La Audiencia Nacional ha condenado al líder de la mafia georgiana en España Kakhaber Shushanashvili a 21 años de prisión por numerosos delitos, entre ellos el de blanqueo de capitales, conspiración para el asesinato o tenencia ilícita de armas. Este líder de la organización criminal controlaba desde España la caja común a nivel europeo. Desde Austria, Italia, Bélgica, Alemania o Suecia llegaban remesas de dinero que se guardaba en España para después enviarlo a la caja central en Moscú.
Junto a Shushanashvili, considerado un 'ladrón en ley', han sido condenados otros trece miembros de la organización, entre ellos sus mano derecha Zviad Datrsadze, en su caso a 7 años de cárcel por un delito de blanqueo de capitales, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
La sentencia señala a Kakhaber como el jefe de la organización en España, confirmando así la acusación de la Fiscalía Anticorrupción. La mayoría han sido condenados por el delito de blanqueo de capitales, por limpiar el dinero obtenido de robos y la posterior venta de los objetos, cuya ganancia se introducía en la caja común controlada por Shushanashvili. En otras ocasiones, el oro robado en domicilios era después sacado de España aprovechando los transporte de paquetería que ellos mismos gestionaban, y metiendo el oro oculto en los camiones del negocio.
La caja central en Moscú
Según se desprende del libro de contabilidad que se intervino a los ahora condenados, cuando la 'caja común' registraba una cantidad determinada, que se encontraba entorno a los 50.000 euros, se enviaba la totalidad de los recaudado a la 'caja grande', ubicada en Moscú.
La 'Operación Java' supuso en aquel momento un duro golpe para esta mafia. Policías y fiscalías de varios países europeos, entre ellos España, Italia, Alemania, Francia, Austria y Suiza, llevaron a cabo una investigación conjunta para proceder a la detención de varios dirigentes de una mafia, en la que existen roles y funciones muy diferenciados.
Los responsables de la contabilidad e Europa eran Kakhaber Shushanashvili -hermano de Lasha, actualmente preso en Grecia, y con más poder dentro de la organización a nivel mundial- y Zviad Darsadze. Ellos tenían el control de los ingresos y los gastos que reflejan con precisión en los libros de contabilidad.