Los primeros pasos que los candidatos al 26-J han dado en su precampaña electoral hacen creer que, al contrario que el 20-D, las materias de Seguridad y Defensa jugarán un papel secundario en los comicios. La agitación política que rodea al ex JEMAD Julio Rodríguez y el antimilitarismo de IU han obligado a Podemos a dejar el ámbito castrense entre bambalinas. Pedro Sánchez ya ha presentado un “Gobierno del cambio” con veinte rostros: ninguno de ellos destinado a este fin. Del Partido Popular y Ciudadanos apenas se esperan planteamientos significativos.
El Ejército, de protagonista en las últimas elecciones, a actor secundario en precampaña. Desde ciertas esferas militares, con sorna, defienden la postura del “que nos dejen como estábamos”. Sin embargo, preocupa que algunos de los partidos que jugarán un papel fundamental en la formación de un nuevo Gobierno hayan “olvidado” a las Fuerzas Armadas.
El “antimilitarismo” del JEMAD
Julio Rodríguez ha aterrizado como un paracaidista en Almería, donde Iglesias le ha postulado como número uno en la candidatura de Unidos Podemos. “Soy un soldado raso al servicio del partido”, ha defendido el ex JEMAD en numerosas ocasiones. Y, como tal, afrontó su primera misión en su nuevo destino: calmar los ánimos con los que hasta entonces lideraban IU en Almería, especialmente con su cabeza de lista, Rosalía Martín. “Es un hombre de guerra y de la OTAN”, había lamentado ésta al enterarse de la imposición de Rodríguez.
Pero el “ministro de Defensa” de Podemos -así lo presentó Pablo Iglesias al anunciar su fichaje- se volcó en su misión de pacificar Almería. “Pacifista y antimilitarista”, se definió en su presentación a las bases del partido. El auditorio terminó por ovacionar al militar, quien ocupase el máximo cargo de las Fuerzas Armadas por debajo del Rey en la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.
Podemos proponía una serie de cambios profundos en los Ejércitos en su programa electoral: derechos de reunión, manifestación, asociación, libertad de expresión, sindicación y afiliación a partidos políticos. Pero la coalición que el partido de Iglesias ha alcanzado con el de Alberto Garzón, claramente antimilitarista, obligará a Unidos Podemos a minimizar sus mensajes sobre las Fuerzas Armadas.
A Julio Rodríguez le quedan dos salidas: adaptarse al electorado al que hasta ahora representaba Izquierda Unida, que aboga por la extinción de las Fuerzas Armadas y la salida de organizaciones como la OTAN, o bien callar el discurso militar que ya había defendido en la última campaña electoral -en el que hablaba de mantener a España en la Alianza Atlántica-. Fuentes castrenses próximas al JEMAD apuestan por la segunda opción.
Un Gobierno sin Defensa
Veinte nombres y veinte puestos dibujan el “Gobierno del sí; un sí por el cambio” presentado por Pedro Sánchez. El secretario general del PSOE presentó un dossier en el que presenta a los “integrantes” de este Ejecutivo. Además de Justicia, Sanidad o Cultura -tradicionales Ministerios en los organigramas gubernamentales-, Sánchez plantea otras 'carteras', como la de Federalismo, Refugiados o Reforma Constitucional.
El Ejecutivo ideado por Pedro Sánchez corresponde a las propuestas electorales que hasta ahora ha defendido tanto en la campaña del 20-D como en la precampaña del 26-J. Sobre Defensa y Seguridad, no obstante, no hay ningún nombre. Una circunstancia que encaja en el programa de las últimas elecciones: como ya contó EL ESPAÑOL, el PSOE es el partido que menos cambios planteó para las Fuerzas Armadas.
Josep Borrell, que según ese Gobierno anunciado por Sánchez ocuparía la cartera de Europa y Asuntos Exteriores, es el único que ha hecho una valoración relacionada con temas de Defensa: "Si yo quisiera ser candidato a la Presidencia del Gobierno y quisiera comportarme honestamente con los ciudadanos, les propondría un aumento del gasto militar", señaló este viernes en un acto organizado por el Foro de Economistas en Madrid.
Los programas de PP y C's
La apuesta de Podemos con su JEMAD o el fichaje de la excomandante Zaida Cantera por el PSOE no tuvieron consecuencias en el seno del PP o de C's. Ni el partido de Mariano Rajoy ni el de Albert Rivera apostaron por incorporar a militares a sus listas. Tampoco sería fácil determinar un nombre que resultase “ministrable” entre las candidaturas de ambos partidos. Las referencias de los populares y de los naranjas remiten exclusivamente a sus programas electorales.
El PP anunciaba la Ley de Estabilidad Financiera, una propuesta para equilibrar los presupuestos de uno de los Ministerios que menos se han ceñido a las cifras económicas en la última legislatura. Salvo sorpresa, el partido liderado por Rajoy no cambiará sus prioridades en materia de Seguridad respecto al 20-D.
Un escenario similar se le dibuja a Ciudadanos. Al igual que el PP, el partido de Rivera propuso impulsar una Ley de Financiación de los Programas de Defensa Nacional. Igualmente, el programa de C's planteaba un nuevo reglamento sobre movilidad geográfica -dirigida, sobre todo, a las familias de los militares- y la reforma de las leyes de Derechos y Deberes, y de la de la Carrera Militar. En su caso, tampoco habrá cambios significativos para el 26-J.