que me cuentes tus logros, ayudarte en lo que pueda y seguir presumiendo de hijo". "Creo que te has metido en algo que me resulta increíble que sea cierto. Luego tú, como persona inteligente que eres, haz lo que quieras. Lo respetaré".
Un careo padre-hijo
En su declaración del pasado 27 de abril, el hijo del ex alcalde declinó su derecho a guardar silencio -al contrario de lo que sucedió tras recibir la citada carta- y ratificó la acusación contra su padre. Villaroya reconoce que, con 17 años, compró para su padre un teléfono que operaba fuera del radar policial, es decir: que estaba a nombre de una tercera persona. Según su declaración, el terminal de prepago fue comprado a la hermana de un compañero de colegio, que resultó posteriormente imputada en la causa.
Además, el hijo del ex alcalde presentó ante el juez un pendrive con varios documentos y aseguró que la firma de su madre fue manipulada en una orden de transferencia de más de 300.000 euros investigada en el caso. González Villaroya remitió después a la policía desde su correo personal una copia de la carta remitida por su padre un día antes de su primera declaración.
Por su parte, el ex alcalde de Boadilla, tras intentar frenar la declaración de su hijo, ha remitido en escrito a la Audiencia Nacional en el que le acusa de "faltar a la verdad" y solicita un careo con el joven para solventar "las contradicciones" entre ambas versiones. Sobre el correo electrónico cruzado con su hijo, González Panero niega que lo escribiera con voluntad de presionarlo y mantiene que su intención era "simplemente evitar que a costa de una mentira tan imposible de demostrar, se tratara de beneficiar a una persona para perjudicar a otras".
"Sin declarar, nadie pierde"
Para sustentar su petición de careo, El Albondiguilla ha presentado ante el juez una copia de los mensajes de WahtsaApp cruzados entre ambos. En ellos, el ex alcalde intenta acreditar la enemistad de su hijo, que motivaría su declaración ante el juez: "Supongo que esto es estrategia de tu madre, que con tal de verme muerto no le importa lo que se lleve por delante", escribía el pasado 28 de septiembre, tras conocer el escrito enviado por el joven a la Fiscalía.
Minutos después, el ex alcalde intentó hacer ver a su hijo que la estrategia se podía volver en su contra: "De testigo vas ahora, luego la imputación tuya la puede pedir cualquiera. Hasta ahora tu madre era la primera que estaba libre de sospecha pero así, intentando mandarme mierda le puede volver a ella. Como sabes ya ha pasado antes, que por ir a hacerme daño ha acabado ella mal también", explica González Panero.
Poco después, es el ex alcalde el que toma una actitud más beligerante: "Nosotros no hemos atacado a tu madre a pesar de las cosas que sabes ha hecho, pero lo vamos a tener que hacer y, de verdad, no se quién gana con esto. [...] Para esto con ella. De verdad que lo digo por el bien de todos. Se de esto y nada bueno va a sacar nadie".
La contestación de su hijo llega sobre las dos de la madrugada: "Lo siento mucho papá. De verdad. No te odio ni es ninguna venganza ni es cosa de mi madre, ni mi intención es hacerte daño. No querría que te pasara nada malo porque eres mi padre. Pero no me queda otra. Es necesario. Hay dos personas absolutamente inocentes que se comerían un marrón enorme si no voy y una de ellas es mi propia madre. Y no voy a llevar esa carga en mi conciencia toda la vida. No es ético ni justo. Voy a contar la verdad".
La réplica del ex regidor, aportada por el propio Panero al procedimiento, no deja lugar a dudas. "Que tú no sabes nada de esta historia. ¿Quieres pruebas? Yo te las doy. Te he mantenido al margen pero si quieres saber, encantado. Ahora si declaras se tendrá que saber todo. Y no saldrá bien nadie. Sabes también que si de tu declaración sale algo contra ti o simplemente pide tu imputación, la concederá el juez seguro y eso para ti puede ser terrorífico. Creo que en el IE (Instituto de Empresa) no dejan estar a alumnos imputados en este tipo de causas. Vas a intentar ayudar a alguien sin saber la verdad y puedes ocasionar un terremoto [...] Sin declarar, nadie pierde. Si lo haces, serán o seremos muchos".